Cómo serán los servicios en los balnearios equipados que propone concesionar el municipio 

19 de Mayo de 2018 08:01

Tal como adelantó 0223, el intendente Carlos Arroyo elevó a consideración del Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza con el objetivo de crear y licitar una batería de nuevas unidades turísticas fiscales  ubicadas en Constitución y la costa, playa del Museo Mar y playa Los Acantilados. Además, se busca otorgar en concesión el uso y explotación de las UTF Beltrán Norte, Beltrán Sur y la playa Bristol Popular. 

En el expediente, al cual este diario digital tuvo acceso, desde el Ejecutivo local se explicó que “la propuesta tiene por objeto la puesta en valor del sector a licitar a partir de la incorporación de servicios y usos compatibles con las características del mismo, tendiendo en cuenta sus condiciones físicas, ambientales y paisajísticas”. El período de concesión será de cinco años

A continuación, se remarcó que “el proyecto de intervención deberá conferir al sitio un mayor aprovechamiento del espacio, a través de mejoras en la accesibilidad y la prestación de servicios, sin perder el carácter de espacio público. Se deberá enmarcar en los conceptos de sustentabilidad, accesibilidad universal y reversibilidad arquitectónica, de modo de producir el menor impacto ambiental posible”. 

Además, el gobierno comunal manifestó que “se pretende un desarrollo que respete el perfil adoptado por el sector,  manifestado a través de los usos y acciones que tanto turistas como residentes le han aportado al mismo. Se trata de espacios donde además de las actividades tradicionales de una playa para bañistas, se llevan a cabo acciones recreativas y deportivas informales como caminatas, entrenamiento físico y práctica de actividades náuticas sin motor - surf, kayakismo y stand up paddle- entre otras”.

Las nuevas intervenciones se plantean bajo el concepto de playa pública equipada, definida en la ordenanza N° 4568/79, como “aquella extensión de costa de fácil acceso, que presente una superficie de playa de libre uso, continuas o no interrumpidas por el propietario del terreno, acantilado, o por obras física espigones, con comunicación entre ellas. Estas unidades serán equipadas con una batería sanitaria de uso público y bar, de dimensiones proporcionales a la cantidad de usuarios y equivalente a la exigencia que para ese servicio rige en balnearios de categoría”. 

Concretamente, el concepto se aplica a aquellas playas que mantienen su condición de públicas pero con la prestación de servicios básicos -sanitarios y gastronómicos- y que resultan accesibles a través de bajadas y accesos transitables.

En ese contexto, desde el Ejecutivo local se subrayó que “es prioritaria la conservación de la  superficie propia de la Unidad al uso público abierto y gratuito, de carácter comunitario”. “Todos los espacios deberán evidenciarse como seguros, de calidad e integradores, asegurando a los usuarios la posibilidad de realizar actividades de esparcimiento, recreativas, deportivas, contemplativas, sociales, etc.  Se considerará la creación y reconversión de accesos y bajadas, estaciones de descanso, sanitarios públicos y accesibles y duchas externas”, se indicó.

A su vez, se puntualizó que “las actividades principales a desarrollar son gastronomía y el alquiler de 50 sombrillas por día. El servicio comprende la provisión de sombra a través de una sombrilla equipadas con hasta tres sillas o reposeras plegables cada una”.  “Se podrá proponer la explotación comercial de rubros compatibles con el concepto de playa pública equipada las actividades recreativas y deportiva, alquiler de equipos para actividades náuticas, etc; la venta ambulante; alquiler de lockers; bajada náutica; estacionamiento y publicidad”, se enumeró. 


 

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