Plaza Rocha: precios, productos insólitos y reglas del lugar que esquiva la inflación

La feria de Luro y 20 de septiembre es una de las más elegidas por los marplatenses. Conocé las historias y el presente de un lugar que hace frente a la crisis económica.

En la feria se puede encontrar de todo: calzados, prendas de vestir y hasta herramientas.

31 de Agosto de 2024 16:32

Por Redacción 0223

PARA 0223

Zapatos y herramientas, ropa de trabajo y útiles escolares, un telescopio y lencería, guantes y juguetes, sacos de vestir, vestidos de fiesta y choripanes, sahumerios y plantas, zapatillas y cassettes, uniformes escolares, delantales, gorros y sombreros, lentes, pantalones, termos, ruedas, estetoscopios y banderines; son sólo algunas cosas que se pueden encontrar en la Feria de Plaza Rocha, un espacio que surgió como una alternativa a las crisis económica argentina y que se fue afianzando como un clásico en el centro de Mar del Plata.

La Feria de Plaza Rocha nació hace unos 9 años aproximadamente y en ella hoy se vende de todo, con el detalle de que son siempre productos usados (ya que así está regulado por Ordenanza Municipal). “Acá se pueden encontrar las cosas más insólitas que se te ocurran”, señaló a 0223, Mingo, quien tiene su food truck “Mc Mingo”, donde ofrece choripanes, bondiola, hamburguesas, empanadas y papas, entre otras cosas.

Lo que más se vende, según él, es choripán y papas fritas, pero también súper panchos, empanadas, sándwiches de bondiola, hamburguesas y milanesas. En “Mc Mingo”, un choripán grande, “de primera calidad, de cerdo”, se encuentra a $2200. Una milanesa completa con lechuga, tomate y huevo, grande, de bola de lomo o de nalga, $3700, y un súper pancho con papitas y aderezos, $1400.

En la feria, antes de la regulación por Ordenanza, había novecientos puestos. “Pero después fuimos achicando y yo calculo que ahora hay cerca de trescientos setenta que ocupan todos los caminos de la plaza”, sostuvo Mingo. Hoy, con la profunda crisis económica que se vive, hay gente que se quiere sumar constantemente a la feria, pero resulta un problema porque ya no hay lugar. “Si no estás censado, no podés armar. Por el problema económico que hay es entendible que se quieran sumar pero no nos lo permite Inspección General”, detalló el feriante.

Mingo es el primero en llegar, a las 5 de la mañana. “Después empiezan a caer todos. Para las 7 ya está casi cubierta la plaza, después llegan los que vienen a las 9, y a las 10la feria se completa”, indicó. Los días de invierno “que pintan lindo”, funciona hasta las 17 mínimo. En verano, cuando el clima favorece y los días son más largos, la feria se extiende hasta las 20:30 o 21:00 tranquilamente. No obstante, Mingo aclara: “No trabajamos mucho con los turistas, sino con gente local”.

-¿Hay trabajo? ¿Se vende? ¿Los puestos se van con una jornada hecha como para decir que vale la pena venir? 

-Yo digo que sí, porque si no, no vendría. Todos dicen, ‘no, hoy no vendí, vendí menos’, pero venden, sigue valiendo la pena, sigue tirando. Si vas a perder tiempo, no venís. 

-¿Con la crisis, se acerca más gente a comprar?

-Sí, ¿sabés por qué? Porque hoy comprar algo nuevo está muy complicado. Entonces acá se puede conseguir un producto usado a buen precio: zapatillas, herramientas, ropa y camperas. Se puede vestir a toda la familia porque hay variedad de talles y de prendas. Y ponele, un vaquero (jean) que esté bueno, lo pagas cuatro o cinco mil pesos. ¿Y cuánto vale un vaquero nuevo? Una campera la pagás ocho o nueve mil pesos, mientras que en el mercado está ochenta mil pesos o más.

Mantener el orden

Los trabajadores mantienen el diálogo constante con el Municipio. El orden costó tiempo y muchas instancias de organización pero finalmente se logró. 

El censo es lo que hoy permite la armonía entre ambas partes: si bien hay cientos de solicitudes de ingreso, el espacio físico ya no permite que se incluyan nuevos puestos.

Sin embargo, fuentes de la Comuna confirmaron a 0223 que la relación entre Inspección General y los feriantes es muy buena. "El objetivo número uno de la gestión es el trabajo", confiaron.

Asimismo, subrayaron que el lugar continuará, a diferencia de otros sitios que contaban con estructuras fijas. El caso de Plaza Rocha es uno de los pocos que ya trabaja con los puestos desmontables, lo que no genera conflictos con el espacio público.