Para “defender” la industria textil de las importaciones, crean un “mapa productivo”

Preocupados ante la posible apertura de las importaciones, la Cámara Textil de Mar del Plata está desde hace dos meses está elaborando un “mapa productivo” destinado a reflejar la situación laboral que tiene el sector y que sirva de “testigo” ante las autoridades nacionales de cómo podría afectar el ingreso indiscriminado de prendas “elaboradas con mano de obra esclava”.

“La idea es que este documento sirva para demostrar la fragilidad de la industria, en el caso que el Gobierno Nacional permite el ingreso indiscriminado de prendas del exterior y el perjuicio a los miles de puestos de trabajo que podrían perderse. Nosotros no tenemos problemas en tener competencia pero que esta competencia sea leal”, afirmó María Liberati, presidenta de la Cámara Textil local, en diálogo con 0223.

La empresaria remarcó que “la principal preocupación de los textiles pasa porque las licencias no automáticas vencieron a fin de año” y es por este motivo que desde el sector -en conjunto con la Defensoría del Pueblo- solicitarán una reunión con el ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera para plantear “a cuántos afectaría de darse esta polémica medida”.

En ese contexto, Liberati informó que la elaboración de este mapa productivo se está realizando con la colaboración del Inti, la secretaría de Desarrollo Municipal, la Fundación Proteger y busca tener “los datos exactos”  de cuanta gente trabaja y el número de empresas. “Los datos son absolutamente confidenciales y la idea es que nos sirvan para exigir políticas públicas para el sector de la industria textil. De esta manera podemos exigir mucho más”, ratificó.

Por último la empresaria explicó los “beneficios” que implicaban las licencias no automáticas a las importaciones, creadas bajo el gobierno de Néstor Kirchner: “Desde el 2007 que se puso en vigencia y se regulaba el ingreso de mercadería del exterior. Entraban con un precio de base y en un cupo de 10% más que el año anterior. No de forma indiscriminada. Y esto mejoro muchísimo porque muchas marcas que traían de afuera, empezaron a producir en el país. Fue una muy buena medida pero a veces los extremos no son buenos, porque generó asimismo que no se pudieran conseguir máquinas o repuestos, por estar producidos sólo en el exterior”, concluyó Liberati.