Etchecolatz: “Fue una decisión política, nada justifica la prisión domiciliaria”

Un grupo de vecinos del Bosque Peralta Ramos viajó hasta La Plata para presentar el pedido a la Justicia de que le revoque el beneficio al genocida. Entre ellos, estuvo Gustavo Calotti, una de las personas torturadas por el represor.

5 de Febrero de 2018 19:43

Por Redacción 0223

PARA 0223

Vecinos sin genocidas, decía la pancarta que 50 vecinos del Bosque Peralta Ramos llevaron hasta La Plata para acompañar el pedido de que se le revoque  el beneficio de prisión domiciliaria al genocida Miguel Etchecolatz, que desde hace más de un mes cumple en su casa del tranquilo barrio marplatense.

Uno de los que viajó fue Gustavo Calotti, vecino del Bosque, pero además víctima de Etchecolatz durante la última dictadura cívico militar.  “Le dan prisión domiciliaria porque tiene incontinencia y titubea al caminar. Nada justifica la prisión domiciliaria. Fue una decisión política”, afirmó Calotti, quien fue torturado por Etchecolatz en uno de los centros clandestinos de represión.

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Calotti señaló que la Justicia rechazó las presentaciones realizadas para que se le revoque el beneficio a Etchecolatz y por eso los vecinos del barrio resolvieron movilizarse. “Es gente que no tiene un pasado de víctima o militancia, simplemente es gente que no soporta la idea de impunidad”, explicó.

Nicolás señaló que desde hace un mes el genocida está “muy tranquilito, pasándola muy bien en su casa, con pileta” y por eso decidieron juntarse. “Primero cuatro, cinco, ocho, diez. Y ahora somos cerca de 50. Nos estamos organizando con un solo fin, que el genocida esté donde tiene que estar: en la cárcel”, explicó.

Silvia, por su parte, reconoció que el 27 de diciembre, cuando Etchecolatz llegó a su casa del Bosque, “el terror” los paralizó. “Si bien ya no tenemos el mismo terror, si tenemos miedo e inquietud, y es una inquietud que nos atraviesa el cuerpo todo el día”, relató.

“Y a  la noche, cuando uno reflexiona, se pregunta qué pasará con este genocida que tiene impunidad, porque la domiciliaria es eso, es impunidad encubierta. Empiezan a tener cada vez más poder. Queremos pedirles a los jueces que piensen que son parte del Estado y creemos que nuestros derechos deben ser considerados antes que los de un genocida, que debe cumplir su pena en una cárcel común”, concluyó.