Piden una Comisaría de la Mujer en Santa Clara: la más cercana está a 60 kilómetros

El colectivo Mujeres en Lucha de Mar Chiquita reclamó además que el Estado garantice asistencia y contención a las víctimas de violencia de género. Frente a la problemática, el municipio de Mar Chiquita sólo colocó buzones para que las mujeres dejen cartas explicando su situación.

13 de Julio de 2018 08:07

Por Redacción 0223

PARA 0223

La instalación y puesta en funcionamiento de una Comisaría de la Mujer en Santa Clara del Mar, la creación de equipos interdisciplinarios que asesoren y, sobre todo, contengan a víctimas de violencia de género y la implementación de políticas públicas en materia de género son algunos de los reclamos que desde hace tiempo llevan adelante Mujeres en Lucha de Mar Chiquita.

Cada uno de estos pedidos se fundamenta en los innumerables escollos que deben sortear quienes buscar salir de un entorno violento: si una mujer que vive en Santa Clara, Cobo o Mar Chiquita es violentada y se anima a pedir ayuda, debe recorrer 60 kilómetros para llegar a la Comisaría de la Mujer más próxima, ubicada en Coronel Vidal. Hasta allí y en caso de que no cuente con un vehículo particular, puede llegar en colectivo, cuyo boleto cuesta 120 pesos; es decir, necesita 240 pesos para ir, radicar una denuncia y regresar a su casa. Otra alternativa es acercarse a la comisaría de Santa Clara y, siempre y cuando haya un patrullero disponible, viajar en el móvil policial hasta Vivoratá y retomar el trayecto a Vidal a bordo de otro patrullero.

Además, si la denuncia por violencia o abuso infantil derive en una causa penal, los trámites –reconocimiento médico, por ejemplo- deben hacerse en Mar del Plata.

“Si bien Santa Clara es una comunidad chica, la violencia está”, puntualizó Gabriela, referente de Mujeres en Lucha de Mar Chiquita, espacio desde el que convocan a una charla debate con el objetivo de lograr la visibilización de la violencia de género, que se realizará este sábado a las 15 en “El galpón de Jeremías” (Lisboa 380).

“La comisaría de Santa Clara se niega a recibir denuncias de este tipo la mayoría de las veces o la víctima tiene que ir en patrullero a Vivoratá y de ahí a Vidal para hacer la exposición. A eso se suma que la víctima tiene que contar varias veces lo que pasó y que, en la mayoría de los casos, en el medio hay chicos”, señaló en diálogo con 0223.

Frente a ese panorama, advirtió que “hay un sinfín de peripecias que perjudican a una mujer que se anima a denunciar; ya de por sí es un camino difícil, pero más si a ese camino se le interponen tantas dificultades” y subrayó que la violencia de género “es un tema de salud pública porque no atañe a una sola familia ni a una sola mujer”.

 

 

Por su parte, Lizzi López Osornio, también integrante de Mujeres en Lucha Mar Chiquita, sostuvo: “Estamos en la época de ‘ni una menos’ pero hay que ponerlo en práctica y para eso tenemos que contar con los medios necesarios para que las mujeres puedan visibilizar lo que les pasa: tengan dónde denunciar y sea accesible para que ninguna se quede en el camino frente a tantos impedimentos”.

A su vez, reparó en que tampoco existen “espacios de contención, de acompañamiento, de empatía” ni equipos interdisciplinarios que asistan, ayuden e informen a la víctima. “Tanto el CIC como la salita están desbordados y ante una consulta, la evalúan y te dan una entrevista, a veces, para dentro de 30 ó 45 días; tiempos muy largos para una mujer que, si ya llegó a esa instancia, es porque lleva mucho tiempo de sufrimiento”, describió.

En cuanto a las políticas de género del municipio de Mar Chiquita, dijo que sólo cuentan con una Mesa de Género que depende de la secretaría de Desarrollo Social, prácticamente no funciona ya que ni siquiera cuenta con estadísticas que permitan definir cuál es la situación en la zona.

Incluso, aseguró que una de las únicas medidas que surgió de ese espacio fue instalar buzones en distintos puntos de la ciudad para que las mujeres a las que se les dificulta hacer la denuncia dejen una carta. “No hemos visto antecedentes de algo semejante, de hecho estamos luchando por la visibilización de la violencia. No sabemos qué tipos de resultados tiene porque desconocemos cada cuánto tiempo o quién se ocupa de leer las notas que se dejan, ni quién decide qué caso tiene más o menos urgencia”, afirmó, preocupada.