La jefa de guardia del Higa trabaja sin uniforme y escondida por amenazas

A horas de los incidentes que derivaron en el maltrato al personal del Hospital Interzonal por parte de familiares de un joven baleado, la jefa de guardia del Higa, Andrea Potes, dio cuenta de que ese tipo de episodios son consecuencia de la tan denunciada “falta” de seguridad en el nosocomio y el nivel de “violencia física y verbal” que debe afrontar a diaro el personal que trabaja allí.

Pero la historia no terminó ahí: las declaraciones formuladas por la profesional no fueron bien recibidas por los allegados de los tres jóvenes que se encuentran internados en el hospital, quienes realizaron una manifestación frente a las puertas del Higa -con quema de gomas incluido- para  "pedir la cabeza” de Potes. Por eso, ahora la mujer trabaja prácticamente escondida. 

“Cerca de 100 personas se congregaron ayer (por el martes) en la puerta del hospital y decían que no se iban a ir hasta que yo no saliera a hablar con ellos, en una actitud amenazante. Según los familiares, los injurié, así que estoy trabajando escondida en el hospital y sin uniforme. Me siento amenazada”, contó este miércoles la jefa de guardia del nosocomio en diálogo con 0223.

La doctora sostuvo que, en primera instancia, los familiares y allegados de los jóvenes “fueron al sector de Recursos Humanos pidiendo mi cabeza" pero, "como no les dieron respuestas, organizaron esta protesta con quema de gomas". "Eso -dijo- ocurrió desde las 19 hasta la medianoche”.

En ese contexto, Potes indicó que esta manifestación fue "otra forma de violencia hacia el personal del hospital", y pidió que se refuerce la seguridad en el sector. “Es una amenaza y por eso tengo que salir a difundirlo”, afirmó por último.