Patota nazi: ¿hubo o no una organización de odio racial?

Esa será la cuestión principal que se buscará dilucidar en el juicio contra los 8 jóvenes imputados que comenzó este martes en el TOF 1. 

6 de Marzo de 2018 11:59

Por Redacción 0223

PARA 0223

Este martes comenzó en Mar del Plata el juicio oral y público contra 8 jóvenes acusados de conformar una organización acusada de amenazas, golpizas, pintadas, daños y destrozos, impulsados por el odio racial con ideología neonazi. Y la gran cuestión que se deberá resolver en el debate es si estos jóvenes conformaban una organización criminal, como impulsan los abogados querellantes, o si fueron hechos aislados como postulan los abogados defensores.

El juicio se realiza luego de que el Tribunal Oral Penal Federal 1 rechazara el juicio abreviado impulsado por el fiscal federal Juan Manuel Pettigiani, en el que había algunas condenas, pero sin la figura de organización.

“Llegamos a juicio oral por pedido de la querella. En el ámbito del juicio oral vamos a poder ventilar si estábamos o no frente a una organización. El debate va a girar en torno a eso”, señaló Pettigiani antes de comenzar el juicio.

 

Más allá de que él fue el promotor del juicio abreviado que rechazaba la idea de una organización criminal neonazi porque consideraba que “iba a costar probarla en el juicio”, el fiscal no descartó que en este juicio oral pueda probarse esa figura. “Nos encontramos en el mejor de los lugares para que la verdad salga a la luz”, dijo, aunque aclaró que se llegó a esta instancia por pedido de los querellantes.

Entre 2013 y 2015 integrantes de la organización Bandera Negra protagonizaron una serie de ataques a personas y lugares, que comenzaron a ser esclarecidos a través de la investigación de las fuerzas federales. El primero en ser detenido fue Alan Olea, entonces yerno del dirigente de ultraderecha Carlos Pampillón. Luego siguieron las detenciones de Gonzalo Paniagua, Nicolás Caputo, Marcos Caputo, Giordano Spagnolo, Giuliano Spagnolo, Oleksander Levchenko y Franco Martín Posas, quienes formarán parte del juicio a lo largo de un mes y medio.

El tribunal está a cargo de Roberto Falcone, Mario Portela y el juez de Necochea Bernardo Bidel, que reemplaza a Néstor Parra, quien se jubiló.

Uno de los abogados querellantes es el representante de la Daia, Alejandro Broitman, quien dio que la institución tiene la postura de “defender a todos los colectivos discriminados, a todos aquellos que sufren constantemente embates de este tipo de personajes”.

“Tenemos claro que esto fue una organización, que actuaban conjuntamente entre ellos para atacar y dañar a quienes agredieron, además de producir daños a bienes de la ciudad”, señaló el letrado.

 

“Es una payasada que la Daia se sume a esto”

El abogado Cristian Moix representa a dos de los imputados, Nicolás Caputo y Gonzalo Paniagua. El letrado, quien también supo defender a Carlos Pampillón, remarcó que “todo esto fue una causa armada por sectores de izquierda y del kirchnerismo que utilizaron la estructura de los organismos de derechos humanos para efectuar persecuciones políticas”.

“Esto no tiene nada que ver con organizaciones neonazis, de supremacía racial, sino con gente que no compartía ideológicamente con el kirchnerismo y el kirchnerismo utilizó todo el aparato de organismos de derechos humanos para perseguir a opositores políticos”, insistió Moix.

El abogado también lanzó una polémica frase: “Ya no se puede encarcelar a ninguna persona que tenga que ver con el proceso de reorganización nacional entonces tienen que crear otros monstruos. Como no tenemos más militares de la dictadura para meter preso, construyamos otro enemigo, a los nazis. Y es una ridiculez”. En ese contexto, dijo que es una “payasada” que la Daia se sume a estos hechos.

 

“La CNU empezó de la misma forma”

Cesar Sivo es el abogado de Lucas Baima, uno de los jóvenes agredidos por la patota nazi. El letrado señaló que estos hechos se encuadran en “la aparición de grupos neonazis, de grupos que quieren imponer ideas por parte de la violencia, que no toleran la aparición de grupos minoritarios, vulnerables y vuelven a viejas prácticas”.

Por ende, consideró que se trata de un juicio “muy relevante en función de lo que significa simbólicamente”. “Tenemos la experiencia de CNU, que empezaron de la misma forma. De una pintada a la violencia con cadenas y palos. Y después empezaron con los asesinatos. Es simplemente sentir que pueden tener un respaldo y a partir de ahí no se sabe a dónde se puede llegar. Este juicio evita eso”, dijo Sivo.

El abogado dijo que a su entender “no hay ninguna duda de que esta organización existía” e indicó que hay pruebas en “las propias publicaciones, la forma de presentarse, lo que hacían en redes sociales”.