Leucemia: cómo es la enfermedad y cómo colaborar con los bancos de donación de médula

Es el único tipo de cáncer que puede ser curado a través de la solidaridad de las personas. Cuáles son las causas, tipos y síntomas de esta dolencia.

14 de Julio de 2023 12:25

Por Redacción 0223

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Tras confirmarse la triste noticia de que Wanda Nara padece leucemia, el buscador de Google se llenó de preguntas de los fans de la conductora de Master Chef, que desean conocer más detalles de la enfermedad, un tipo de cáncer de la sangre o de la médula ósea que tiene diferentes variantes y que puede ser curado a través de un gran motor: la solidaridad. 

De acuerdo al sitio especializado Medical News, la médula ósea produce células sanguíneas o glóbulos y la leucemia puede desarrollarse debido a un problema con la producción esas células sanguíneas, y, por lo general, afecta a los leucocitos o glóbulos blancos. 

De acuerdo a los médicos especialistas en oncología, es más probable que la leucemia afecte a personas mayores de 55 años, pero también es el cáncer más común en menores de 15 años. El caso de Wanda Nara, que tiene 36 años y es madre de 5 niños, no sería de los más comunes, ya que se encuentra por fuera de esos dos rangos etarios. 

La noticia del cuadro que atraviesa la mujer de Mauro Icardi fue confirmada recientemente, por lo que aún no se conocen mayores detalles ni el tipo de leucemia contra al que se enfrenta. Entre las posibilidades, está la leucemia aguda, que se desarrolla rápidamente y empeora de igual forma, o la leucemia crónica, que empeora con el tiempo.

El mejor tratamiento y las posibilidades de supervivencia de una persona dependen del tipo que tenga la conductora, que permaneció internada en las últimas horas en el sanatorio porteño de Los Arcos, al que ingresó con un dolor estomacal agudo -que sería del baso- y donde se le practicaron los estudios de rigor, en los que se verificó un conteo anormal de glóbulos blancos. 

Causas de la leucemia 

La leucemia se desarrolla cuando el ADN de los glóbulos en desarrollo, principalmente los glóbulos blancos, sufre daños. Esto hace que las células sanguíneas crezcan y se dividan de manera incontrolable.

Las células sanguíneas sanas mueren y son reemplazadas por las células nuevas. Estas se desarrollan en la médula ósea. Las células sanguíneas anormales no mueren en un punto natural de su ciclo de vida. En lugar de ello, estas se acumulan y ocupan más espacio.

A medida que la médula ósea produce más células cancerosas, comienzan a saturar la sangre, impidiendo que los glóbulos blancos sanos crezcan y funcionen normalmente. Eventualmente, las células cancerosas superan en número a las células sanas en la sangre.

Tipos de tratamiento

Las opciones de tratamiento dependerán del tipo de leucemia que tenga una persona, su edad y su estado general de salud. Este tipo de cáncer tiene la particularidad de ser el único que puede ser tratado a través de la solidaridad de la gente: mediante un trasplante de medular ósea de un familiar directo o, en caso de incompatibilidad, a través de un donante anónimo, mediante un banco de médula ósea.   

El principal tratamiento de la leucemia es la quimioterapia. Un equipo de atención del cáncer adaptará la quimioterapia para cada tipo de leucemia. Si el tratamiento comienza temprano, la probabilidad de que una persona logre la remisión es mayor.

Los tipos de tratamiento incluyen:

Espera vigilante. Es posible que un médico no trate activamente las leucemias de crecimiento más lento, como la leucemia linfocítica crónica (LLC).

Quimioterapia. Un médico administra medicamentos por vía intravenosa (IV), ya sea mediante un goteo o una aguja. Estos apuntan a atacar y matar las células cancerosas. Sin embargo, también pueden dañar las células no cancerosas y causar efectos secundarios graves, que incluyen pérdida de cabello, pérdida de peso y náusea.

La quimioterapia es el tratamiento principal para la LMA. A veces, los médicos pueden recomendar un trasplante de médula ósea.

Terapia dirigida. Este tipo de tratamiento utiliza inhibidores de la tirosina quinasa que apuntan a las células cancerosas sin afectar a otras células, lo que reduce el riesgo de efectos secundarios. Los ejemplos incluyen imatinib, dasatinib y nilotinib.

Muchas personas con LMC tienen una mutación genética que responde al imatinib. Un estudio encontró que las personas que recibieron tratamiento con imatinib tuvieron una tasa de supervivencia de 5 años de alrededor del 90 por ciento.

Terapia con interferón. Retarda y finalmente detiene el desarrollo y la propagación de las células leucémicas. Este medicamento actúa de manera similar a las sustancias que el sistema inmunitario produce de forma natural. Sin embargo, puede provocar efectos secundarios graves.

Radioterapia. En personas con ciertos tipos de leucemia, como LLA, los médicos recomiendan radioterapia para destruir el tejido de la médula ósea antes de un trasplante.

Cirugía. La cirugía a menudo implica la extirpación del bazo, pero esto depende del tipo de leucemia que tenga una persona.

Trasplante de células madre. En este procedimiento, un equipo de atención del cáncer destruye la médula ósea existente con quimioterapia, radioterapia o ambas. Luego, infusiona nuevas células madre en la médula ósea para crear células sanguíneas no cancerosas.

Este procedimiento puede ser eficaz para tratar la LMC. Las personas más jóvenes con leucemia tienen más probabilidades de someterse a un trasplante exitoso que los adultos mayores.

Síntomas

Los síntomas de la leucemia incluyen:

Coagulación deficiente de la sangre. Esto puede hacer que una persona presente hematomas o sangre fácilmente y sane lentamente. También puede desarrollar petequias, que son pequeñas manchas rojas y moradas en el cuerpo. Estas indican que la sangre no se coagula correctamente.

Las petequias se desarrollan cuando los glóbulos blancos inmaduros excluyen a las plaquetas, que son cruciales para la coagulación de la sangre.

Infecciones recurrentes. Los glóbulos blancos son fundamentales para contrarrestar las infecciones. Si los glóbulos blancos no funcionan correctamente, es posible desarrollar infecciones frecuentes. El sistema inmunitario puede atacar las propias células del cuerpo.

Anemia. A medida que una persona tiene menos glóbulos rojos eficaces, puede volverse anémica. Esto significa que no tiene suficiente hemoglobina en la sangre. La hemoglobina transporta el hierro por todo el cuerpo. La deficiencia de hierro puede provocar dificultad para respirar y piel pálida.

Otros síntomas pueden incluir: náusea, fiebre, escalofríos, sudores nocturnos, síntomas similares a la gripe, pérdida de peso, dolor de huesos, cansancio. Si el hígado o el bazo se inflaman, la persona puede sentirse llena y comer menos, lo que resulta en la pérdida de peso.

La pérdida de peso también puede ocurrir incluso si el hígado o bazo no están inflamados. Un dolor de cabeza puede indicar que las células cancerosas han entrado en el sistema nervioso central (SNC).

Sin embargo, todos estos pueden ser síntomas de otras enfermedades. Es necesario consultar con un médico y hacerse pruebas para confirmar un diagnóstico de leucemia.

Cómo convertirse en un donante de médula ósea 

De acuerdo a la página del Ministerio de Salud de Argentina, para inscribirse como donante voluntario de células progenitoras hematopoyéticas (CPH), conocidas como células de la médula ósea, el interesado debe donar sangre normalmente en un centro asociado al Registro (no es necesario que estés en ayunas).

De esa sangre se extrae una pequeña muestra que se analiza genéticamente. El resto de la sangre se utiliza en pacientes que la necesitan para tratamientos y cirugías. Los datos genéticos ingresan a la base de datos y quedan a disposición para ser comparados con los de los pacientes que necesitan un trasplante.

Todas las personas de entre 18 y 40 años pueden ser donantes. Solo deben presentarse con el DNI en el centro de donación más próximo a su casa, pesar más de 50 kilos y firmar un consentimiento para que la muestra sea incorporada al banco.