Las claves para esclarecer el crimen del taxista

Tras la detención de “Junior” Balbuena se hicieron seis allanamientos. No hallaron el revólver calibre .38 utilizado. Buscan a un adolescente de 15 años.

11 de Mayo de 2015 07:25

Por Redacción 0223

PARA 0223

Más allá de la rápida detención de un sujeto de 23 años sindicado como posible autor del crimen de Mario Riera, la investigación por el crimen del taxista avanzó otro tanto con la realización de seis allanamientos en la zona del hecho y la declaración de varios testigos.

Luego de aprehender a Luis “Junior” Balbuena –un sujeto con antecedentes por robo calificado y otros delitos- personal de la Dirección Departamental de Investigaciones allanó seis domicilios en inmediaciones de la zona. Además de la vivienda ubicada en Sabio al 3100 que ocupaba el imputado , se revisaron otros inmuebles en la búsqueda de un adolescente de 15 años que habría participado del hecho.

Con el apoyo del Grupo Halcón y de efectivos del área de Seguridad, el personal de la DDI comenzó los allanamientos –autorizados por la Justicia de Garantías- sobre la avenida Mario Bravo entre Mateotti y Talcahuano. Desde allí ingresaron a tres domicilios ubicados en el asentamiento y a otros dos ubicados en cercanías del lugar del hecho.

Fuentes cercanas a la causa le confirmaron a 0223 que en dos de las viviendas secuestraron un par de celulares y ropa similar a la que usaban las dos personas que descendieron del taxi licencia 341 el sábado por la tarde tras dispararle al trabajador de 60 años.

 

Un llamado, intento de defensa y dos disparos

Aunque aún restan confirmar algunos datos, los momentos previos al ataque que sufrió Riera y que culminaron con su muerte están bastante claro para los investigadores. El taxista llegó hasta la zona de Mateotti y Benito Lynch para buscar un viaje que se había solicitado a la empresa Taxicoop.

La peligrosidad de la zona –conocida y denunciada por los trabajadores- provoca que los choferes tomen algunos recaudos especiales al momento de aceptar esos viajes. El presidente de Taxicoop Angel De Paolo le dijo a 0223 que “la operadora le advirtió a Riera que si el pasajero no aparecía enseguida se fuera del lugar”.

Aquí aparece una de las dudas de la investigación en cuanto a la manera en que los delincuentes abordaron el Renault Logan. No se precisó si fueron ellos quienes llamaron a la empresa –de ahí la importancia de los celulares secuestrados- o si abordaron el rodado a cincuenta metros del destino que Riera tenía previsto.

De acuerdo a los datos que manejan los investigadores, uno de los sujetos subió en el asiento del acompañante y otro en el trasero. El rodado comenzó a circular y allí habría sucedido un primer forcejeo en el que Riera quiso defenderse usando un gas pimienta. Ese intento de defensa terminó cuando uno de los sujetos –posiblemente el detenido-  disparó dos veces su revólver calibre .38. El rodado detuvo su marcha en Mateotti y Güiraldes y los dos agresores escaparon corriendo.

Al lugar llegó un compañero de Riera que lo cargó en su rodado y lo llevó hasta el Hospital Interzonal General de Agudos, donde murió poco después de su ingreso. El taxi licencia 341 fue trasladado hasta el Higa por otro trabajador que se acercó luego de que la noticia del ataque fuera difundida entre los choferes.

Tras la operación de autopsia –cuyos detalles fueron adelantados por este medio- se recuperaron dos proyectiles calibre .38. Uno de ellos presenta un “accidente balístico” que sería producto del roce con el envase de gas pimienta antes de atravesar la mano del Riera y quedar alojado en su pierna. El otro plomo perforó el hígado y terminó en cercanías de la columna, provocando su deceso.