Mestre con Francisco: “Percibí al Papa con un estado de salud óptimo”

El monseñor a cargo del obispado de Mar del Plata mantuvo un encuentro con el sumo pontífice y detalló algunos de los temas conversados en su gira a Roma, entre ellos, su visita a la Argentina.

3 de Mayo de 2019 17:51

Por Redacción 0223

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Luego del esperado encuentro con el papa Francisco que se realizó este jueves en Roma, monseñor Gabriel Mestre envió un mensaje sobre sus vivencias durante la llamada Visita Ad Limina. La misma culminará este fin de semana con la misa en la Basílica de Santa María la Mayor y la visita en las congregaciones para la Evangelización de los Pueblos y la Educación Católica. Antes de volver, el obispo de Mar del Plata compartió un texto con su análisis sobre lo vivido en al capital italiana.

“Llegando a la fase final de la Visita ad limina, el jueves 2 por la mañana, tuvimos la gracia de celebrar la misa, el primer grupo de obispos argentinos, ante la tumba de San Pedro, y poder desde aquí rezar por toda la Iglesia, por la unidad de la iglesia, de la diócesis, rezar por la realidad de la Patria y el mundo. Haciéndonos eco también de haber conmemorado el día del trabajador, tuvimos presente la realidad compleja a nivel laboral, educativa de nuestra patria y pedimos especialmente por los hermanos más pobres y necesitados, y por esta justicia tan largamente esperada que necesitamos en nuestra Patria”, indicó Mestre en el inicio de su mensaje.

En esa línea, el obispo contó: “Tuvimos la gracia de participar del encuentro con el papa Francisco. Los 31 obispos de este primer grupo tuvimos más de dos horas con el papa, dialogando de manera fraterna, muy libre, muy espontánea  y muy profunda a la vez; en las distintas temáticas que tienen que ver con la vida de la Iglesia, el interior de la vida de la Iglesia y también las realidades contextuales de cada una de las diócesis. Fue un momento muy hermoso, muy de fe, espiritual y profundo”, relató.

 

 

Al respecto de la situación de Bergoglio, Mestre contó: “Percibí al Papa con un estado de salud óptimo, muy jovial, chistoso como siempre, profundamente convencido de que lo que está viviendo es lo que Dios le regala en este tiempo. Ratificó más de una vez que la misma paz que sintió cuando fue nombrado, a pesar de darse cuenta de la enorme responsabilidad que tenía, es lo mismo que siente en este momento que tiene que llevar adelante tantas cosas difíciles y complejas de la vida de la Iglesia”.

Sobre los asuntos tratados con Francisco, Mestre detalló: “Charlamos todos los temas, con una agenda totalmente abierta, nadie tenía un papel ni él, ni nosotros. Pudimos dialogar y hacer ‘ping pong’ donde todos los obispos fuimos planteados distintas cuestiones y el Papa fue dialogando en cuanto a los temas educativos, el trabajo, la droga, la dignidad, la evangelización, la catequesis, la transmisión de la fe. Distintas temáticas que tienen que ver con la tarea propia de la Iglesia, encarnada en el mundo y en la historia, también sobre las dificultades que tenemos en las cuestiones más complejas, y que tienen que ver con la formación de los futuros pastores, la educación, la defensa y el cuidado de la vida, cuestiones de la realidad de los abusos. Todas las temáticas se trataron de manera libre y muy profunda, y muy ‘sinodal’ podríamos decir, con la participación y voz de todos, sin tabú, tapujo ni miedo”, resaltó el pastor de la diócesis de Mar del Plata.