¿Sabés cómo afecta tu autoestima a tu vida diaria?

La autoestima se construye todo el tiempo. ¿Cómo impacta nuestra crianza? ¿Cómo nos afecta no tener planes a futuro? Hoy es uno de los temas más consultados en los consultorios psicológicos y habla de nosotros mucho más de lo que creemos.

Para la autoestima importa tanto la calidad de amor como su cantidad.

28 de Septiembre de 2024 11:42

Hoy por hoy es un tema que atraviesa a la sociedad toda. Según se dice, en los consultorios de los psicólogos es uno de los temas más recurrentes porque tiene muchas implicancias en todo el organismo con patologías más o menos graves y psicológicas orgánicas.

La autoestima fue uno de los temas elegidos por el ciclo que promueve el Colegio de Psicólogas y Psicólogos de este distrito. ¿Cómo se construye? ¿Cuáles son sus implicancias a la hora de interactuar en la sociedad? ¿Qué provocan las redes sociales en ella? Fueron algunas de las cuestiones que 0223 consultó con la licenciada Mónica Bruno (MP 48317).

“La autoestima, en realidad, se construye durante toda la vida en interacción con los demás. Desde que nacemos o antes, desde antes de nacer, nosotros nos incluimos en una cultura, en una genealogía, en una familia. Hay una herencia que nos precede y, a su vez, todas las interacciones con los demás van influyendo en esta construcción desde que somos chiquititos”, comienza diciendo la licenciada. Y agrega, “Cuando somos bebés somos totalmente indefensos, dependemos ciento por ciento de nuestros primeros cuidadores, entonces ahí, en esas interacciones cotidianas, desde las miradas, el tacto, cuando nosotros necesitamos algo, desde que nos comunicamos con el llanto, luego con la risa y demás, y cuando vamos viendo que en esas necesidades hay un otro que está ahí presente para nosotros y nos mira con amor, nos brinda lo que necesitamos, esa figura de apego, la vamos luego interiorizando y vamos teniendo la confianza básica en nosotros mismos, en que podemos sortear las distintas vicisitudes de la vida, pero esto se construye todo el tiempo. Primero con nuestros primeros cuidadores. Pero, cuidado, no es solamente la cantidad de amor, sino la calidad de amor, el estar presente, el poder ser sensibles a nuestras necesidades, la no sobreprotección”.

La autoestima se construye durante toda la vida.

-Justo te iba a consultar por ese tema, ¿cómo se construye una autoestima si se sobreprotege a los más chicos?

- A veces me dicen, ¿si hay exceso de amor qué pasa? Cuando te dan mucho amor, o sea, hacen referencia a que no permiten que te falte nada o que no necesites nada porque te sobreprotegen. Entonces, tampoco te permiten, te habilitan a que vos vayas descubriendo tus propias capacidades, tus fortalezas y tu propia capacidad de enfrentar los desafíos de la vida. Entonces, ahí hay una autoestima que se va construyendo en una forma muy frágil y después ¿qué pasa? Nuestro eje no pasa por nosotros, sino que estamos siempre mirando a los demás y a ver qué valoración hay de los otros, la aceptación de los demás, en vez de tener una raíz bien fuerte que nos permita tener una fortaleza para poder desarrollarnos plenamente y para poder alcanzar nuestra autorrealización, nuestras mayores potencialidades.

- ¿Hoy qué condiciones se dan en la sociedad que boicotean esa autoestima que estamos construyendo todo el tiempo, por más raíces fuertes que tengamos, quizás? Pienso en el deseo de desear permanentemente que buscan imponerte a través de las publicidades, la fuerza de un sistema que te pide que produzcas todo el tiempo, la autoexigencia, la comparación con los demás…

- Justamente todo esto lo ejemplificó muy bien Bauman a través del mundo líquido y el tema de la pérdida de valores o faros firmes en donde apoyarnos. Eso obviamente nos afecta a todos y, justamente, a los más jóvenes más que nada porque están más frágiles en todo esto, en la comparación permanente, el perfeccionismo extremo, la poca tolerancia a la frustración y en aquello que fortalece en nuestra autoestima, que es el tema de la autodisciplina. Eso de hacernos capaces de ser responsables de uno mismo y de tener planes, de vivir con un propósito y hacernos responsables de tener metas. Pero para eso necesitamos autodisciplina, poder posponer la gratificación inmediata en pos de una meta a futuro. ¿Y qué pasa hoy? Todo eso está trastocado. Entonces, los chicos a su vez, todos en general, tenemos ideales aparte irrealizables, ideales confusos, y obviamente esto merma nuestra autoestima cuando no tenemos una base fuerte donde apoyarnos, porque continuamente estamos viendo que hay que compararse, que hay que ser, que hay que tener y ahí no está el objetivo y todo eso nos confunde a todos.

Si respetamos nuestras opiniones las podemos expresar sin miedo.

- ¿Hay señales? Quiero decir, ¿uno puede darse cuenta cuando está flaqueando en su autoestima? ¿Cuál es el llamado de alerta ahí?

- En principio nosotros tenemos que ir dándonos cuenta de que somos capaces y tenemos la capacidad de enfrentar los desafíos de la vida y, por otro lado, que somos valiosos. Respetarnos a nosotros mismos. En múltiples niveles nos afecta cuando la autoestima no está plenamente desarrollada ni está haciendo saludable. Por ejemplo, a nivel cognitivo tenemos una percepción distorsionada de la realidad. Nos enfocamos selectivamente, prestamos atención únicamente a los fracasos, no podemos apropiarnos de nuestros logros, nos cuesta mucho ver nuestras luces, solo vemos nuestras sombras. También a nivel emocional puede haber una predisposición a tener estados como la ansiedad, como la rumiación, siempre de pensamientos negativos, la depresión. En cuanto a lo conductual, por ejemplo, como nos sentimos que no somos valiosos ni capaces, entonces no nos obligamos a tener que enfrentar desafíos, algunos mínimos, otros máximos. A veces tenemos la autoestima un poquito frágil en algunos ámbitos de nuestra vida y en otros la tenemos mejor. Pero lo que sí tiene de bueno esto, que es una causalidad recíproca, porque cuando nosotros vamos trabajando y pudiendo tener logros y podemos irnos apropiando en algunos de nuestros ámbitos, eso se retroalimenta y nos influye a nivel general. Entonces, así como si nosotros trabajamos para no fomentar nuestra autoestima y esto retroalimenta nuestra propia percepción negativa de nosotros mismos, y no se activa cada vez menos capaces, cada vez menos dignos y demás, bueno, los pequeños logros nos van ayudando. Por ejemplo, también a nivel social, cuando estamos en reuniones y tenemos dificultades en nuestras habilidades sociales, algo que sucede mucho es tener dificultades en la conducta asertiva. ¿Qué quiere decir esto? La conducta asertiva implica que uno al respetarse, al respetar nuestros valores, nuestros sentimientos, nuestras opiniones, las podemos expresar a los demás sin miedo al rechazo, sin miedo al qué dirán, al me aceptarán o no.

- ¿Qué pasa con los chicos o chicas que crecen en un ambiente donde todo el tiempo le están diciendo que es un inútil o que nunca va a llegar a ningún lado?

- Y ahí, habitualmente, cuando suceden estas minusvalías desde chiquito, que es justamente cuando estamos más frágiles, ya hay una merma en la autoestima más global. Generalmente pasa que esas personas después tienen como un sentimiento hasta de desprecio por uno mismo. De no respetarse, de denigrarse y, bueno, ahí es más difícil el trabajo, pero no es imposible. De hecho, yo propongo una práctica centrada en la acción, una conducta más proactiva en vez de reactiva y sin importar lo que haya sucedido o lo que hayan podido hacer los demás, si nos centramos en las capacidades que nosotros tenemos, con cada pequeño logro podemos ir construyendo una autoestima más saludable. Porque hay una retroalimentación permanente entre lo que son nuestras conductas y nuestra autoestima, cuando nosotros fomentamos prácticas que generan una autoestima más saludable, a su vez, nos retroalimentan positivamente y nosotros mismos vamos teniendo cada vez una percepción de nosotros más digna, con mayor valía, nos vamos respetando más.

Dicen que nuestro cerebro se reconfigura todo el tiempo. Los profesionales aseguran que ya no hay tiempo para esperar que alguien nos acerque algún tipo de don para salvarnos, sino que solo queda en nuestras manos y en nuestra responsabilidad. En última instancia, la autoestima no es solo una cuestión de bienestar emocional, sino una piedra angular en la construcción de una vida plena y significativa. En este sentido, revalorizar al sujeto implica reconocer que cada individuo es un ser único y valioso, capaz de enfrentar los desafíos de la vida con confianza y dignidad.