“Gravísimo error que pone en riesgo miles de empleos”: fuerte rechazo desde Mar del Plata a la simplificación para importar buques usados

Milei eliminó por decreto una medida vigente que dificultaba la importación de bienes de capital usados. El referente de la industria astillera Vito Contessi cruzó a Nación. La respuesta de Sturzenegger.

Fuerte advertencia desde Mar del Plata sobre los efectos negativos que generará la medida en la industria astillera.

17 de Abril de 2025 11:07

Por Redacción 0223

PARA 0223

En una nueva decisión de desregulación económica, el presidente Javier Milei emitió este miércoles el Decreto 273/2025 a través del cual eliminó una medida con más de 30 años de vigencia que exigía la tramitación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU) para la importación de equipamiento y maquinaria, por lo que se facilitará la compra de estos bienes de capital. La disposición generó rápidamente una reacción en diversos sectores industrial y la de los astilleros no se hizo esperar, con un referente marplatense a la cabeza.

“Es un gravísimo error que pone en riesgo a centenares de industrias y miles de empleos, pero que además denota un gobierno que no aprende de los errores del pasado. El ejemplo de la industria naval y pesquera es contundente”, afirmó Vito Contessi en un extenso tuit. “La impo de buques usados destruyó astilleros y dotó a la pesca de herramientas ineficientes”, añadió, citando como ejemplo una medida de 1971 que permitió la importación de más de 120 buques pesqueros usados, de los cuales una década después el 50% era “chatarra ocupando muelle y el 85% de las empresas quebradas”.

El referente de Astillero Contessi consideró que “el barco usado fomentó inversiones oportunistas y de corto plazo y generó competencia desleal con aquellos armadores que invirtieron en barcos nuevos. El Estado gastó millones de USD en sacar chatarra de los muelles y se generaron tragedias donde se perdieron decenas de vidas”.

“Cuando se puso un freno a la impo de barcos usados se multiplicaron los empleos e inversiones en la industria naval, hubo récords de botaduras y comenzaron a importarse buques nuevos”, lo que generó un “círculo virtuoso”. Contessi además marcó la contradicción de Milei con la política desplegada por Trump en Estados Unidos de defensa de la industria local.

Pero en Argentina no miramos el espejo de USA u otros países desarrollados, miramos el espejo de Nigeria, Angola o Namibia. Este decreto es propio de un país subdesarrollado. Hoy es un dia de mucha tristeza para la Industria Argentina. Se nos dijo que el gobierno venía a ordenar la macro y que los privados nos encargáramos de la micro, pero este Decreto que tiene un anexo de bienes excluidos, determina cuales industrias seguirán y cuales desaparecerán. No encuentro nada más dirigista e intromisivo que eso”, concluyó.

 

Sturzenegger: “Representa un desafío competitivo”

En respuesta a la postura en contra del decreto que expresó la Unión Industrial Argentina (UIA), el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, publicó otro extenso tuit donde defendió la medida y le pasó la pelota a los industriales. “En las múltiples charlas con esas organizaciones el tema de la importación de bienes de capital usados nunca apareció. Notable, porque cuando abrí mi mail para recibir sugerencias, llovieron decenas de empresarios pequeños y medianos pidiéndome desesperadamente que les abriéramos el juego permitiéndoles importar maquinaria. ¿Por qué esta agenda no estaba en los órganos que están pensado e impulsando la industria en Argentina?”, manifestó.

Creo que el problema es que esas organizaciones, me imagino, tienen una suerte de contradicción interna. La industria tiene múltiples eslabones. Y apoyar a uno es perjudicar a otro. Si se protege a la industria azucarera, dejás en desventaja a la industria alimenticia. Si se protege al acero, se le resta competitividad a la industria metalmecánica. Y así. Me pregunto cómo en el seno de las cámaras industriales resuelven estos conflictos”, sostuvo.

“Importar bienes de capital usados es un buen ejemplo de estos conflictos. Es un beneficio para miles de industrias, pero representa un desafío competitivo para las empresas que producen bienes de capital. Entonces ¿a quién defienden las entidades? ¿A los miles de empresarios beneficiarios o potenciales? ¿O a los que hoy producen esas máquinas?”, añadió. “Deberán buscar un denominador común, un pacto social entre ellos que permita aprovechar todas estas oportunidades”, finalizó.