Caso Blengio: “No queremos vivir en un país de violencia e intolerancia”

Lo dijo el diputado provincial del FpV, Juan Manuel Cheppi, quien presentó un proyecto para repudiar el ataque sufrido por el joven militante en Miramar. 

16 de Marzo de 2016 17:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

El diputado provincial por el Frente para la Victoria, Juan Manuel Cheppi, repudió el caso de Lautaro Blengio, el militante gay atacado y torturado por policías de Miramar, y advirtió que “no es un hecho aislado”. En ese contexto, el legislador marplatense presentó un proyecto de declaración para que la Cámara baja provincial exprese su rechazo a lo sucedido.

El proyecto se basa en el hecho de que el menor de 17 años, presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Media Nº1 de Miramar y militante del Colectivo LGTBIQ de esa ciudad, denuncia ser víctima de ataques y persecuciones permanentes por parte de la policía desde noviembre del año pasado.

“La situación de violencia que vive Lautaro, que ya era muy preocupante desde antes, se agravó enormemente el pasado lunes cuando fue interceptado por policías de civil que lo subieron a un auto particular, lo golpearon, le apagaron cigarrillos en el cuerpo, le arrancaron un aro, le tajearon el abdomen y le marcaron una cruz en un lugar del cuerpo donde dijeron que le iban a disparar”, relató el legislador.

Cheppi señaló que “el caso de Lautaro no es aislado” y “se enmarca en un contexto del municipio y de la provincia en el que muchos menores sufren acoso y tormentos por parte de quienes se supone deben cuidarlos, sobre todo tratándose de niños, que tienen derechos particulares y una protección superior”. A su vez, remarcó que este caso cuenta “con el agravante de que la violencia surge de la discriminación por cuestiones de identidad de género”.

“Venimos denunciando desde hace tiempo distintas situaciones de violencia institucional en diferentes formas y en diversos lugares de la provincia”, aseguró el diputado y agregó: “En todos los casos nuestro reclamo es el mismo: no podemos mirar al costado y dejar que estas prácticas de las fuerzas de seguridad o el Estado se naturalicen en la sociedad, tenemos que alzar la voz porque un país de violencia e intolerancia no es un país en el que queremos vivir”.

Asimismo, sostuvo que la Argentina viene de un proceso político de 12 años “donde se trabajó intensamente por la inclusión, el respeto por la diversidad y la conquista de derechos para todos los grupos sociales”. “Y esas son banderas que no estamos dispuestos a dejar que nos quiten”, concluyó.