Escándalo: sacaban a abusadores presos de la comisaría para hacerlos trabajar como albañiles

Un escándalo sacudió a la Policía de Tucumán luego de descubrirse que un grupo de presos era sacados de una comisaría para trabajar como albañiles en la casa de veraneo de un jefe de las fuerzas de seguridad. El caso derivó en la detención de cuatro personas y la expulsión inmediata de los máximos responsables de la Unidad Regional Norte.

Las denuncias anónimas que alertaron al Ministerio de Seguridad derivaron en una rápida reacción oficial: el gobernador Osvaldo Jaldo y el ministro Eugenio Agüero Gamboa firmaron un decreto que dispuso la baja directa de los implicados. De hecho, ambos funcionarios calificaron los hechos como “conductas incompatibles con la función policial”.

Durante los allanamientos, se comprobó que los reclusos trasladados a la vivienda de Gustavo Beltrán estaban condenados por delitos sexuales y que las salidas no contaban con autorización judicial. Además, los efectivos a cargo debían estar prestando servicio en la calle, lo que agrava aún más la situación.

La fiscal Mariana Rivadeneira ordenó la detención de los implicados, mientras que la cúpula policial prometió una depuración interna. “Los que cometan delitos se irán de la fuerza”, advirtió el jefe de Policía, Joaquín Girvau, al calificar el caso como una "falta gravísima que socava la confianza pública".