Largaron: primera parada, junio

10 de Mayo de 2017 21:01

En un mes y medio deberán estar definidas las listas de precandidatos para las próximas elecciones. Y con el calendario avanzando, aquellos que buscan llegar al Concejo Deliberante a partir del 10 de diciembre próximo comienzan a dar sus primeros pasos.

La meta es doble: instalarse ante la sociedad como un candidato competitivo, pero al mismo tiempo posicionarse en el espacio político para imponerse a otros (muchos, no importa el espacio) que también quieren ser.

En las últimas horas hubo dos movimientos fuertes: la oficialización del pase de Crear a Cambiemos y el lanzamiento al ruedo electoral de Carlos Cheppi.

Con un acto en el Teatro Carreras, la agrupación que conduce Lucas Fiorini y que hace tiempo se fue del Frente Renovador en medio de una fuerte polémica confirmó algo que, desde afuera, parecía un paso cantado: la incorporación de su espacio al oficialismo. El acto tuvo un condimento especial que le otorga mayor relevancia: la presencia del ministro de Gobierno de la provincia, Joaquín De la Torre.

 

Desde hace años, Fiorini y su compañero de bloque Alejandro Carrancio, mantienen un estrecho lazo con el exintendente de San Miguel, uno de los hombres fuertes del gabinete de María Eugenia Vidal. Y fue él uno de los principales artífices de que Cambiemos sumara dos concejales más en General Pueyrredon.

Los concejales y su agrupación trabajan desde hace tiempo para ganarse un mote que, hoy, cotiza fuerte: quieren ser el “vidalismo” de Mar del Plata. A diferencia de lo que ocurre con el macrismo más puro, la gobernadora bonaerense parece tener más afinidad con sectores del peronismo. Y desde su entorno confían que en las últimas horas dieron un paso importante para ello: desde la Gobernación les dieron el “ok” para avanzar en ese sentido.

“¿Fiorini será el candidato de Vidal en Mar del Plata?”, fue la pregunta inmediata. Por ahora, la bendición no llegó a tanto, pero esperan en poco tiempo tener una reunión cara a cara con Vidal para charlar de la situación de la ciudad.

Mientras tanto, Vilma Baragiola, la dirigente que mejor mide en las encuestas en Mar del Plata, hace movimientos más cautos. Cuando le preguntan en los medios, confirma que será precandidata en la ciudad. En las últimas horas, amplió el abanico y no descartó ir en busca de una banca en la Legislatura provincial por la Quinta Sección. Sin embargo, lo más firme sigue siendo que encabece la lista de concejales.

Más allá de las declamaciones, Baragiola sigue mostrándose a través de la gestión. La situación no es sencilla: la Secretaría de Desarrollo Social permite mucha exposición, pero no siempre favorable. Los reclamos de las organizaciones son constantes e inagotables y se hace difícil transmitir buenas noticias en la ciudad con mayor nivel de desocupación de todo el país.

El radicalismo, en tanto, también tiene intenciones de dar la pela en la interna. Sebastián Puglisi, el exsecretario de Cultura de Carlos Arroyo, es uno de los que comenzó a empapelar la ciudad con su cara. Representa a aquellos que buscan ser parte de Cambiemos, pero distanciarse de la gestión del intendente de Mar del Plata, misión compleja si las hay. Y no es el único en ese tren. La gran pregunta, al final de este camino, es saber cuántas listas se anotarán el 24 de junio para competir en la interna de Cambiemos. Aún no se sabe si buscarán una lista de unidad (que dejará muchos heridos), permitirán una Paso “controlada” para que la campaña no se torne violenta o dejarán que todos aquellos que quieren competir lo hagan libremente. La última opción, rayana al idealismo para muchos, parece imposible. Las otras dos, más verosímiles, se resolverán a último momento y a 400 kilómetros de Mar del Plata. Mientras tanto, la interna se alimenta.

En el Frente para la Victoria se anotó esta semana Carlos Cheppi, que dio el primer paso con llamativos afiches en la vía pública. Lejos de la mayoría que plantean cara, nombre y espacio político, el exembajador buscó llamar la atención. Hasta ahora no está claro si para bien o para mal: se vio a más de uno mirando detenidamente el afiche por varios segundos, tratando de interpretar la idea.

 

La campaña de Cheppi apunta a terminar con una verdad instalada de Mar del Plata: muchos de los problemas que atraviesan la ciudad son “estructurales”. Detrás de ese calificativo se esconde la idea de que son difíciles, por no decir imposibles, de resolver. El excandidato a intendente trabaja sobre la idea de que se puede generar trabajo genuino, todo el año.

Hay otros aspirantes que salieron a la cancha hace algunas semanas. Uno es el actual concejal Marcos Gutiérrez que también apeló a los afiches e hizo pública su voluntad de renovar la banca. El edil exhibe como carta de presentación algunas ordenanzas trabajadas en silencio, pero con resultado unánime: celiaquía, la creación de un parador para chicos en situación de calle y, la más reciente, los descuentos a comerciantes afectados por la última inundación. Además, busca potenciar el perfil de candidato joven y con mucha presencia en los barrios.

Tanto Gutiérrez como Daniel Rodríguez y José Luis Zerillo –otros que se sumaron a la carrera- están referenciados bajo la figura de la diputada nacional Fernanda Raverta, quien hasta el momento no dio señales concretas de su voluntad de competir en estas elecciones, algo que se manejó tiempo atrás y hoy parece una posibilidad lejana.

 

La interna en Acción Marplatense no es menos intensa. Y la primera pregunta es ¿cómo competirá el “partido de la ciudad”? ¿Conformará un frente con algún partido nacional o volverá a su tradicional boleta corta? La respuesta es una incógnita, aunque habrá señales rápidamente para dilucidar esa incógnita.

A partir de allí, habrá que esperar si se produce la confrontación entre el sector pultista y la flamante agrupación “Nueva Acción” que conduce el concejal Santiago Bonifatti. El expresidente del Emvial propone a Juan Rey para dar una batalla inédita en Acción Marplatense.

El sector del exintendente Gustavo Pulti todavía insiste con Marcelo Artime y Leandro Laserna como precandidatos, a pesar de que no repuntan en las encuestas. El dilema –ya planteado en la anterior columna- es si Pulti se mantendrá al margen de la competencia electoral o, finalmente, se autoerige como candidato.

En el Frente Renovador todos los caminos conducen a Ariel Ciano para encabezar la lista. Tal vez, sin la convulsión de otros espacios, la imagen que transmiten es de poca actividad. “Los que están jugando fuerte ahora es porque tienen que pelear un lugar en la lista. Ariel no tiene esa necesidad”, justifican desde su entorno.

De todos modos, que no haya conflictos rimbombantes no significa que no haya internas. La buena elección que hizo Sergio Massa en 2013 hace que este año el Frente Renovador deba renovar muchos cargos. Cristian Azcona también quiere seguir en el Concejo y mantuvo algunos cruces con el expresidente del Concejo Deliberante. Pareciera que los decibeles de esa puja bajaron, pero algunos temen que pueda recrudecer y golpee al espacio.

La candidatura a senador tiene a Juan Curuchet como principal aspirante, pero algunos le ven dos problemas. El primero es que ni Ciano ni Curuchet tienen estructura de militancia y política, lo cual puede ser una dificultad en un futuro no muy lejano. Y el otro es que hasta hace un año, ninguno de los dos formaba parte del Frente Renovador.

Con ese escenario, podría darse algún movimiento y que Curuchet termine en la lista de diputados nacionales y sea el actual senador Gabriel Pampín el que encabece la lista de senadores de la Quinta Sección.