“Cuando Córdoba se enteró de que Sosa murió me pidió que lo meta preso”

El extitular de la comisaría tercera pensó que el policía había "molido a palos" a la víctima. Sostuvo que llevaban un borrador del cuaderno de guardia por prolijidad.

El presidente del Tribunal hizo algunas aclaraciones durante la audiencia. (Foto: 0223).

24 de Agosto de 2015 19:46

Por Redacción 0223

PARA 0223

Demora en el llamado a la ambulancia, modo de informar lo sucedido a la fiscalía y duplicación del libro de guardia. Aunque esas irregularidades forman parte de otra instrucción penal preparatoria, esos puntos sobrevolaron la quinta audiencia del juicio que se le sigue al ex policía Carlos Córdoba por la muerte de Alejandro Sosa en la comisaría tercera.

Los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal 4 escucharon en primer lugar a Guillermo Reginato, quien estaba a cargo de la dependencia en marzo de 2013. El ex titular de la comisaría –desafectado tras los hechos- declaró que esa jornada regresó al lugar entre las tres y cuatro de la tarde cuando Sosa ya estaba aprehendido de manera irregular.

Reginato recordó que vio a la víctima bajo el descanso de la escalera y no notó nada extraño. “En el cambio de guardia Barrreto me dijo que Sosa estaba jodido y que le dolía la panza, por lo que comuniqué la situación a la fiscal Sánchez y pedí que llamaran una ambulancia”, dijo.

Ante el tenor de algunas preguntas del fiscal Fernando Berlingeri y del particular damnificado César Sivo, el presidente del Tribunal recordó que el  juicio está relacionado con la participación de Córdoba en la muerte de Alejandro Sosa. El juez Gustavo Fissore remarcó que las irregularidades que se hayan registrado por el resto del personal o autoridades de la seccional forman parte de una causa que se tramita en la fiscalía 8.

En su alocución –que duró una hora y media- Reginato aclaró que ese día vio dos veces al imputado. La primera, cuando llegó a la comisaría y lo felicitó porque había hecho la aprehensión de manera individual; y la segunda cuando lo notificaron del deceso de Sosa. “Cuando se enteró de lo que pasó, me dijo que lo meta preso, que le metiera los ganchos y pensé que lo había molido a palos”, relató.

Consultado acerca de los motivos que habían originado meses antes el traslado de Carlos Córdoba a otro lugar de trabajo, el ex comisario explicó que los compañeros no querían salir a trabajar con él porque “era apresurado, arrebatado y había que ponerle límites, además de no tener buen trato con la gente que había sido víctima de algún hecho”.

 

Borrador, cuaderno y dictado

Las dudas acerca de la cantidad de llamados, el momento en que se realizaron y la demora para solicitar atención médica aparecieron nuevamente con la lectura del cuaderno de guardia de esa jornada. Tanto a Reginato como a las policías Aldana Vera y Paola Vera se les hicieron consultas por las irregularidades o faltantes detectados.

El entonces titular de la dependencia dijo que para emprolijar el libro de guardia le recomendaba a la agente que anotara las cosas en una hoja borrador y que posteriormente lo pasara para que quedara prolijo. Sin embargo, la responsable de esa labor dijo que la mayoría de las veces le dictaban lo que debía poner.

El testimonio de Aldana Vera no aportó datos significativos al Tribunal, ya que sostuvo que esa jornada no escuchó nada extraño dentro de la comisaría. Solamente le llamó la atención la manera en que trasladaron a Sosa hasta el patrullero para llevarlo al hospital, pero esa cuestión ya había sido descripta con anterioridad.

Aunque originalmente estaba previsto que las audiencias finalizaran el martes 25, los jueces Alfredo De Leonardis, Gustavo Fissore y Jorge Peralta no descartaron que utilicen también el día miércoles. Las partes fueron notificadas de que los alegatos serán el viernes 28 desde las nueve de la mañana.