Montenegro: "La gente siente que la clase política no le da una solución"

El precandidato a intendente de Juntos por el Cambio sostuvo que "Mar del Plata se arregla de adentro hacia afuera" y remarcó que llegó el momento de "hacer".

4 de Agosto de 2019 16:13

Por Redacción 0223

PARA 0223

Guillermo Montenegro asegura que está listo para ser intendente de Mar del Plata. Cree que su experiencia como ministro de Seguridad de Caba le permitiría gestionar adecuadamente esta ciudad que, aclara, es necesario pensarla como una provincia. Remarca que Mar del Plata está "sobrepensada" y es momento de gestionar las soluciones.

Remarca su amistado con la gobernadora María Eugenia Vidal, pero aclara que eso no impedirá que pelee por lo que le corresponde a Mar del Plata. Afirma que la gente siente que la clase política no le da respuestas y que en los últimos 30 años la ciudad tuvo prácticamente a los mismos dirigentes. Uno de esos dirigentes es, justamente, su rival en las Paso del 11 de agosto: Vilma Baragiola. 

En una entrevista con 0223, el diputado nacional habla de estos temas, de por qué quiere ser intendente de esta ciudad, de los baches, de Kicillof y más.

-¿Por qué quiere ser intendente de Mar del Plata?

-Fue una decisión hace más de dos años de volverme a mi ciudad. Fue una decisión personal. Después empecé a involucrarme con mis amigos, con el día a día de Mar del Plata y me di cuenta que había que trabajar para transformarla. Lo hablé con María Eugenia y Mauricio y empezamos a buscar soluciones como el gasoducto, obras específicas del aeropuerto y después cada vez más. 

Yo tomé la decisión de venir acá, de tener a los melli acá y quiero que ellos disfruten una ciudad distinta a la que estamos viviendo nosotros hoy. Es algo que se puede lograr con mucho trabajo, mucha planificación y la experiencia que tuve como ministro de Seguridad en la ciudad. 

-¿Qué sería una ciudad distinta?

-Pienso en las potencialidades. Te dicen El puerto es un problema, el sector frutihortícola es un problema, el turismo... No son problemas, son oportunidades. Hay cuestiones que son problemas, uno es la inseguridad y claramente estoy capacitado para llevar adelante una modificación estratégica en materia de seguridad. La salud es un tema que tenemos que trabajar más, a pesar de lo que se hizo con María Eugenia en la guardia del hospital, con el Same, a nivel nacional con el exEmhsa, hay muchas cosas que se hicieron y muchas que faltan. 

A mí me desvela todo lo que tenga que ver con el espacio público, iluminación, asfalto, bacheo, por lo que eso significa. Si lo empezás a hacer de afuera hacia adentro estás integrando a los barrios más alejados del centro y generás un sumar-sumar. Cuando hacés esto, mejora la seguridad, pasa el camión de basura, pasa la ambulancia, el colectivo empieza a pasar por calles que hoy no pasa, el pibe camina una cuadra, dos cuadras, en vez de 10. 

-¿Cómo se logra?

-La gestión es gastar la plata bien y tener claro que la envergadura que requiere Mar del Plata es la de una provincia. Yo manejé un ministerio que tenía 18 mil personas y el presupuesto era una vez y media el de Mar del Plata. Eso me da capacidad para llevar adelante la gestión. 

¿Qué visión tenía de Mar del Plata cuando venía a visitar familiares o amigos y cuál tiene ahora?

-Mar del Plata está apagada. La postal es el reloj a las 5 de la tarde del Mundialista, que está clavado hace años. Está triste. La potencialidad, la juventud, las universidades, todo lo que tiene que ver con la tecnología. Puede ser una ciudad joven y muy potente. Mar del Plata es maravillosa. Para todo lo que tenga que ver con el software una ciudad como la nuestra es ideal. Podés transformar Mar del Plata en el Silicon Valey de América Latina. 

Yo la fui viendo y soy de meterme mucho en las casas, mucha gente me invitó a tomar mate y la apertura de esa puerta te hace vivir adentro de esa casa: sentir, reirte, llorar y también sentís los problemas. Empezás a hacer un mapa y decís Así no podemos seguir.

-¿Y cómo le explica a esa persona que le abre la puerta y le convida un mate que el actual intendente de Cambiemos no logró transformar la ciudad, pero que usted que es de Cambiemos también sí vas a poder?

-En ese lugar trato de hablar poco, escuchar mucho y llevar soluciones. Como fue la llegada de Gendarmería, el problema era ése y fuimos en busca de la solución. Trato de criticar muy poco. Siempre tuve la idea de que uno tiene que mirarse a uno y no ver tanto lo del otro. 

 

-Peor no es fácil.

-Sé que no es fácil. Él fue en una lista en la cual estaba Cambiemos. Obviamente y esto quedó a las claras, hay una relación muy cortada tanto con provincia como con Nación, que es una de las grandes desventajas que le puede generar a cualquier intendente. No lo digo por este caso puntual y no importa de qué espacio político sea. No hace falta estar a los abrazos. Necesitás un intendente que tenga cabeza de gobernador, que pueda tener una relación diferente con el gobierno nacional y provincial y una capacidad diferente de gestión para ir a discutir cuestiones específicas con el presidente, la gobernadora, el ministro de Hacienda, ir a buscar créditos al Banco Mundial, al Banco Interamericano de Desarrollo. Mar del Plata tiene esa complejidad, tiene que estar insertada en el mundo. Uno ve las posibilidades que genera el tratado de la Unión Europea, si se usa bien. A nosotros nos pega todo cerca: la pesca, el cordón frutihortícola, los pollos, tenemos que estar a la altura de las circunstancias pero son todas oportunidades. Y desde la Intendencia tenés que ponerte al hombro eso. Esto va a generar fuentes de trabajo. 

-¿De qué manera?

-Si un kiosco tarda un año en habilitar no sabés si te conviene poner un kiosco. ¿Cuándo contratás personal? ¿A los dos meses, a los tres, cuando sale la habilitación? ¿Y si no sale qué hacés? Desde el municipio se pueden adoptar muchas medidas para favorecer esto, no es solo una cuestión de macroeconomía. Y si no, ser el mejor representante de los marplatenses frente a los organismos que haya que plantearlo. Y hay que discutirlo de verdad.

A mí me dicen: Usted tiene una relación con Vidal. Sí, de muchos años, es mi amiga. Pero me voy a pelear en el buen sentido. Mariu, Mar del Plata necesita esto. ¿Cuál es hoy la distribución del fondo que le toca a Mar del Plata? Nos pelearemos, como ella se peleó con Macri y nadie se lleva mal. Yo defiendo los intereses de mi ciudad. 

Quiero generar un Compre Marplatense en los municipios porque quiero que los empresarios marplatenses vendan más. Tengo ganas de vender los pulóveres en el exterior, ir con la misión textil; ir con la fruta a Europa.

 

-Mencionó el caso textil. ¿Siente que hay políticas nacionales que van en contra de determinadas economías?

-Creo que no. Lo hablé con la gente de la cámara. Hay que saber manejar las oportunidades. El sector textil en Mar del Plata ha tenido vaivenes. Creo que tiene una oportunidad por el tipo de cambio, el nivel de calidad. He ido a varios, pero hay tres o cuatro que están compitiendo con nichos muy específicos y les va bien. Con esfuerzo y mucho laburo; nadie tira manteca al techo, pero trabajan mucho y bien y con inversión en máquinas. 

-¿Hasta dónde puede el intendente involucrarse en los problemas?

-Cuando era embajador venían los gobernadores con sus empresarios y me pedían que les arme una agenda comercial para que sus empresarios puedan vender sus productos. ¿Y por qué nosotros no lo podemos hacer? ¿Los puedo acompañar? Sería lo ideal. ¿No los puedo acompañar? Yo hablo con el embajador y vayan con el secretario de Desarrollo Económico, armen la agenda. Esa gestión que te genera crecer y te va a dar la oportunidad real, la tiene que hacer el intendente.

El puerto: es provincial, es nacional... el que está en el Puerto tiene un problema y el problema se lo tiene que resolver el intendente. Si arregla la calle le pasa la cuenta a la gobernación o a Nación, pero es problema del intendente. Lo primero que hay que hacer es alumbrado, barrido y limpieza y después empezamos a trabajar en lo otro. 

-El estado de las calles es una de las principales críticas de los marplatenses. ¿Coincide con esa percepción?

-En Mar del Plata, si salgo a las cero horas ando doce horas en asfalto, doce horas en tierra. De las doce horas en asfalto, seis llenas de pozos. Anduve 18 horas rompiendo el auto. Tiene 20 mil cuadras. De las 10 mil que no están asfaltadas hoy podés asfaltar 1.700, 2.000, porque tienen las obras hidráulicas necesarias. Ya de arranque tengo 7 mil cuadras para arrancar, con las 5 mil que están mal y las 2 mil que están bien. Claramente a las otras tengo que buscarles la forma de un mantenimiento acorde al que tiene que vivir mientras empiezo a generar la inversión para la obra hidráulica correspondiente.

-¿Se puede hacer sin inversión nacional o provincial?

-Acá hubo mucha inversión: Gasoducto, mil palos; obras de agua 950; ensanche de Mario Bravo, 250 palos en seis meses; la calle Beruti, Constitución, el aeropuerto, la planta potabilizadora del emisario sur, cuando vos ves la inversión que hubo en Mar del Plata es muy importante

¿Falta? Sí, un montón. Tal vez hubiéramos hecho otras obras, por eso es importante tener una visión desde lo local para poder priorizar las obras que Nación o provincia tienen previsto hacer en Mar del Plata. Y eso lo va a hacer alguien que tenga la capacidad de sentarse en esa mesa de discusión.

-¿El metrobus es un ejemplo de eso?

-Exacto. Si me decís el Metrobus te digo No. Prefiero la urbanización en Nuevo Golf, Belgrano y Autódromo que se está haciendo ahora para cambiarle la vida a los barrios. Si en su momento a Horacio le decían que iban a poner el tren por arriba decíamos que no, porque el problema era otro, que en la 31 no podían vivir. Hoy la 31 tiene la mejor escuela de Capital Federal; entonces sí podés poner el tren por arriba y sí podés hacer el Paseo del Bajo. Dentro de 12 años, si hacemos lo que tenemos que hacer todos, hay que generar los acuerdos necesarios, vas a estar discutiendo esas cosas. En la Ciudad no había casi ninguna visión de que eso podía ocurrir. Tiene que ver con la gestión, la honestidad y el trabajo.

-¿Con qué clase política se encontró en Mar del Plata?

-Acá hubo 30 años de uno u otro pero que en definitiva no había un cambio. Creció la ciudad, creció la industria, crecieron los problemas, crecieron las oportunidades y no creció la clase política. No estuvo a la altura de las circunstancias para la resolución de los problemas, en el nivel en el que crecieron los problemas. Muchas veces no escucha a la gente. 

Vas a los clubes de barrio y te encontrás con que tienen el problema de la habilitación. La gran mayoría de los clubes los construyó tu abuelo y el mío. ¿El plano? Qué se yo dónde está el plano. Ahora necesitamos ver cómo los ayudamos a ordenarlo, porque el club es lo que le da vida al barrio y contiene un montón de gente. Tenemos que ponernos del lado de la gente. 

La gente siente hoy que el municipio es un lugar donde vas y no sabés cómo te va a ir. El trámite de habilitación de un negocio tiene que ser de tres meses. El Código de Ordenamiento Territorial hay que dar una discusión y evitar la excepción que es horrible. Te genera la imposibilidad de "venderte" como ciudad para la inversión. El que viene a invertir no sabe si va a poder o no. Hay que poner reglas claras en todo, es más fácil para la gente. Si vos arreglás la plaza, la cuidan. Mar del Plata se arregla de afuera hacia adentro, no tengo dudas.

 

-En esta Paso se enfrenta con una dirigente que está en esos 30 años que menciona.

Sí. Cada uno tiene sus defectos y virtudes. Yo tengo claro cuáles son mis virtudes. Lo que a mí más me puede caracterizar con respecto a otros candidatos es el hacer, haber sido parte de un equipo exitoso. Hoy se siguen viendo los resultados porque pude trabajar muy bien en hacer las cosas. Y para hacer las cosas tenés que escuchar. Mar del Plata está sobrepensada: Plan Estratégico 1, plan estratégico 2, plan maestro de transporte, Mar del Plata entre todos, no pensemos más. Hay que empujar, y todos. Esto no es responsabilidad de un espacio político, o Guillermo Montenegro, es todos. Llegó el momento de empujar y no es una frase hecha. Yo estoy convencido de que es la única forma y creo que estoy en condiciones de llevar adelante esto. No tenemos más margen, uno lo ve en los barrios. La gente siente que no la clase política no le da una solución. No Juntos por el Cambio, Fernanda, Pulti. Si no le vamos a buscar una solución no estamos haciendo lo que nos gusta a cada uno con su forma de hacerlo. A cada uno nos gusta cambiarle la calidad de vida a la gente. 

-Cuando llegó hace dos años se lo criticaba porque decían que era un "enviado" que no era de Mar del Plata. ¿Siente que revirtió eso?

-Yo hablaba con mi grupo de amigos del colegio y les decía la bronca que me da porque en Buenos Aires me decían provinciano y llegó acá y me dicen porteño. Yo soy de acá, nací acá, viví acá, disfruté acá, tengo mis amigos. Me fui fue a estudiar y laburar. Y si conseguía laburo en Río Negro me iba allá; yo soy un laburante. Y cuando empiezo a ser diputado, que me permite estar dos días en Buenos Aires, y cinco donde yo elijo, elijo mi ciudad. Y me vine corriendo. No lo pensé un minuto. Y no tiene que ver con la política, tiene que ver con lo que vos vivís en Mar del Plata: la ciudad más linda del mundo, mis amigos, mis compañeros de colegio, ir al club de rugby a comer un asado. 

Yo tengo claro que soy de acá, que mi lugar es este, que le puedo dar un montón de gestión para transformar algunas cosas. 

¿Le molesta que le digan eso o que recuerden que fue candidato a intendente de San Isidro?

-No, ya me río. Lo de San Isidro fue una coyuntura que tenía que ver con ganarle al kirchnerismo en un momento determinado sabiendo que yo iba a perder. Era ministro de Seguridad y los Posse gobernaban San Isidro desde el '58. ¿Qué se generó con eso? Fue el distrito de la provincia de Buenos Aires con mayor caudal de votos para Cambiemos. Se generó una interna potente, pero sabía que no iba a ganar. Mauricio me lo pide y obviamente yo lo hice. Esto fue exactamente al revés: me vine a vivir acá. No vine para trabajar en política. Después se dieron una serie de pasos para que llegara el momento que hoy estamos hablando. Mi preocupación más importante de ese momento no era ser intendente de San Isidro, era la seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, eso evitaba que yo hiciera campaña de la manera que hay que hacer campaña. Si hubiera estado de ministro en este momento no podría estar acá. 

Cada esfuerzo de los Montenegro en los distintos distritos fue lo que permitió que se ganara. 

-¿Ahora es distinto?

-Esto es lo que quiero. Yo sí tuve otras cosas que podría haber hecho en el medio antes de venirme a Mar del Plata. Me propusieron cosas y yo dije que solamente quiero ser intendente de mi ciudad.

-¿Está pensando en el 10 de diciembre si le toca gestionar la ciudad o en el 11 de agosto?

-No, paso a paso, como Mostaza. Yo solo prometo laburar y no miento. Mi objetivo es el 11 de agosto. Y después será en octubre y después... te diría que ni siquiera agosto: será la agenda de hoy, la agenda de mañana y así.

 

-¿Cómo ve el panorama nacional y provincial?

-Se discute en la Argentina dos modelos de país distintos y dos provincias distintas. Que el kirchnerismo me hable de esperanza me cuesta mucho. Que Kicillof me hable de la provincia de Buenos Aires cuando la provincia estaba en default, donde no hubo una sola inversión, donde no había una sola oficina pública en la provincia, no hubo una sola obra hidráulica... La gente se moría, los campos se inundaban, las rutas no se arreglaban

El otro día lo escuché decir Tenemos un plan productivo para Mar del Plata. ¿Y por qué no lo hiciste? Estaríamos todos chochos. La verdad que no lo hizo porque no quiso, porque nunca le interesó la provincia. Porfque no sabe dónde está la provincia, nunca había recorrido la provincia. 

Él cree que puede ganar con soluciones mágicas de discurso, pegarle a Vidal y sin entender lo que se hizo con las guardias de los hospitales, con las escuelas, con el Same. Eso es estar cerca y estar cerca te hace doler. Hablar desde un atril sobre qué hay que hacer cuando la provincia quedó dinamitada...

Yo puedo mostrar qué hice y a partir de ahí te digo qué voy a hacer con mucho esfuerzo. Ahora cuando veo el qué hice de Kicillof no puedo creer que lo vaya a hacer.

-Lo escucho a Kicillof y dice cosas muy parecidas. Que Cambiemos se sostiene en el discurso y no puede mostrar qué hizo.

-Qué hicimos lo tengo claro. Hospitales, Same en 107 municipios, obra hidráulica en el Arroyo del Gato donde hubo 80 muertos. Lo ves en el Arroyo del Barco, el Emisario. Hay cuatro veces más obra que en los 8 años de Scioli. En la obra se ve. Si me decís Eso no llega al bolsillo de la gente... Hay que generar modificaciones para darle soluciones que generen empleo de calidad a la gente, no hay ninguna duda. También hubo cambios culturales del esfuerzo por lo que la política representaba. Esto también son cuestiones que tenemos que trabajar. Pero que no digan que dejaron una provincia impecable. Había 70 colchones en una provincia donde 12 millones de bonaerenses se inundan. En Mar del Plata se usaron en la última inundación más de 500. Son unos irresponsables. ¿Tendríamos que haber gestionado mejor la economía? Puede ser. Ahora, nosotros por la gente nos preocupamos.