Imputaron al asesino de Franco Castro López por un crimen cometido en la Unidad Penal 44

Maximiliano Corredera Legato está acusado de entregar el arma con la que mataron a un interno el 17 de enero. En diciembre de 2011 fue condenado a 24 años de prisión.

16 de Febrero de 2016 15:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

Poco más de cuatro años después de que lo condenaran a 24 años por asesinar a Franco Castro López, la Justicia de Garantías dispuso la prisión preventiva de Maximiliano Corredera Legato por el crimen de un interno en la Unidad Penal 44 cometido el 17 enero. Según los investigadores, fue quien entregó la faca con la que asesinaron a Elio Cajal de dos puntazos.

Los múltiples testimonios obtenidos durante la instrucción a cargo del fiscal Juan Pablo Lódola permitieron acreditar la participación de Corredera Legato como partícipe necesario y de Víctor Fernández como autor del homicidio. “Los dos sujetos sorprendieron a Cajal en inmediaciones de las cuatro celdas –con capacidad de alojar seis personas en cada una- del sector y tras una breve discusión le aplicaron un par de puntazos”, confirmó una de las fuentes consultadas por 0223.

Aunque los defensores de los imputados están trabajando en la presentación de nuevos testimonios, con los elementos que obran en la causa la fiscalía imputó a los dos sujetos, quienes hasta el momento se negaron a declarar. El Juzgado de Garantías 3 avaló la solicitud y confirmó la prisión preventiva de ambos.

De manera independiente a la condena que Corredera Legato debe cumplir por el asesinato del adolescente ocurrido en marzo de 2010, esta causa podría derivar en un nuevo juicio oral. Si se produjera otro fallo condenatorio y aún quedara sentencia por cumplir, las mismas se unificarían bajo la órbita del Tribunal Oral en lo Criminal 4.

Corredera Legato fue condenado en diciembre de 2011 como autor material de homicidio simple con dolo directo agravado por uso de arma de fuego. Juan Manuel Rivero, quien lo acompañaba en el automóvil con el que interceptaron y mataron a la víctima, recibió una pena de 14 años como partícipe necesario pero en un homicidio con dolo eventual.

Franco Castro López se dirigía con seis amigos hacia la Plaza del Agua por la Fiesta de San Patricio, y fue interceptado unas cuadras antes y asesinado de un balazo en el cuello. Su crimen generó gran conmoción en la ciudad y derivó en una seria de marchas encabezadas por familiares y amigos para solicitar el esclarecimiento del hecho.