Licencias truchas: Belmonte dijo que era “una pantalla, el boludo”

El hombre acusado de ser el líder de la banda que vendía registros declaró ante el fiscal Fernando Berlingieri por la causa que investiga la tramitación del carnet de Federico Bal. Le apunto al intendente y varios funcionarios.

El distrito El Gaucho fue allanado en dos oportunidades a lo largo de este año y medio. Foto: archivo 0223. 

8 de Octubre de 2015 22:58

Por Redacción 0223

PARA 0223

Exactamente un año y medio después de que estallara el escándalo en el que se desbarató una banda de delincuentes dedicada a vender licencias de conducir truchas en el distrito descentralizado El Gaucho, el presunto líder, Juan Carlos Belmonte, declaró por primera vez ante la justicia, y dijo que él solo era “una pantalla”.

Belmonte, que espera el juicio con arresto domiciliario por problemas de salud, declaró ante el fiscal de Delitos Económicos, Fernando Berlingieri. Su testimonio, en el marco del artículo 308 del Código de Procedimiento Penal, no fue por la investigación central conocida como las licencias truchas, sino que prestó declaración indagatoria en el marco de la investigación que busca determinar si el hijo de Carmen Barbieri, Federico Bal, obtuvo la licencia de conducir de manera irregular.

Belmonte se presentó asesorado por su nuevo abogado defensor, Sergio Sosa Ortega (el mismo letrado que representa a los dos integrantes de la banda que resolvieron su situación con un juicio abreviado) y disparó munición pesada contra varios funcionarios de Acción Marplatense, incluido el intendente Gustavo Pulti. “Yo era una pantalla, el boludo de estos señores. Ellos venían, hacían y deshacían”, señaló Belmonte.

En su calidad de imputado, el extitular del área de Licencias de Conducir no está obligado a decir la verdad. Sin embargo, su presentación ante la Justicia generó fuertes polémicas.

En cuanto a la situación puntual de Federico Bal, “Canito” le apuntó directamente a Guillermo Iglesias y acusó al director de Movilidad Urbana de ser el artífice del pedido para que no realizara ninguna de las pruebas correspondientes. Belmonte indicó que  nunca conoció a Bal y que él sólo firmó los papeles correspondientes, sin que le conste si había hecho los exámenes correspondientes (teórico, práctico y médico). “Yo no veía los exámenes teóricos”, aclaró.

Ante una pregunta del fiscal, Belmonte aprovechó para decir lo que realmente fue a decir: “El trámite normal es con turno, pero esto es Licencias de Conducir. Dejó de ser eso para ser un comité de Acción Marplatense. Así como llevaron a Bal, llevaron a jueces, fiscales, cónsul, comisarios, concejales, primos del intendente, la mujer del primo del intendente, hijos de este matrimonio, empresarios, hasta cartoneros. Se hacía política”.

Cuando Berlingieri le preguntó quiénes iban. Belmonte aclaró que no daría nombres, pero sí remarcó que eran Iglesias y Adrián Alveolite los que llevaban a todos.

En otro tramo de su declaración, Belmonte, que en estos 18 meses desde que estalló el escándalo no había hablado ni ante la justicia ni ante los medios, dijo que la denuncia “surge para reforzar lo miserables que fueron conmigo”.

“Yo le dije al intendente que me quería jubilar y él me dijo Vos no te jubilás, vos te jubilás cuando yo me vaya”, relató el acusado de liderar la banda que vendía licencias ilegales.

El exdirector del área dijo que los funcionarios de Acción Marplatense que conocían todo lo que ocurría pasaron a ser denunciantes. “Y el amigo que yo tenía, Pulti, que iba a mi casa y besaba a mis nietos, pasó a ser el gran traidor”, añadió.

Durante estos 18 meses no percibió el sueldo y, según dijo, vive de lo que le dan sus hijos.   Belmonte recibió el arresto domiciliario por problemas de salud y en los últimos meses fue sometido a una operación. “Me la pagó el amigo Pulti. El motivo era No hables. Le dio la plata a mi señora y otra parte la fue a pagar a la Clínica 25 de Mayo”.