Condenan a perpetua al policía que mató a golpes a un detenido

El Tribunal consideró al exsargento Carlos Córdoba autor de homicidio agravado. Reclamó a la Fiscalía General por la demora en la causa por las irregularidades en la comisaría tercera.

Familiares de Alejandro Sosa, emocionados tras la condena al policía. Fotos: Romina Elvira.

3 de Septiembre de 2015 16:06

Por Redacción 0223

PARA 0223

Dos años y medio después de la brutal golpiza que Alejandro Sosa sufrió cuando fue detenido en su vivienda y que provocó su muerte a las pocas horas, la Justicia condenó al exsargento de policía Carlos Córdoba a la pena de prisión perpetua. En la misma sentencia le pidieron a la Fiscalía General que avance la investigación para detallar las responsabilidades y la posible omisión de deberes que cometieron otros efectivos policiales.

A lo largo de casi dos horas y analizando los puntos centrales de las audiencias y alegatos, los integrantes del Tribunal Oral en lo Criminal 4 condenaron a Córdoba por el delito de homicidio agravado por abuso de su función como miembro de la fuerza policial. Para los jueces quedó acreditado que fue el único autor de los golpes que fracturaron sus costillas y le provocaron las heridas internas que derivaron en su deceso.

Los jueces Alfredo De Leonardis, Gustavo Fissore y Jorge Peralta tuvieron en cuenta la solicitud planteada por el abogado César Sivo, representante del particular damnificado, y solicitaron a la Fiscalía General que se avance en la investigación por los errores u omisión de otros efectivos policiales. Como informó oportunamente 0223, durante la detención de Sosa en la comisaría tercera no se llevó adelante ningún protocolo para resguardar la salud del herido.

En el mismo sentido le solicitarán al Ministerio de Seguridad bonaerense que se solucionen los “inconvenientes recurrentes” que se observan en el área de Cuerpo Médico. El día de los hechos no había profesionales trabajando, lo que provocó que Córdoba no recibiera atención médica hasta que su estado empeoró.

Los jueces desestimaron el pedido del abogado defensor Alejandro Borawsky al considerar que su defendido no cometió un error o un exceso en su accionar. Para los magistrados las patadas que le dio de manera reiterada en el piso cuando ya estaba reducido fueron parte de “una golpiza con furia” que estaba lejos de su tarea como policía.