La laguna en peligro: por las obras de un barrio privado, constatan daño ambiental

Por el reclamo de una asociación civil, la justicia comprobó irregularidades y ordenó paralizar las obras del emprendimiento “Lagos del Mar”, ubicado sobre ruta 11.

30 de Septiembre de 2015 13:46

Por Redacción 0223

PARA 0223

A metros del peaje ubicado en el ingreso al balneario parque Mar Chiquita, sobre ruta 11 kilómetro 490, el emprendimiento Barrio Náutico Privado “Lagos del Mar” impacta por su envergadura. 870 metros cuadrados emplazados sobre uno de los límites de la reserva natural que buscan continuar con el auge inmobiliario. Aparentemente, a cualquier costo.

En 2012, con la sanción de la ordenanza nº67, el Concejo Deliberante del distrito desafectó la zona del área rural en la que se hallaba y fijó los terrenos como urbanos. Habilitó, con esa normativa, la construcción del mencionado barrio privado. Según la Asociación Civil Casa del Trabajador, la desafectación realizada por el poder legislativo local no incluyó ningún estudio de impacto ambiental.

Con la laguna de Mar Chiquita declarada Reserva Mundial de Biosfera por la Unesco en el año 1996, por ser única en su tipo, y protegida por Decreto provincial 1581/80 y ley 12.270 como parte integral de la Unidad de Conservación Mar Chiquita, -que involucra la albúfera y los pastizales periféricos-, desde la referida organización presentaron una acción de amparo requiriendo el cese inmediato de la ejecución de las obras.

Este martes, finalmente, el Juzgado de Responsabilidad Juvenil Nº2 del Departamento Judicial Mar del Plata ordenó la paralización de toda actividad en el lugar. Por su parte, desde hace tiempo, en paralelo a desarrollar su radicación, el emprendimiento inició una venta masiva de lotes.

Según expresó el abogado Julio Hikkilo en diálogo con La Gazeta, “el biólogo Armando Cicchino realizó un informe en el que efectivamente constató que esta inversión inmobiliaria está causando un grave daño al medio ambiente de la reserva, no solamente a las especies que allí habitan, sino también que al rellenar los humedales, se generarán procesos de inundación en todo lo que es el poblado vecino”, graficó.

En sintonía con lo que denuncian desde la Casa del Trabajador, Hikkilo afirmó que los primeros pasos en la construcción del barrio comenzaron a realizarse en forma clandestina: “Este barrio se está ejecutando sin contar con la declaración de impacto ambiental que exige la normativa vigente para ver si es factible realizarla o no”.

De acuerdo al letrado, hay múltiples responsables. “Acá hubo connivencia de las autoridades municipales y provinciales que no actuaron en tiempo y forma. Primero, de los funcionarios que estaban a cargo desde el momento que se desafectó este área protegida de zona rural a una zona urbana. O sea que la ilegalidad es de base. A partir de ahí, la construcción del emprendimiento sin contar con las medidas ni estudios necesarios, determina que esto sea clandestino”, expresó.

Lo más complejo, sin embargo, parece estar por venir. “Espero que los propietarios reflexionen, tendrán que pedir las explicaciones a quienes vendieron estas propiedades. Este es un primer paso importante porque ordena el cese de toda la actividad, esperemos que los titulares de este fideicomiso y las autoridades municipales y provinciales hagan cumplir esta resolución judicial que es importante para frenar un emprendimiento que es clandestino”.