“A muchos menores les es ajena la Justicia, se manejan con la ley de la selva”

El fiscal del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil, Walter Martínez Soto, advirtió en el último tiempo un “elevado” índice de reiteración delictiva en los menores que se encuentran en una situación de conflicto con la ley penal y también manifestó profunda preocupación por la recurrencia de hechos “cada vez más violentos”.

El funcionario judicial insistió en sus críticas por la falta de recursos y políticas del Estado para atender la problemática y pidió que la contención no sólo se focalice en los adolescentes imputados sino también en sus familias. “Si hay un trato virtualmente salvaje, el pronóstico a futuro no puede ser muy civilizado”, sintetizó.

“El abordaje no debe incluir a una sola persona. Obviamente que los recursos económicos que hay que usar para esto son abultados y que a veces hasta implica sacar a la familia del lugar donde vive, pero hay que tomar consciencia de que hay lugares que viven una realidad completamente distinta a la del macrocentro o el centro de la ciudad”, enfatizó, y graficó: “Hay situaciones de violencia donde la ley se transformó en la ley de la selva; hasta a la policía se le complica entrar”.

En este marco, Martínez Soto recordó que el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil “no está dispuesto solamente para aplicar penas” sino que lo más importante es “la labor social” que define para cada caso. “Como esto es caro, el Estado no lo cumple y termina siendo un desastre. Cada vez hay más chicos y menos personal para atenderlos y el presupuesto también es menor. Así es imposible trabajar”, lamentó.

Ante ello, el fiscal consideró también que el “espíritu” de la reforma que impulsa en el Congreso el Gobierno nacional para bajar la edad de imputabilidad va en la misma sintonía por lo que aseveró que esta iniciativa “va camino al fracaso”. “Hacemos quejas a diario pero no le interesan a nadie”, insistió, en declaraciones a 0223.

Martínez Soto aseguró que el índice de reiteración delictiva “es mucho más elevado en el fuero de menores que en el de mayores”: “Hay que entender también que acá los jóvenes no son usados por los mayores, sino que la mayoría busca su propia identidad delictiva: algunos sacan chapa por cometer un delito determinado. Esto no es un dato menor”.

Después de los crímenes que se sucedieron en los últimos meses en la ciudad, el funcionario judicial advirtió un escenario con delitos “cada vez más violentos”. “Esto pasa en realidad porque la violencia ya se ha tornado habitual en la convivencia cotidiana que hay en nuestra sociedad”, analizó.

“Un 80% de los robos son agravados porque se usa un arma que no anda o un arma que realmente funciona o se utilizan cuchillos. Y esto se ha incrementado. Y los chicos también vienen bastante complicados al momento de tener que hacer frente a la Justicia. Es algo como que les es ajeno, como que viven una realidad distinta, con sus normas, su forma de relacionarse a nivel barrial; en esa microsociedad que están acostumbrados a ver”, concluyó.