La duda eterna

Franco Vellaz murió y le dejó a su padre un profundo dolor, acompañado de una duda eterna.

30 de Diciembre de 2013 14:27

Por Redacción 0223

PARA 0223

Marcelo Vellaz recibió el miércoles 14 de agosto la peor noticia que se le puede dar un padre: Franco, su hijo de 13 años internado en el Hospital Materno Infantil de Mar del Plata por un derrame, tenía muerte cerebral y su estado era irreversible.

Pese a tanto dolor, el hombre tomó una decisión que iba a evitarle pasar ese momento a los padres de otros niños: donar los órganos. Sin embargo, los responsables del Centro Único de Ablación e Implante de la Provincia de Buenos Aires (Cucaiba) jamás llegaron y el menor falleció 37 horas después, sin haber sido sometido a la ablación.

El caso generó gran conmoción en Mar del Plata y a nivel nacional, y el titular del Cucaiba, Adrián Tarditti, debió salir a dar explicaciones. Según dijo, los estudios que se le realizaron al chico indicaron que “no tenía muerte encefálica” y eso impidió que se avanzara con el proceso de donación. Dos días más tarde, la misma versión de los hechos le ofreció al papá de Franco.

Pero ya era tarde. Marcelo vivirá siempre con la duda de si no se pudo haber hecho algo más.