Otro escándalo en el Federal A: un árbitro cobró penal, se arrepintió y dejó seguir

Siempre nos podemos encontrar con algo nuevo. En el fútbol de ascenso en general y del interior del país en particular, los arbitrajes dejan mucho que desear. En realidad, dejan de ser considerados malos para ser sospechados. El Federal A nos regala situaciones risueñas, menos para el equipo que lo padece. Este domingo, por la quinta fecha de la Zona C, el árbitro Rodrigo Rivero fue el protagonista de una acción sin precedentes y que desató la polémica (y las sospechas).

Es muy difícil de explicar. Porque la cámara lo expone, el gesto se ve claramente y el silbato se escucha de fondo. Obviamente, no hubo ninguna explicación del caso y, como pasa habitualmente, en un par de días nadie se acordará.

Jugaban Gimnasia de Concepción del Uruguay y Douglas Haig de Pergamino, cuando un remate de Rodrigo Caballuci fue directo a la mano de Facundo Cima. Penal para los bonaerenses. Eso vimos todos y eso también vio Rivero, por eso tocó el pito y marcó el punto penal. Con la misma velocidad que lo cobró, se dio media vuelta y realizó el gesto de continuidad, como si nada hubiera pasado.

Reglamentariamente, con el sonido del silbato la jugada se debió haber detenido y, en caso de que entendiera que se apuró y después interpretó que no había infracción, se reponía con bote a tierra.