De compartir vestuario con Maradona a dormir en la calle: la increíble caída de una ex figura del Barcelona
Fue figura del Barcelona y emblema de la Selección de España en los 80, vivió una historia tan brillante como dolorosa. De compartir equipo con Diego Maradona a caer en la adicción y tocar fondo.
Por Redacción 0223
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Julio Alberto Moreno fue uno de esos futbolistas que marcaron una época en el fútbol europeo. Su nombre resonó con fuerza en la década del 80, cuando brillaba en el Barcelona de Diego Armando Maradona y se consolidaba como un referente de la Selección de España. Pero detrás de los flashes y los títulos, había una historia personal cargada de heridas, que con el tiempo lo empujaron hacia un abismo del que apenas logró salir con vida.
Su infancia estuvo marcada por el dolor. Criado lejos de su familia biológica, Julio Alberto encontró en el fútbol su refugio y su cable a tierra. Desde muy joven demostró una personalidad fuerte, forjada a base de carencias y superación. Esa fortaleza lo llevó a debutar en Atlético de Madrid, donde comenzó a ganarse el respeto del fútbol español. Sin embargo, su gran salto se dio en 1982, cuando fichó por el Barcelona, el club que cambiaría su vida para siempre.
En el conjunto catalán coincidió con Diego Maradona, con quien compartió una de las etapas más recordadas del club. Juntos conquistaron la Copa del Rey y la Copa de la Liga, además de la Supercopa de España, y formaron parte de un equipo que despertaba admiración en todo el mundo. Julio Alberto, un lateral de gran despliegue y técnica, era símbolo de entrega y compromiso, un jugador que se ganó el cariño del Camp Nou.
También fue pieza clave de la Selección de España, con la que disputó torneos de primer nivel. Estuvo presente en la Eurocopa de 1984, donde La Roja alcanzó la final —cayendo ante Francia por 2-0—, y dos años más tarde participó del Mundial de México 1986, donde los españoles fueron eliminados en octavos de final por Bélgica. Era, sin dudas, uno de los nombres importantes del fútbol ibérico de su tiempo.
Sin embargo, lejos del césped y los aplausos, Julio Alberto comenzó a librar una batalla mucho más difícil. Las adicciones y la depresión lo llevaron a perder su fortuna, su entorno y su estabilidad emocional. En pocos años pasó de vivir el lujo del fútbol profesional a encontrarse en situación de calle, una caída tan dura como inesperada para alguien que había llegado a la cima.
Su historia, sin embargo, no terminó ahí. Con una fuerza admirable, el exdefensor logró rehacerse y darle un nuevo sentido a su vida. Superó sus adicciones, se capacitó como director técnico y fundó “Relife”, una iniciativa dedicada a ayudar a personas que enfrentan los mismos problemas que él conoció en carne propia. Hoy, lejos de los estadios, Julio Alberto es un ejemplo de resiliencia y solidaridad.
Así, la vida de quien compartió vestuario con Diego Maradona en aquel mítico Barcelona demuestra que el éxito y la caída pueden estar separados por una delgada línea. Pero también, que con coraje y determinación, siempre hay una forma de volver a ponerse de pie.
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