Muerte en el calabozo: comenzó el juicio a un ex policía

Alejandro Sosa murió en marzo de 2013 en la comisaría tercera. Carlos Córdoba está acusado de homicidio agravado por ensañamiento y por ser funcionario policial.

19 de Agosto de 2015 08:31

Por Redacción 0223

PARA 0223

El 12 de marzo de 2013 Alejandro Sosa fue detenido de manera irregular y trasladado a la comisaría tercera. Horas después el hombre de 41 años murió producto de la golpiza recibida. Los entretelones del hecho y la responsabilidad del policía que fue desafectado días después, son los ejes centrales del juicio que comenzó este martes en el Tribunal Oral en lo Criminal 4.

Al igual que en buena parte de la instrucción penal preparatoria, el Ministerio Público Fiscal imputó al ex agente Carlos Córdoba de homicidio agravado por ensañamiento y por la función de policía que ejercía en ese momento. En la primera de las audiencias, el fiscal Fernando Berlingeri sostuvo los lineamientos que desarrollará durante el debate. En principio el abogado César Sivo -patrocinante de la familia de Sosa– acompañará esa línea de trabajo.

Por su parte, la defensa del imputado a cargo de Alejandro Borawsky adelantó que no puede probarse la materialidad del hecho como tal y que Córdoba no participó del mismo. En la misma línea señaló que cuestionará la calificación legal propuesta por la fiscalía.

Si bien los jueces Alfredo De Leonardis, Gustavo Fissore y Jorge Peralta tienen previsto que las audiencias se desarrollen hasta el martes próximo, las mismas podrían finalizar este viernes si se desiste de la participación de algunos testigos. En la primea audiencia –que se extendió por más de cinco horas- declararon un hermano y un familiar de Sosa, además de dos testigos de la detención.

El origen de la detención de Sosa por parte de personal policial de civil estuvo relacionado con el relato que hizo una persona acerca de que Sosa le había apuntado con un arma de fuego. Esa tarde el joven estacionó frente a un taller y dijo que habían intentado asaltarlo. El dueño del local confirmó esos dichos y que varias personas –incluyendo al imputado- salieron a buscar al supuesto autor del intento de robo.

Luego de versiones cruzadas y de las irregularidades iniciales, se comprobó que Sosa fue interceptado en José Martí al 1700 y fue violentamente golpeado hasta que lo llevaron a la comisaría tercera. La brutalidad del traslado fue ejemplificada por un hermano de la víctima quien recordó ante los jueces que en el predio donde lo atacaron encontró “tirados los dientes de Alejandro”.

Luego de que la autopsia desacreditara la versión oficial de que la víctima se descompuso en el calabozo y confirmara la multiplicidad de golpes recibidos, la Auditoría General de Asuntos Internos desafectó a Córdoba, removió al jefe de la dependencia y dispuso la reubicación de otros seis efectivos hasta que avanzara la investigación. El único imputado del homicidio está cumpliendo la prisión preventiva en el complejo penitenciario de Batán.