La historia del hombre que murió en San Martín y la costa: “Él era feliz así”

Se llamaba Jorge Enrique Gómez pero su familia y sus amigos lo apodaban "Toti". Tenía 39 años y dos hijos. Hace diez años que dormía en las calles de la ciudad. Su sobrina lo definió como una persona "muy solidaria".

5 de Julio de 2019 08:18

Por Redacción 0223

PARA 0223

39 años. 2 hijos. 10 años en calle. Ésos son los números que definen y se constituyen casi como una síntesis de la vida de Jorge Enrique Gómez, el hombre que falleció durante la madrugada del martes cuando dormía en la esquina de San Martín y la costa.

A diferencia de otros contextos atravesados por conflictos intrafamiliares u otras problemáticas de orden económico y social, Jorge - que era más conocido por su familia y grupo de amigos como "Toti" - eligió por propia voluntad su destino.

"Fue una elección de vida de él porque siempre manejó sus tiempos y no le gustaba que lo controlen mucho. Se sentía a gusto con esta situación", asegura a 0223 Daiana Cabrera, su sobrina.

Su decisión de pasar día y noche en la calle, sin embargo, no motivó un alejamiento total con su familia: una o dos veces al mes, según señala la joven, lo localizaban para conversar y reunirse con él.

En los últimos meses su salud se había deteriorado como consecuencia de la adicción al alcohol que nunca pudo superar. Inclusive, fue internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (Higa), donde se le detectó cirrosis. Los médicos sugirieron iniciar un tratamiento pero "Toti", a los pocos días, escapó.

"Le pedimos de muchas formas que vuelva a casa para que se cuidara pero él siempre se resistía y nos decía que no, que era feliz viviendo de esa manera. Y cuando el otro día tuvimos que reconocer el cuerpo se nos vino el mundo abajo. No lo esperábamos", lamenta Daiana.

El velatorio de Jorge Enrique Gómez fue este miércoles, y su despedida no sólo contó con la presencia de la familia sino con el acompañamiento de distintas personas en situación de calle con la que supo pasar la mayor parte de sus días y noches a lo largo de 10 años.

"Varias personas se acercaron y con lo poquito que pudieron juntar, le compraron flores y se las dejaron. La verdad que desgarraba el alma ver cómo lloraban por él", reconoce la sobrina, que también afirma que "hace pocos meses" que había decidido mudarse a la zona donde finalmente falleció.

En la entrevista, Daiana también aprovecha cualquier instante para desmentir enérgicamente las declaraciones de los funcionarios de Desarrollo Social, que habían ligado a "Toti" con un grupo de personas "agresivas", y asegura al respecto que era un ser "muy respetuoso".

"Todas las personas que lo conocían nos dijeron que era solidario. Toti era cuidacoches y cuando tenía que buscar un mango para comer, no sólo lo hacía por él sino para que todos pudieran comer", resalta, y critica por otra parte: "Se dijeron muchas cosas de él que no son verdad  y que causan indignación".

La sobrina, además, revela que el hombre tuvo dos hijos con una mujer: un nene que hoy tiene 20 años y otra nena de 14. Solamente con el joven pudo mantener un contacto en un principio que después se perdió por circunstancias de adopción, aunque poco más de un mes habían vuelto verse las caras.

Un gesto solidario

Por estas horas, Daiana todavía se ve atravesada por el dolor y la angustia pero eso no la paraliza: al contrario, muestra fortaleza e intenciones firmes de ayudar a otras personas en situación de calle.

La joven dice que a partir de ahora recorrerá con su camioneta desde las 8 algunos sectores de la ciudad para compartir un café y tortas fritas con quienes duermen en las frías calles de la ciudad. "Vivimos en carne propia esto y sabemos lo que es, por eso quiero ayudar a los que más necesitan", ratifca.

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