¡Mirá quién vino!: la sorpresa de dos pasteleras que hacen alfajores Mar del Plata en Holanda al recibir a Máxima
La visita paralizó a las dueñas de la patisserie porque no habían sido avisadas por la corona neerlandesa; la foto causó furor en las redes. ¿Qué alfajores eligió la monarca?
Por Redacción 0223
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Máxima Zorreguieta tiene una vida activa y pública más allá de su rol como consorte del rey Guillermo de Orange. Es común verla en ceremonias, eventos y colectas propias de los Países Bajos y hasta en foros internacionales. Pero esta vez escapó apareció sin previo aviso en Amsterdam Baking Company, una pastelería fundada por las argentinas Marisol y Nina que se especializan en medialunas, alfajores de maicena y alfajores Mar del Plata.
La visita de la monarca no solo las sorprendió, sino que el posteo de las dueñas de la marca en su cuenta de Instagram se volvió furor en las redes sociales. Mediante un reel, las emprendedoras relataron de principio a fin cómo fue el paso de Zorreguieta por su local, qué compró, qué degustó y qué tipo de dulce eligió llevarse a la Casa Real, con un guiño a sus raíces.
“¿A qué no saben quién vino hoy? No todos los días entra la reina de Holanda a tu pastelería”, empezó el video en el que se muestra a las propietarias del comercio en su rutina habitual. “Hace dos días estábamos grabando contenido en nuestra tienda de Oost en Ámsterdam cuando de pronto entra Máxima. Sí, la reina de Holanda”, confirmaron con alegría y asombro.
“Llegó a almorzar a nuestra tienda. Imaginate nuestras caras. No lo podíamos creer”, señalaron a la vez que indicaron la petición de Zorreguieta: “Ella fue tan amable, tan sencilla. Nos pidió que no la grabáramos, claro. Y aunque justo estábamos en pleno rodaje, decidimos guardar los teléfonos y respetar ese momento.
Además, explicaron que “Tardamos como dos horas en volver a enfocarnos. Los clientes entraban, algunos se daban cuenta de quién era, otros no. ¡Qué honor! El pecho se nos hinchaba de orgullo”, añadieron.
Incluso explicaron que la reina se acercó a la cocina y les preguntó por las máquinas, los hornos y la producción de cada panificado y dulce argentino. También se apresuró a hacer un pedido como cualquier otra persona, hasta que remarcaron que “lo más lindo fue cuando agarró con toda la emoción del mundo unos alfajores de maicena que teníamos en la estantería navideña. Son sus favoritos, claro”.
“Nos dijo que le encantaban y que le hacía mucha ilusión llevarse este sabor tan nuestro a su casa. Fue como verla volver por un rato”, reflexionaron las dueñas y concluyeron: “Gracias Máxima por venir a visitarnos. Esto solo nos confirma que cuando emprendés con el corazón, en serio, nunca sabés quién puede entrar por tu puerta. Y eso no tiene precio”.
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