"Como sociedad tenemos profundos estereotipos que hablan de la vejez como sinónimo de enfermedad”

El 15 de junio pasado fue el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la vejez. La Organización de las Naciones Unidas designó esa fecha en el 2011 para poner el foco en la cuestión del envejecimiento y la vulneración de derechos sobre estos a escala mundial.

10 de Julio de 2023 08:11

El 15 de junio fue el Día Mundial de la Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la vejez. La Organización de las Naciones Unidas designó esa fecha en el 2011 para poner el foco en la cuestión del envejecimiento y la vulneración de derechos sobre estos a escala mundial.

El Coordinador de la Comisión de Psicología de la vejez, envejecimiento y las personas mayores del Colegio de Psicólogos y Psicólogas del Distrito X, Pablo Della Savia (MP.46.348), amplió el sentido de la necesidad de ese día: “Hoy en día, el gran tema del envejecimiento o la vejez de las personas mayores pasa por los grandes prejuicios que tenemos como sociedad sobre ellos”. Y agrega: “Como sociedad tenemos profundos estereotipos que hablan de la vejez como sinónimo de enfermedad, de deterioro o de cuestiones que se relacionan con el no poder hacer esto o aquello, o no entender. Por ese estereotipo se genera un prejuicio que habilita una naturalización de un sinnúmero de situaciones invisibilizadas en la intimidad de la familia, así como en la esfera social y en lo comunitario, que tienen que ver con la vulneración de derechos de las personas mayores. ¿Cómo se da esa vulneración? Justamente, en todo este circuito, hay una obstaculización o impedimento para que las personas mayores puedan continuar con su proyecto vital en función de que sean sus decisiones de vida, las suyas propias. Desde las más cotidianas hasta las más profundas”.

-¿En qué momento se empieza a decir que uno está en la etapa de vejez?

-La OEA, también el 15 de junio, pero de 2015, sancionó la Comisión Interamericana de la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores. Ahí se especifica que existe una convención arbitraria entre países, que tiene que ver con las cajas previsionales básicamente, que la mayoría de los países reconocen los 60 o 65 años como la edad en que una persona comienza a ser mayor. La decisión tiene la misma arbitrariedad que la de los 18 como mayoría de edad. Es decir, a los 60 se comienza a ser una persona mayor, pero la etapa vital llamada vejez es otra cosa. La misma convención dice que la vejez es la construcción social que define la última etapa de la vida. Es decir, es la sociedad, de un momento determinado, la que dice o enumera algunas características de ser viejo o vieja. Si uno se rigiera solamente por la edad, podría decir que los Rolling Stone son viejos porque tienen más de 60 largos. Pero si uno piensa en los estereotipos que tenemos sobre pensar que la vejez tiene que ver con la movilidad física o el deterioro físico diría que no es así. Ya ni las canas son indicadores de vejez. Es decir que esta última etapa de la vida depende de cada momento histórico y cada sociedad.

Uno de los pasos es evitar alejarse de aquello que nombramos como juventud o adultez. No se quiere entrar en la vejez porque se cree que se pierden atributos o características positivas. Esto no implica, por supuesto, que el avance de la edad, objetivamente, aumente las posibilidades de tener deterioros o enfermedades por la edad avanzada. Esto es, que hay vejeces que están atravesadas por la enfermedad.

Della Savia insiste: “Pero el gran tema del envejecimiento de la población pasa por la vulneración de los derechos que se genera y todo en virtud de los prejuicios que tienen que ver con que él o ella no pueden. Por ejemplo: ‘mi mamá es grande, ya es vieja y no sabe, entonces yo le manejo la plata’ o ‘yo le decido que hacer con su casa’ o ‘ya no puede sola y le decido cuál geriátrico o residencia es al que tiene que ir’. Por supuesto que con la contracara del prejuicio siempre se forma un estereotipo y, seguramente, esto es muy de psicoanalista, aparece la idea de otredad, la idea de otro que asusta y que implica que uno no quiere envejecer porque todo lo que ve es que es malo en esa etapa”.

-Hoy la expectativa de vida se estiró y hay gente que a los 70 aún sigue trabajando y viajando…

-Hoy hay una esperanza de vida 30 años mayor que hace 30 años. Lo que implica que la pirámide poblacional se va dando vuelta. La ONU sostiene que para el 2050 de cada cuatro personas, una va a tener más de 60 años. Y que a partir de 2050 va a haber más personas de 60 que menores de 16 años. Esto indica que estamos en una etapa histórica que siempre se quiso, la de vivir mucho. Hace 30 años se temía que en el mundo se terminaran los alimentos si seguía aumentando la población. Pero pasó otra cosa, la población envejeció. Y esta revolución social es más profunda todavía y tiene un impacto más fuerte. Hoy hay registros de personas que tienen más vida de jubilados que de asalariados y acá es donde aparecen las cajas previsionales y todo el lío que ya se escucha en el mundo esperando a hacer algo. Mas que nada tiene que ver con esto. Te doy algunos datos más: los censos del 2010, porque los últimos todavía no arrojaron resultados, sostienen que el 98 % de la población mayor vive en su domicilio. Lo que resta en geriátricos o residencias. Menos del 20 % de las personas tienen alguna discapacidad permanente según el Inadi, es decir que la mayoría pasa el envejecimiento en situaciones saludables, por supuesto que hay un porcentaje que corresponde a enfermedades y situaciones propias de la edad y el deterioro donde se requiere algo mas calificado, y ahí aparece el otro gran tema: los prejuicios sobre como brindar cuidados en las residencias que contemplen los paradigmas de derechos humanos. Porque una persona que tiene un síndrome demencial a los 75, probablemente viva diez o quince años más y hay que sostenerlo y, muchos miden eso como costoso o caro”.

La vejez supone negatividad, pero a todos nos espera vitalmente. Uno pierde o se libera de cosas, pero su integridad hoy corre el riesgo de ser vulnerada. De ahí la necesidad de continuar tomando conciencia sobre la situación que viven muchos y muchas en un camino que transitaremos.