"Ya sabe que mataron a su papá, está con muchas pesadillas": cómo sigue la salud del hijo del albañil

Lucas Matías Bonifacio Sánchez sigue internado. Su evolución es favorable, pero mientras su familia sabe desde hace unos días que los daños irreversibles en su médula por los dos disparos que recibió hace una semana en su vivienda harán imposible que vuelva a caminar, el joven solo conoce la muerte de su papá a manos de Lucas Santiago Jerez, que todavía sigue prófugo. 

"Está con un amigo, sin el celular. Sabe de la muerte de mi papá, está con muchas pesadillas", dijo su hermana Mónica, quien relató de qué manera sigue su recuperación, con sesiones de kinesiología para tener actividad en sus miembros superiores, luego de una semana internado y de haber peleado por su vida tras ser baleado en una pierna y en el abdomen cuando un delincuente ingresó a su vivienda del bario Juramento.

El joven, de 29 años, no cuenta con un teléfono celular en la habitación, por lo que aún no sabe parte de lo que ocurrió y cómo avanza la investigación sobre los atacantes: Jerez, sindicado como el autor de los disparos que mataron a Matheo Bonifacio Sánchez (63 años) e hirieron gravemente a su hijo, se mantiene prófugo de la justicia, mientras que su cómplice, Alan David Díaz, fue detenido el viernes pasado en la casa de una amiga, ubicada en Marcelo T. de Alvear al 3.300, en la que se escondía.

Para Mónica, mantenerse escondido mientras es buscado no resulta una tarea sencilla para el acusado del crimen, por lo que tienen esperanza de que en las próximas horas caiga y termine preso. "Él era amigo de los dos tucumanos que le alquilaban el departamento del fondo a mi papá, no sabemos si había vivido ahí con ellos, que se fueron", comentó la mujer. "Ya perdimos tanto, que también perdimos el miedo", señaló.

Con su cómplice detenido, los esfuerzos de los investigadores están centrados en el paradero de Lucas Jerez, de 31 años. El "Tucumano", que tiene antecedentes penales, está señalado como el hombre que el lunes por la noche llegó hasta la casa de Don Orione al 2300 con intenciones de robar en el PH que se encuentra en el fondo de la vivienda del barrio Juramento, en el que había vivido hasta hace un tiempo con dos compañeros que lo echaron del lugar y siguieron alquilándole esa construcción a Bonifacio.

Jerez, en venganza contra sus ex compañeros, volvió al lugar para robar más de una vez, pero el lunes hizo ruido al meterse en la vivienda y eso generó que el dueño de la casa fuese a su encuentro, generándose un forcejeo en el que recibió un disparo mortal en el pecho. Fue llevado de urgencia al Higa, pero no pudo sobrevivir.

Su hijo salió en su ayuda y recibió dos balazos, uno en una pierna y el otro en el abdomen, que lo puso al borde de la muerte y le dañó la médula.