Un testigo declaró que los dos imputados bajaron los restos de Farías

El fletero dijo que el amigo de Novoa dio órdenes durante el recorrido. Galluzo dijo que subió a la camioneta “para drogarse”. Este miércoles serán los alegatos.

Los alegatos serán este miércoles en el séptimo piso de Tribunales.

27 de Octubre de 2014 22:36

Por Redacción 0223

PARA 0223

Tras la postergación del viernes, la última jornada del debate en el que se juzga a Juan Ignacio Novoa por el crimen de Walter Farías realizada este lunes, dejó dos testimonios fundamentales: el del fletero Víctor Gorosito y el de Adrián Galluzo, imputado de encubrimiento agravado.

El testimonio de Gorosito permitió conocer la manera en que el 17 de enero se contrataron sus servicios para trasladar “unos restos de maderas” desde la calle Alvarado casi Santiago del Estero. El policía retirado detalló –anotaciones personales incluídas- a los jueces Pablo Viñas, Facundo Gómez Urso y Aldo Carnevale, cómo los dos imputados cargaron con dificultad varios objetos que tenían “olor a carne podrida”.

El fletero dijo que Galluzo y Novoa se negaron a recibir ayuda para subir las cosas que sacaron del local donde Farías fue asesinado. Antes de arrancar, le pidieron viajar en la caja para cuidar la mesa de televisor, las bolsas de consorcio, una lata de pintura y los restos de madera y zócalos que transportaban. Ante la sospecha de que algo raro pasaba, llamó dos veces al 911 y una a la Dirección de Infantería para que lo interceptaran, pero no tuvo éxito en su pedido.

Si bien la en su ex mujer de Galluzo había declarado que éste bajó del flete cuando se enteró que llevaban los restos desmembrados de Farías, Gorosito señaló que las dos personas bajaron juntas en el bosque Peralta Ramos después de que le modificaran dos veces el recorrido. Una vez allí “el rubio (Galluzo) dijo que se iba a buscar un auto y se fue del lugar, por lo que le entregué una tarjeta al otro y me fui porque tenía dos servicios más comprometidos”.

Después de una breve consulta con su abogado Sergio Fernández, Adrián Galluzo cambió su ubicación en la sala y se sentó frente al Tribunal para dar su versión de los hechos y responder las preguntas de las partes. Desde las diez y media de la mañana, y por espacio de una hora, el imputado por encubrimiento agravado, relató su relación con las drogas, detalles del consumo que compartía con Novoa  -a quien calificó como un “hermano”- y como fueron los hechos desde que llegó al local para drogarse, hasta que se presentó a declarar.

Galluzo dijo que “el 17 a las ocho y media de la mañana llegamos con Juani al local para buscar más cocaína y mientras el entró, yo fui al súper chino para comprar virulana y poder cocinarla”. Al regresar se quedó en la puerta de entrada y Novoa le dijo que había llamado un flete para trasladar unas alfombras que se habían ensuciado. “La baranda era horrible, pero subimos las cosas y viajamos atrás para poder fumar (cocaína) durante el viaje”, agregó.

En respuesta a una consulta del fiscal Juan Pablo Lódola, aclaró que recién por la zona del Sheraton Novoa le dijo quehabía matado al Dibu (Farías) porque lo tenía sometido y lo había amenazado con matar a la mamá y quemar el negocio”. En su relato “Juani contó que le pegó unos tiros en el local porque lo trataba de ‘gato’”, agregó.

Los testimonios a lo largo del debate han coincidido en que los dos imputados tenían una fuerte adicción a las drogas, al igual que la víctima que actuaba como proveedor de Novoa. En esa época “estábamos como zombies, no hablábamos nada y solo pensábamos en que no aparecieran cucarachas en el piso o que caiga un ninja del techo”, confesó Galluzo.

En el cierre de su declaración, relató que días antes de la muerte de Farías, éste lo había retenido a Novoa un par de días durante los cuales atacó a balazos a una persona, prendió fuego la puerta de una vivienda y lo mantuvo en una casa quinta en el camino viejo a Miramar.

Concluída la ronda de testigos, el Tribunal dispuso que la actividad se reanude el próximo miércoles. El fiscal Lódola, la abogada Celia De Caro –como representante del particular damnificado-, la defensora oficial Carla Auad por Novoa y Sergio Fernández por Galluzo, realizarán sus alegatos.