Tres detenidos y dos prófugos por el crimen de Fernando Pérez Algaba

Las medidas se hicieron efectivas el lunes a la madrugada. Los prófugos son las personas que lo vieron con vida por última vez.

El empresario fue asesinado a mediados de julio.

14 de Agosto de 2023 10:25

Por Redacción 0223

PARA 0223

Tres detenidos y dos prófugos. Ese es el balance de las medidas dispuestas por la Justicia en el marco de la investigación por el homicidio de Fernando Pérez Algaba que se hicieron efectivas el lunes a la madrugada. Las dos personas que no fueron localizadas son los dos hombres que vieron con vida por última vez a "Lechuga".

Los detenidos por el crimen del empresario cuyos restos fueron hallados dentro de una valija en un arroyo de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge son Matías Ezequiel Gil, Fernando Gastón Martín Carrizo y Luis Alberto Contreras. Las medidas fueron solicitadas por el fiscal de Lomas de Zamora Marcelo Domínguez quien podría tomarles declaración en las próximas horas.

En calidad de prófugos quedaron Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas, los dos hombres con los que Pérez Algaba (41) se encontró en el predio "Renacer" de General Rodríguez el 18 de julio último. Ambos están acusados de Homicidio triplemente agravado por ser cometido mediante el uso de arma, con alevosía, por codicia y por el concurso premeditado de varias personas.

Tal como se informó oportunamente, estos dos hombres declararon en un primer momento como testigos en la Fiscalía N°5 y admitieron encontrarse con "Lechuga" cerca de las 17.30 o 18 de ese martes 18 de julio para terminar de saldar una deuda de 150 mil dólares que habían contraído con él.

Según sus dichos, "Lechuga" concurrió a bordo de esa camioneta hasta General Rodríguez, donde se encontró con Vargas y con Pilepich, que lo aguardaban en otro auto. Allí, Pérez Algaba habría recibido 60 mil dólares de esa deuda -los otros 90 mil ya se los habían pagado en una escribanía de Castelar- y, tras ello, le devolvió la camioneta a Pilepich, que se retiró con Vargas del lugar, uno en cada vehículo. 

Para los investigadores, lo que pasó luego es el gran enigma del relato de Vargas y de Pilepich, que pasaron de ser testigos en la causa a imputados.