Boca sufrió una de las peores derrotas de su historia y no tendrá competencia continental en 2025
Boca fue un manojo de nervios, jugó mal, no pudo superar ampliamente a Alianza Lima de Perú, fue a penales y Alan Velasco erró el último para concretar un golpe durísimo para todos.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Se terminó el año para Boca. Salvo que gane el Mundial de Clubes en Estados Unidos, no hay nada que lo salve al "xeneize" que acaba de consumar una de las peores derrotas de su historia. En la Fase 2 de la Copa Libertadores, cayó por penales frente a Alianza Lima de Perú y no jugará competencia internacional en 2025. Mazazo para Juan Román Riquelme, Fernando Gago y un club que deberá reinventarse en un año que le quedará muy largo con únicamente el certamen local.
Cómo no imaginarse, cuando Edinson Cavani, el séptimo goleador del mundo en actividad, erró el gol que erró, en la última jugada del partido, en el minuto 98', que el desenlace iba a ser ese. Los penales, para lo único que sirvieron, fue para estirar la agonía de un Boca que ya estaba derrumbado. Que hasta apostó a un cambio de arquero para la definición, sacando al único que dio la talla a lo largo de los 180 minutos y darle la responsabilidad a un pibe que había cumplido en un partido de Copa Argentina pero que tuvo que saltar, frío, a poner la cara en el partido más importante del año, sin ser el titular.
El partido es fácil de analizar. Un Boca acelerado, apurado, improductivo, poco profundo, repetitivo, conta un Alianza Lima cómodo en su rol de partenaire, manejando los tiempos, jugando con la desesperación del rival y no desordenándose nunca. Ni aún cuando, gracias a la fortuna, el local se encontró con un gol de carambola a los 4 minutos que parecía cambiar la serie.
Pero no, los de Gago se pincharon y los de Gorosito se soltaron, esperaron sus chances. Y las generó Castillo, ganando una falta insólita, encerrado entre dos defensores y la línea lateral. De ahí el centro que Barcos cabeceó libre ante la incredulidad de Rojo, que lo perdió por amplio margen. El ecuatoriano pudo ser héroe de Alianza pero no pudo, se encontró con un achique magistral de Marchesin que mantuvo el empate y se fueron al descanso con el marcador en tablas y la clasificación para la tierra del Machu Pichu.
En el complemento, el apuro siguió pero daba la sensación que Boca era un poco más claro. Aunque no abundaban las situaciones de gol, pese a permanecer cerca del arco de Viscarra. Y lo que no logró desde el juego, llegó en una pelota parada. Rojo cabeceó, el arquero descolgó del ángulo, pegó en el travesaño y Zenón volvió a adelantar a Boca e igualó la serie. Hasta ahí, todo se iba a dirimir en los penales.
Y así fue. Porque los cambios no funcionaron, porque los que entraron no aportaron. Porque Alan Velasco, por quien Boca pagó 10 millones de dólares, se sacó la pelota de encima y, para colmo, fue el encargado del quinto penal, el más pesado, el que estiraba la serie o ponía punto final, y pateó mal, sin convicción, suave, sin esquinarlo, para que el arquero boliviano escriba una página histórica en Alianza Lima, el fútbol peruano y toda sudamérica. La misma página, pero negra, que será esta derrota en la historia de Boca.
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