Matar a un ser importante es magnicidio; exterminar a toda la humanidad ¿qué es?

17 de Enero de 2018 10:48

Por Redacción 0223

PARA 0223

Por Oscar Gastiarena, especial para 0223

 “MAGNICIDIO”: (“Muerte violenta dada a  persona  famosa o muy importante por su cargo o poder; puede ser Presidente de un país: político, futbolista, cantante, legislador, banquero, etcétera”) Facsímil del Diccionario de la Real Academia Española.

En la historia de la humanidad hubo crímenes que alcanzaron esa categoría;  quizás, el primero, haya sido el del dictador romano Cayo Julio César, por la conspiración de un grupo de  senadores, cuando se dirigía al Foro Romano; (entre quienes lo apuñalaron reconoció a su hijo a quien alcanzó a ¿preguntarle: “Tú también, Brutus?)  

Jesús de Nazaret, a los 33 años,  fue condenado y murió crucificado en el Monte Gólgota,  después de arrastrar la cruz, caer y levantarse por los latigazos de los custodios; fue sepultado y a los 3 días resucitó entre los muertos y subió a los cielos..

 En el nuevo Continente, los principales magnicidios que se recuerdan son  el del Emperador  Moctezuma, en el Imperio Azteca, ordenado por el conquistador Hernán Cortez, y el descuartizamiento del  Inca Túpac Amarú, en Cuzco, capital del Imperio; ambos fueron condenados con  anuencia de los reyes de España.

 La historia, recuerda a  políticos y presidentes de Estados Unidos: Abraham Lincoln, John Fitzgerald Kennedy, James Garfield y William Mc Kinley; a los chilenos Salvador Allende y Eduardo Frey Montalva; a nuestro Lisandro de la Torre, baleado en plena sesión de la Cámara de Diputados de la Nación; al general Pedro Eugenio Aramburu, secuestrado y fusilado por los Montoneros ; al pensador y político español, Antonio Cánovas del Castillo,(conocido por  satírica frase “No leo la prensa para estar informado…”), Isaac Rabín, primer ministro israelí; Aldo Moro, dos veces primer ministro de Italia, el revolucionario  León Trotsky. Los pacifistas y  predicadores, Mahatma Gandhi  y Martín Luther King.

 En la lista  hay músicos famosos, como  John Lennon y  el cantante y compositor Facundo Cabral, acribillado mientras realizaba una gira por América.

 También,  en su momento, conmovió al mundo,  la muerte del futbolista colombiano Andrés Escobar que, por equivocarse, al convertir un gol en contra, en el partido contra Estados Unidos, en Campeonato Mundial de 1994, fue asesinado a tiros, por un grupo sicario: lo hicieron responsable por las pérdidas sufridas en el mercado de apuestas.

 Nos hemos extendido en el escrito, llevados por el recuerdo y el miedo a  tanto desvarío y al recordar la tirantez internacional creada por el embrionario conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte, (o las controversias discursivas entre Donald Trump y Kim Jong-un), que, comportándose como adolescente, motivaron el simultáneo  alistamiento militar de China, Corea del Sur, Rusia, Japón y algunos  otras Naciones, también poseedores de armas nucleares.

Existen, en varios países, disposiciones que exigen exámenes psicofísicos para ingresar a las Fuerzas Armadas, la policía y, a empresas de aeronavegación, y en la administración pública. También hay numerosas empresas, poderosas, que realizan  evaluación; incluso, en México, hubo intentos para someter a esos estudios científicos estudios a los aspirantes a la Presidencia.

¿Alguno de aquellos cargos, es más importante, que un Presidente de  potencia mundial que tiene al alcance de la mano el botón que puede terminar con la vida y el planeta tierra?

Creer que un equipo de psiquiatras, psicólogos, (psiconeuroendocrinoinnmunologos) pueda sentar a un político elegido como presidente para someterlo a esos estudios es, por lo menos ilógico; pero, sería distinto si esto se exigiera para los candidatos...

¿Acaso, en las distintas Constituciones, no requieren determinada edad,  estudios que acrediten  solvencia, certificado de buena conducta, etcétera? Nadie, que quiera presentarse como candidato, podría dejar de cumplir esos requisitos…

Es probable que todo esto sea una utopía, quimera, o fantasía… Pero  la presión popular puede provocar cambios que disminuyan el riesgo de guerras.

Es muy difícil que organismos internacionales (Naciones Unidas, Banco Mundial, OEA) se animen a llamar a la movilización de masas: son burócratas de muy buena  paga y mejor vivir. Pero, ellos también tienen que tener bien claro que los refugios nucleares no alcanzarán ni servirán para todos….

Hay personajes que tienen poder, a nivel mundial. Uno de ellos, el Papa Francisco, sorprendió al declarar en el avión que lo llevaba a Chile: “Estamos al borde de una guerra nuclear; tengo miedo”, dijo. En otro momento, agregó: “Hoy estamos al límite. Con el arsenal sofisticado que hay, arriesgamos la destrucción de la humanidad”.

¿Cómo podemos evitarlo? ¿Ir a la Iglesia, arrodillarnos y rezar el Padre Nuestro?

Su Santidad:  hacen falta medidas concretas, acompañadas por la fe: Por ejemplo: “hacer lío” (como aconsejo Usted en algunas una oportunidades). Reunirse en la puerta de las iglesias al terminar la misa. Pedirles a los líderes del catolicismo que inicien una campaña de difusión y advertencia que infunda miedo.

El santo Padre, preside la Iglesia Católica y  tiene tantos o más atributos que Trump, Kim Jong-un, Putín… Es seguro que los hijos y nietos de estos personajes,  escucharán  mucho más la palabra de la fe que el mensaje belicista de sus parientes…

Trump, sostiene que hay “países de mierda”;  tan obtuso,  no alcanza a comprender que los ve así porque él tiene su cabeza llena de mierda. El Papa Francisco,en su corazón, amor, cariño y preocupación por el Planeta y sus casi 8 mil millones de seres.

Es el momento de pensar y preocuparnos: la primera guerra mundial provocó 10 millones de muertos; 20 millones de soldados, suboficiales y oficiales, heridos y 10 millones de refugiados; de esa conflagración han pasado 104 años, cuando las armas  de exterminio eran incipientes: químicas (gases venenosos), obuses, artillería e, incluso, las espadas para las luchas cuerpo a cuerpo.

Han pasado muchos siglos desde que el diminuto David, con una honda y una piedra, mató a Goliat, el hercúleo filisteo, que se protegía con lanza y coraza…

La Segunda Guerra Mundial, con las bombas atómicas, arrojadas en Hiroshima y Nagasaki, aniquiló entre 50 y 70 millones de seres humanos. (sólo 140 MIL MUERTOS EN HIROSHIMA Y 74 MIL EN NAGASAKI)

Todas estas historias vuelven a la mente cuando se presiente que, otra vez, pero con mayor peligro por las armas  mortíferos que  han fabricado los hombres, la humanidad corre peligro de desintegrarse. ¡Desintegrarnos!

Antes,  los aviones y los buques lanzaban  esos artefactos; ahora, en nuestros días, los cohetes teledirigidos, en muy pocas horas, capaces de recorrer el mundo, llevando bombas nucleares para arrasar, en minutos, con ciudades, pueblos y repúblicas enteras…

Y pueden ser disparados desde una oficina gubernamental: sólo hay que oprimir un insignificante botón.

El universo ni la historia, pueden cambiarse: Pero, ¿cómo sería el mundo, si algunos de los hacedores de guerras, torturas, hambrunas, destierros,  y crímenes, (Stalin, Franco,  Mussolini, Mao Tse´tung,  Atila, Videla, Pinochet, Castro, Maduro, etcétera)  no hubieran superado la  adolescencia, la mocedad? No estamos disfrazando panegíricos: condenamos la violencia de cualquier signo o color: No fomentamos  magnicidios, regicidios, ni ningún tipo de violencia que quite la vida a un ser humano o lo torture con  exilio, hambre, o persecuciones por cuestiones ideológicas. Rechazamos todo  tipo de brutalidad.

No creemos en la muerte por mano propia; la condenamos, cualquiera sea el mártir, el inmolado; rechazamos el panegírico, la apología del crimen o la violencia: Por eso condenamos a  Herodes…

Pero estamos buscando medidas que controlen los desvaríos de aquellos que tienen poder; necesitamos leyes que le pongan coto. En el Orbe se gastan millones y millones de dólares, euros, yuanes, rupias, pesos,rublos,  en mantener organismos súper burocráticos (Naciones Unidas, Banco Mundial,  Fondo Monetario Internacional,  y los poderes legislativos y judiciales, etcétera, etcétera…)  

¿Ninguno de ellos tendrá la fuerza suficiente para condenar las acciones de líderes políticos, creando, por ejemplo, la obligatoriedad de someterlos a exámenes  psicofísicos, cuestión de evitar que la locura de un solo “iluminado” ponga en peligro la vida de los seres humanos y la destrucción del planeta, como sostenemos al comienzo?

Aunque parezca  infantilismo, ¿no habrá llegado el momento de promocionar un gran movimiento universal, recogiendo firmas, organizando concentraciones que sugieran otros tipos de medidas, que puedan detener las acciones de  paranoicos contemporáneos que están jugando con armas que pueden destruir “nuestro planeta. También podría ser la primera huelga laboral, profesional, científica, jurídica, etcétera, que paralice las oficinas de los amos del mundo y les haga recapacitar que son  simple jefes, capataces, encargados de cumplir  órdenes de sus mandantes: El Planeta Tierra no les pertenece, no son los dueños; no hay primero, segundo ni tercer mundo. Hay uno sólo  y es de  blancos, negros, mestizos y amarillos; pobres y ricos.

Hagámosle sentir que, si siguen así, en cualquier momento no tendrán cerca a nadie que les alcance un café… Y menos que cumpla con órdenes destructivas…

En el Orbe se gastan millones y millones de dólares, euros, yuanes, rupias, pesos,rublos, en mantener organismos súper burocráticos (Naciones Unidas, Banco Mundial,  Fondo Monetario Internacional,  y  poderes legislativos y judiciales, etcétera, etcétera…)  ¿Ninguno de ellos tendrá la fuerza suficiente para condenar las acciones de líderes políticos, creando, por ejemplo, la obligatoriedad de someterlos a exámenes  psicofísicos,  cosa de evitar que la locura de un solo “iluminado” ponga en peligro la vida de los seres humanos y la destrucción del planeta, como sostenemos al comienzo

El comportamiento de los Donald Trump y  Kim Jong-un, causa escalofríos: Actúan como adolescentes que buscan empujarse, gritar y se amenazan  sosteniendo “yo tengo el botón más grande y más destructivo”… ¡Ni que hubieran oído cantar a Joan Manuel Serrat!: Resulta bochornoso verles fanfarroneara ver quién es el que la tiene más grande…!

Un pestañeo, el abrir, cerrar los ojos puede ser el  tiempo suficiente para que desaparezcan (¡desaparezcamos!)  OCHO MIL MILLONES DE SERES HUMANOS…

Algo tenemos que hacer.  Yo asumo riesgos que resultan insignificantes en” términos matemáticos”  y ofrezco  mi mail para recibir y retransmitir ideas, adhesiones que exijan que los parlamentarios  de todo el mundo, aprueben, con urgencia, leyes  que hagan  obligatorio el examen psicofísico, a cargo de los mejores médicos psiquiatras, psicólogos  y neurólogos, a los jefes de gobierno de todo el Planeta Tierra: violentos, alterados, locos, insanos,  maniáticos, desequilibrados, enajenados, etcétera. Y qué, aquellos que no ofrezcan las garantías suficientes sean desalojados del poder sin más trámite, por decisión unánime de sus pueblos.

Todos los mails serán reenvidados a Naciones Unidas y, en especial a las autoridades parlamentarias de los países más poderosos que, por ello, son los que tienen mayor cantidad de armas  nucleares…

Mi mail: oscargastiarena@yahoo.com.ar

 (Pd, Ofrecí  este escrito a un diario de circulación nacional. No contestaron; esa es la  razón por la cual, acudo a este procedimiento. El desafío es grande y el fracaso está a la vuelta de la esquina porque, como dice un refrán popular en La Argentina ·entre bueyes no hay cornadas”… Pero, si los dueños del mundo se dan cuenta que miles y miles de personas reclaman lo mismo, es probable que el éxito acompañe este movimiento…)