Mirá la jugada que dejó sin tres puntos a Alvarado y desató la locura de Vázquez: ¿fue penal?

Es una acción fina y que da lugar a interpretaciones. Por contexto, por lo hablado en la previa y por la inclinación del árbitro durante todo el partido, hizo explotar a todo el "torito" que perdió dos puntos importantísimos. 

Córdoba llegó a este partido observado y no le importó. Así se fue del Minella, tras el escándalo por el penal del final. (Foto: Lucas Dimuro)

11 de Agosto de 2025 09:52

Por Redacción 0223

PARA 0223

La primera sensación, en la cancha, fue que no pasó nada. El delantero de Güemes se agacha para cabecear y, de golpe, se arroja de manera exagerada al piso. Carlos Córdoba, sin ningún tapujo, se agacha y marca contundente el punto penal para darle la chance a los santiagueños de empatar el partido cuando ya iban 50 minutos del segundo tiempo ante Alvarado en el José María Minella. Atrás de eso, el escándalo, las protestas, la expulsión de Vázquez y la igualdad definitiva que volvió a generar cruces con el árbitro y el banco visitante.

Las imágenes televisivas dejan apreciar un contacto de Kevin Silva en su intento de rechazar, pero es más la búsqueda del atacante, que baja la cabeza casi hasta la altura de la rodilla del defensor, que del marcador central que busca despejar. Lo que pasa, que con todo lo sabido en la previa y los antecedentes, cualquier acción más o menos parecida a una infracción, iba a terminar así. Y a Córdoba le quedó servida. Porque es polémica, porque es una jugada desafortunada, porque del otro lado da la sensación que hubiera sido acción peligrosa del delantero por poner en riesgo su propio físico tratando de cabecear a la altura de los pies, pero hay contacto y eso avala al árbitro para sancionar el penal.

Durante todo el partido, Córdoba no pareció ayudar a Güemes, pero sí "muñequeó" y parecía que el partido tenía que terminar en empate. No iba a "hacer ganar" a los santiagueños, pero tampoco "iba a dejar" que ganen los marplatenses. Todo eso llevó a la explosión del banco local, contra el árbitro y contra el banco visitante, donde Pablo Martel, conocido por sus actitudes ante fallos favorables tanto en Güemes como en Sarmiento de La Banda, se reía, hacía gestos y provocaba al dueño de casa.