Condenan a perpetua al expolicía Panadero por el secuestro, abuso y crimen de Natalia Melmann

El Tribunal Oral en lo Criminal 4 de Mar del Plata condenó este miércoles a prisión perpetua al expolicía bonaerense, Ricardo Eugenio Panadero, al considerar que quedó probada su participación en el secuestro, violación y homicidio de Natalia Melmann (16), hechos ocurridos el 4 febrero de 2001 en las afueras de la ciudad de Miramar. Además, se ordenó su inmediata detención y alojamiento en la Unidad penal 44 de Batán.

La resolución unánime de los jueces Néstor Conti, Mariana Iriani y Juan Galarreta estuvo en sintonía con lo que habían solicitado Ana Caro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Miramar, y los abogados Federico Paruolo y Yamil Castro Bianchi, representantes de los padres de la víctima, Gustavo Melmann y Laura Calampuca.

En la sentencia -que por una cuestión de extensión fue leída de forma parcial por el juez Conti-, los magistrados hicieron evaluaron que pudo verificarse que el día del brutal crimen Panadero no estuvo en su casa junto a su familia, principal coartada del acusado. "Tenemos francas y claras contradicciones en los testimonio traídos por la defensa", indicó el magistrado, luego de repasar la prueba aportada por la defensa del expolicía y valorada a lo largo del juicio. 

Más adelante, el tribunal reparó en que unos de los principales elementos que sostenían la imputación de Panadero era un vello pubiano hallado en el cuerpo de la víctima, cuyo examen de ADN arrojó una compatibilidad del 97,05 con el perfil genético del acusado.

En el inicio del segundo juicio contra Panadero -había sido absuelto en el anterior- la fiscal Caro había planteado al tribunal que, aunque el femicidio no existía como agravante al momento del hecho, la prueba presentada en el juicio y durante la investigación "sea valorada a través del prisma de la perspectiva de género".