¡HISTORIA PURA! Argentina campeón

El azuleño Federico Delbonis completó la hazaña que comenzó más temprano Juan Martín Del Potro y logró lo que tanto buscó el equipo argentino. En la quinta final, se alzó con la tan ansiada "Ensaladera de Plata" con una actuación descomunal.

27 de Noviembre de 2016 17:47

Por Redacción 0223

PARA 0223

¡Histórico! ¡Superlativo! ¡Gigante! Cualquier adjetivo le va a quedar chico al equipo argentino de Copa Davis que capitanea Daniel Orsanic, que tiene a Juan Martín Del Potro como "As de Espadas" y ejemplo a seguir, y que encontró en Federico Delbonis el héroe menos pensado luego de la derrota ante Cilic, saliendo a jugar el punto definitivo con la mochila cargada de responsabilidad por lo hecho un ratito antes por el tandilense, y lo hizo con una autoridad increíble, con personalidad y un nivel brillante para derrotar a Ivo Karlovic por 6-3, 6-4 y , que le dio el título que se le había negado en cinco finales anteriores al conjunto nacional. Argentina hizo pata ancha en Croacia, ganó 3 a 2 y escribió la página más gloriosa del tenis de nuestro país.

Lo que no pudieron lograr apellidos de la talla de Vilas, Nalbandián, Gaudio, Coria y tantos otros enormes jugadores del tenis nacional, que estuvieron en los primeros lugares del ránking mundial y le dieron a Argentina un tinte de país con grandes exponentes,que la hubieran merecido y no pudieron. Hoy, con menos nombres, pero con un hambre y corazón único, lo consiguieron este domingo Juan Martín Del Potro, Federico Delbonis, Guido Pella y Leonardo Mayer en Croacia, y tantos más que formaron parte, que pudieron estar, que son hombres de la actualidad y que también son campeones del mundo. Porque la Copa Davis es el campeonato del mundo de tenis y Argentina lo alzó, por primera vez en la historia. La "Ensaladera de Plata" es nuestra.

Para que esto se concretara, hubo un partido de tenis, en el que Federico Delbonis dio una de las mejores versiones que se le puede imaginar en su carrera. Aguantando los saques de Karlovic, poniendo siempre la pelota en juego, quebrando en los tres sets, sin ceder su servicio en toda la tarde, con personalidad, sin sentir la responsabilidad, trasladándosela al rival y una experiencia que no supo hacer valer. Es anecdótico, sí, pero el 6-3, 6-4 y 6-2 del azuleño, habla por sí solo.