“Es un insulto para todos los padres de víctimas”

Apenas la Jueza Correccional Jorgelina Caamadro culminó la lectura de la sentencia en la que condenó a Pablo Pérez a cuatro años y medio de prisión y a siete de inhabilitación para manejar, los familiares de la víctima se pararon de sus asientos y entre llantos, gritos e insultos abandonaron la sala. El principal reclamo fue que el conductor que atropelló y mató a Martín Ovejero seguirá libre hasta que la condena quede firme.

Los momentos previos a la lectura de la sentencia ya habían sido complicados cuando funcionarios del Juzgado Correccional 1 informaron que por la capacidad reducida de la sala del séptimo piso muchas de las personas que acompañaron a la familia de la víctima debían esperar en planta baja la lectura. La Jueza les explicó a quienes ingresaron que debido a que la actividad de Tribunales terminaba a las dos de la tarde, no podía haber personas esperando en los pasillos.

Ese malestar inicial que se diluyó cuando escucharon a la magistrada hablar de la figura de culpa temeraria y de imponer una pena de cuatro años y medio de prisión, creció y estalló cuando se enteraron que la pena será de cumplimiento efectivo cuando la misma quede firme.

“Pérez es más inocente que usted, es una vergüenza que quede libre”, gritó la tía de Ovejero una vez que la mamá de la víctima ya había salido de la sala. “Usted tiene la facultad, yo respeto como abogada su lugar, pero cuatro años y seis meses por matar a alguien” dijo antes de retirarse.

Guillermo Ovejero pasó a escasos centímetros de Pérez y su abogado cuando se preguntó en voz alta si quedaba libre. “Es una locura, dos años estuvimos viviendo así” señaló mientras que los efectivos que custodiaban el lugar lo acompañaban hacia la puerta.

Ya en el pasillo los familiares señalaron que el dolor lo tienen para toda la vida y que sentían que tenían “menos posibilidades que estos criminales de mierda”.

“¿Cuánto vale la vida de un persona?, a nosotros nos mataron a nuestro hijo” dijo Guillermo antes de recordar que a su entender la investigación comenzó mal cuando la tuvo a cargo el fiscal Pablo Cistoldi. “Gracias a nuestro abogado Maximiliano Orsini y al fiscal Rodolfo Moure empezamos a luchar, aunque sentimos que esta condena no es nada”, agregó.