Vecinos de Mar Chiquita piden no convalidar la ordenanza que favorece a Lagos del Mar

Le enviaron una carta el Ejecutivo bonaerense. Sucede días después de que hicieran lo propio los fiduciarios que invirtieron en el polémico desarrollo lindero a la laguna.

Una de las protestas vecinales realizadas en el ingreso al barrio privado Lagos del Mar.

27 de Febrero de 2022 16:51

Por Redacción 0223

PARA 0223

Vecinos y ciudadanos del partido de Mar Chiquita y otros puntos de la provincia de Buenos Aires le enviaron una carta a la gobernación bonaerense para solicitar que no se avale la ordenanza municipal que otorga los permisos para la construcción del polémico barrio privado Lagos del Mar, situado en la zona de la albufera.

El desarrollo inmobiliario se encuentra paralizado por la justicia desde hace más de media década luego de haberse iniciado en el marco de serias irregularidades. Su ubicación, lindera a la laguna de Mar Chiquita, ha generado un profundo rechazo de residentes de la zona y ambientalistas de todo el país.

La nota de los que se oponen al barrio se conoce días después de que los fiduciarios del emprendimiento privado hicieran lo propio con una carta dirigida a la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, en la que piden lo contrario: que se aceleren los trámites administrativos para darle continuidad a la inversión.

“Somos un grupo de ciudadanos del partido de Mar Chiquita y otros puntos de nuestra provincia de Buenos Aires y Argentina en defensa de lo que es patrimonio de todos los argentinos, como es la reserva de biósfera Parque Atlántico Mar Chiquito, única albufera del territorio nacional y hábitat de más de 200 especies de aves entre migratorias y residentes, mamíferos, peces, reptiles y crustáceos que habitan diversos ambientes naturales preservados por varias normas de conservación del medio ambiente”, señala en el primer párrafo la carta dirigida a Kicillof y a la citada Álvarez Rodríguez.

Un cambio de nombre considerado “oportunista”

Los opositores al proyecto hacen mención al cambio de nombre que tuvo el emprendimiento, inicialmente denominado barrio náutico Lagos del Mar y ahora renombrado Eco Barrio Lagos del Mar. “Nos preguntamos cuál fue la causa del cambio de denominación, y planteamos -desde un principio- que la misma es oportunista y busca a todas luces parecer amigable con el medio ambiente cuando nunca lo fue, según atestiguan los informes de la Universidad Nacional de Mar del Plata sobre el predio”.

Poco después de que el desarrollo quedara paralizado, diversos estudios surgidos desde la Unmdp fueron lapidarios sobre las consecuencias que generaría en la albufera la construcción de decenas de viviendas.

“Consideramos que la reactivación económica y la creación de puestos de trabajo ofrecidas por los desarrolladores del proyecto no necesariamente vienen de la mano de emprendimientos inmobiliarios excluyentes como lo son todos los barrios cerrados, y decididamente no lo hacen desde emprendimientos que se inician, promueven y venden al margen de las leyes”, cuestionan los vecinos.

“Mal puede hablar de ser amigable con el entorno o hablar de sustentabilidad un proyecto inmobiliario cuya capacidad duplica al menos a la población estable del balneario parque Mar Chiquita, localidad que lejos está de encontrarse en emergencia habitacional, crecimiento demográfico que -además- generaría una sobredemanda de bienes y servicios cuyo costo deberá ser soportado mayormente por el Estado Municipal y Provincial, como la provisión de servicios públicos, educación, salud, seguridad, recolección de residuos”, advirtieron a continuación los residentes de la zona.

Denuncia contra los desarrolladores por argumentos falaces

En la carta enviada a Kicillof, los manifestantes -que han realizado ya multitudinarias caravanas por la ruta 11-, consideran que “multiplicar la antropización (ocupación humana) de playas y médanos no colaborará a salir de la situación de emergencia ambiental” en la que se halla el partido “sino que la agravará al crecer el tránsito de personas y vehículos sobre las playas y el cordón de médanos costeros”.

“Los desarrolladores aducen la carencia de servicios de infraestructura del balneario parque Mar Chiquita, fundado hace 79 años, como otro falaz argumento para la habilitación de su emprendimiento, siendo que mayoritariamente las construcciones actuales son preexistentes a la institución de la reserva. Como si la carencia de agua potable o red cloacal fueran a resolverla ellos, o la falta de gas natural los habilitara a construir su emprendimiento”, recriminan.

En esa línea afirman que hay una falacia mayor que cualquier otra, vinculada a la venta inicial del espacio como un barrio náutico para convertirla en un eco barrio. “Nos preguntamos si los compradores se sintieron vulnerados en sus derechos al pretender comprar una cosa que se convierte en otra, o acataron mansamente este cambio que les irrogará no sólo cambiar su proyecto de construcción, sino su forma de habitarlo”.

“Los eco barrios -en principio- se encuentran en un entorno urbano y, a diferencia de un barrio tradicional, son más eficientes siendo energéticamente autosuficientes, generando su propia energía. Además integran la agricultura ecológica, la economía circular, el comercio justo. Sutil diferencia con un barrio náutico con sus marinas, amarras, guarderías de embarcaciones. Sutil diferencia entre los interesados en uno u otro”, exclaman los vecinos marchiquitenses.

Escuela sustentable

Al hacer foco en el presente de la localidad de Mar Chiquita los residentes de la zona citan la construcción años atrás de la primera escuela sustentable como el pie necesario para la toma de conciencia por parte de los lugareños y visitantes en relación a la urgente necesidad de minimizar el impacto ambiental de la presencia humana en el entorno de la albufera.

“Consideramos que la reserva brinda múltiples oportunidades de desarrollo y empleo basado en el aprovechamiento de la naturaleza como recurso turístico, sin invadir ni dañar las áreas naturales protegidas. Prueba de ello son los parques nacionales que reciben anualmente miles de turistas que demandan servicios y mano de obra mejor pagos que los ofrecidos por un barrio cerrado”, señalaron.

Las autoridades nacionales buscan desde hace tiempo crear un parque nacional extendido entre la albufera de Mar Chiquita y el faro Querandí en el partido de Villa Gesell.

Irregularidades e insostenibilidad

Sobre el informe de la empresa, que dice que “el 90% las obras de infraestructura ya se han realizado”, los vecinos sostienen que se debió “a  la impericia y negligencia de sus desarrolladores, que debieron comenzar cumpliendo las formas legales, obteniendo una declaración de impacto ambiental que ahora exigen, corriendo entonces por su exclusiva cuenta el riesgo empresario de iniciar las obras, como así también el de reparar el comprobado daño ambiental causado en el espacio”.

“Los firmantes pedimos a todos ustedes que nos den la posibilidad de seguir viviendo en un ambiente seguro, en armonía con la naturaleza, en una comunidad a escala humana, que aprende diariamente sobre su entorno y busca minimizar su impacto en él, sin multiplicar brutalmente la población estable y con ello la demanda de recursos y servicios inexistentes, o la estacional, generando con ello capacidad ociosa y mano de obra desocupada. Ambos extremos atentan contra la sustentabilidad declamada, y convierten a emprendimientos de esta naturaleza en insostenibles en el tiempo”, agregaron los manifestantes.

Ordenanza 037/21

Al referirse a la ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante en 2021, los vecinos de Mar Chiquita aseguran que los inversores “exigieron agresivamente a las autoridades del municipio su sanción, legislando por tercera vez sobre una cuestión cautelada”.

“Con ella van a la Dirección Provincial de Ordenamiento Urbano y Territorial de la Provincia de Buenos Aires y al Opds reclamando la convalidación de dicha ordenanza y la declaración de impacto ambiental, que debieron haber solicitado previo al inicio de obra alguna”, recordaron en esa línea.

Experiencias internacionales negativas

Finalmente, al solicitar a los funcionarios que no avance el proyecto, los vecinos expusieron otros casos similares sucedidos en España, que no terminaron de buen modo. “Consideramos que la experiencia del Mar Menor en Murcia, y L’Albufera en Valencia entre otros casos de ocupación de espacios naturales similares no deben descartarse a la hora de poder ver hacia el futuro el efecto que causa sobre las áreas protegidas el desmedido desarrollo inmobiliario”.

“Señores funcionarios, para que quede claro: los desarrolladores de Lagos del Mar exigen de ustedes, como premio a su absoluta falta de respeto a las normas, que les brinden la convalidación de la ordenanza de zonificación y la declaración de impacto ambiental que debieron haber solicitado antes de iniciar obra alguna. Consideramos que habilitar el avance de este proyecto sobre la base de una grave falta original sería también una grave falta, y sentaría un precedente nefasto que habilitará la presentación de nuevos proyectos sobre el espejo lagunar allí donde las diferentes capas de reserva tengan un resquicio legal a tal fin, y es por ello que respetuosamente solicitamos la denegación de la declaración de impacto ambiental, y con ello la definitiva clausura de éste y cualquier otro proyecto inmobiliario de estas características en las áreas de reserva o de transición de las mismas”, culminaron.