La ausencia de Baragiola en su noche más dolorosa

Se esperaban aplausos y festejos, pero terminó siendo una pesadilla para el radicalismo local y para su candidata. Cómo se vivió la derrota de Vilma en el Comité de la UCR.

12 de Agosto de 2019 01:47

Por Redacción 0223

PARA 0223

Nadie imaginaba un final de este tipo. En el Comité de la Unión Cívica Radical se había preparado todo para un festejo "pasadas las 18", como había anticipado la propia Vilma Baragiola hasta que, justamente, luego de ese horario la información que empezó a llegar desde las escuelas no fue la esperada. Las caras cambiaron. El pánico comenzó a circular entre los primeros que se acercaban al tradicional espacio de calle San Martín, aún cuando no había ningún número oficial. La derrota se supo casi desde un principio, algo que sorprendió a propios y extraños.

Todavía no había llegado casi ningún fiscal al centro de campaña cuando los rumores y fotos de planillas con la victoria de Montenegro en la interna llegaban de todas las direcciones en donde había gente de Vilma fiscalizando. Es que la expectativa de esta PASO era grande por tratarse de una de las más interesantes y de las pocas que definían un candidato a intendente en un distrito de un poco más de medio millón de electores, de los más grandes de la provincia. 

La primera figura cercana a Vilma Baragiola en aparecer fue la concejal Cristina Coria quien con su cara decía todo. Luego llegó el primer candidato a concejal, Carlos Katz, quien se mostró medido y manteniendo alguna esperanza. "Vilma recorrió mucho los barrios", remarcó un asesor del espacio y sugirió que había que esperar a "que lleguen las mesas de las escuelas más alejadas". Pero las cartas ya estaban jugadas. También se presentó Sebastián Puglisi, quien dialogó con algunos medios, llegaron Maximiliano Abad y Nicolás Maiorano que prefirieron el silencio. 

La llegada de los fiscales no hacía más que confirmar la derrota irreversible, sólo faltaba la confirmación oficial que, como es de público conocimiento, tardo más de lo necesario, estiro una agonía que debió haber sido más breve. Era postergar en el tiempo lo que se sabía, no iba a cambiar. Las diferencias que se rumoreaban eran lapidarias. Tal vez sea la más dura derrota de Vilma Baragiola en su carrera política, esta vez contra un rival al que, a priori, "nadie conocía".

Para cuando Mauricio Macri salió a confirmar que habían hecho "una mala elección", en el Comité quedaban pocos militantes y cada fiscal que llegaba, traía malas noticias. "Traigo 10 planillas con una ganada", resaltó uno de los colaboradores que llegaba de un colegio. Arribó en esos momentos El concejal Mario Rodriguez quien aclaró que no tenía "mucho que agregar". 

Cuando se confirmaron los tremendos números a nivel nacional y provincial, sumados a que la candidata más votada en Mar del Plata era Fernanda Raverta y que la interna con Montenegro era derrota inexorable, sólo se esperaba la presencia de Vilma para reconocer la derrota. Pero eso nunca pasó: fue Nicolás Maiorano el encargado de poner la cara por Baragiola y que con buena cintura política confirmó la derrota, y aceptó los crudos números que reflejaban las pantallas.

Finalmente, la candidata nunca salió, las luces del viejo Comité se fueron apagando, unos muchachos apilaban las sillas y otros comenzaron a desarmar la pantalla gigante. Era el final de una larga jornada, de una campaña electoral de la que se esperaba mucho más y que dejó una tremenda incertidumbre acerca del futuro de Vilma Baragiola en la política marplatense. "No hubiera sido la primera vez que ganamos y no será la última derrota", sentenció Maiorano cuando le tocó hablar frente a los medios. El tiempo dirá qué pasará con la UCR, tanto a nivel local como nacional.