Chocó contra un caballo suelto: lo sacrificaron a hachazos en el medio de la calle

Una mujer resultó con golpes y cortes en la cara y los brazos luego de que el auto en el que circulaba chocara contra una yegua que andaba suelta por el barrio Acantilados. El hecho ocurrió este lunes a las 5.50 de la mañana, a metros del cruce de la ruta 11 y la calle 503. El animal –los vecinos creen forma parte de una tropilla de alrededor de diez caballos de los cuales se desconocen los dueños y que suelen andar por la zona-, sufrió las fracturas de las extremidades, producto del impacto contra el parabrisas del coche y, ante la gravedad de las lesiones, debieron sacrificarlo.

Pero la historia no terminó allí: atentos a la situación, los vecinos de la cuadra llamaron, por un lado, a la ambulancia para que asistieran a la conductora y, por el otro, a Zoonosis para que se ocupara de la yegua, que había quedado tirada al costado de la calle. En ambos casos, hubo una demora de más de una hora.

Primero fue asistida la mujer, que debió ser trasladada al hospital Interzonal. Pero aún, en el lugar del hecho, continuaba el animal malherido, por lo que un residente de la zona decidió ir a una radio a pedir ayuda.

Una hora y media más tarde, agentes de Defensa Civil y personal del zoológico de Sierra de los Padres arribaron al sector y confirmaron que era necesario sacrificar a la yegua. Lo que hace aún más terrible el episodio es la forma en la que lo hicieron: la golpearon con una maza y la seccionaron a hachazos, en el medio de la calle, una de las arterias principales y, en consecuencia, más concurridas del barrio. Luego, cargaron las partes del animal en una camioneta y se fueron. También se llevaron al potrillito, aunque hasta el momento se desconoce a dónde.

Cecilia Zampini, vecinalista del barrio Acantilados, definió lo ocurrido como “un espectáculo cruel y dantesco” y advirtió que el suceso deja al descubierto numerosas cuestiones por las que reclaman desde hace años. “La mujer chocó con animales andan sueltos, no sólo porque la gente no los ata como corresponde, sino porque tampoco hay nadie que se ocupe de controlar que eso no pase”, dijo al ser consultada por 0223.

Según Zampini, es habitual que los caballos caminen por la zona y que, en muchos casos, no se sepa quiénes son sus propietarios. “Por las características y los pelajes, uno imagina que son caballos de carro pero ni siquiera sabemos de dónde vienen”, explicó.

Además, reparó en que la falta de iluminación en la ruta y el mal estado de las calles, fueron otros de los factores que provocaron el accidente. “A eso hay que sumarle la demora en el arribo de la ambulancia, algo que se habría evitado si hubiera una en el centro de salud de Playa Serena, al que también le falta de todo: aunque está abierto las 24 horas, no tiene médicos ni insumos y, ante una emergencia, los pacientes son derivados a las salita de Guahanani”.

“Lamentablemente, una vez más queda en evidencia la ausencia del Estado en los barrios más alejados de la ciudad y, ante una situación que debería resolverse con personas idóneas, terminamos siendo testigos de una barbarie”, aseveró, y anticipó que harán una denuncia penal por maltrato animal.