Conflicto con Ioma en Tandil: prestadores suspenden atención y crece el enojo entre afiliados

La localidad de Tandil se encuentra en vilo tras la profundización del conflicto alrededor del Instituto de Obra Médico Asistencial (Ioma), con prestaciones en riesgo, reclamos de profesionales y creciente malestar entre afiliados. La tensión se consolidó tras una serie de decisiones institucionales y el deterioro de las relaciones entre la gestora local, los médicos y la obra social provincial.

Uno de los puntos más recientes de la crisis es la decisión de que la Mutual 23 de Diciembre dejará de ser la intermediaria de IOMA en la ciudad. La entidad que actuaba como nexo entre la obra social y los prestadores de salud no seguirá en funciones, y en su reemplazo se espera que la Asociación Civil de Establecimientos Asistenciales y Prestadores Privados (ACEAPP) asuma ese rol. Sin embargo, los médicos locales advierten que no está claro quién responderá por la deuda acumulada con los profesionales, según El Diario de Tandil.

Esa deuda acumulada con la intermediaria —que arrastra varios meses de atraso en pagos— tuvo un impacto directo en la atención médica de los afiliados. La Agremiación Médica de Tandil decidió suspender la atención a pacientes con IOMA debido a la falta de pago por parte de ACEAPP, que no abonó honorarios desde mediados de agosto, según denunciaron los profesionales.

La medida de suspensión afecta a cientos de afiliados que, frente a la falta de atención, se ven obligados a considerar consultas particulares o buscar alternativas fuera del sistema habitual de la obra social. La agremiación advirtió que la interrupción de servicios se mantendrá hasta que se salden las deudas pendientes y se restablezca el diálogo institucional. 

El conflicto también pone de manifiesto una falta de comunicación estructurada entre las partes involucradas: desde la obra social no hubo respuestas públicas claras sobre los plazos de pago ni sobre la reorganización de la intermediación, mientras que los gestores locales no han podido garantizar la normalidad de las prestaciones.

Para los afiliados, la falta de certezas genera preocupación y malestar, especialmente entre quienes necesitan atención médica regular. La ausencia de servicios y la incertidumbre sobre cuándo se normalizarán los pagos o se establecerán nuevos convenios contribuyen a agravar la tensión entre los usuarios del sistema y las autoridades de IOMA.