“Barragán murió por la fricción contra el asfalto tras ser arrastrado 11 cuadras”

Lo aseguró el abogado de la familia de Nahuel Barragán, el joven atropellado y arrastrado por Yonathan Maurette, en el inicio del juicio por el hecho que conmocionó a Mar del Plata en diciembre de 2017.

Maximiliano Orsini, abogado de la familia de Nahuel Barragán, junto al fiscal Rodolfo Moure. Foto: 0223

30 de Septiembre de 2019 09:46

Por Redacción 0223

PARA 0223

Desde este lunes, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 juzga a Yonathan Maurette, el militar que en diciembre de 2017 atropelló, arrastró más de diez cuadras y mató a Nahuel Barragán (25) en inmediaciones de avenida Colón y 190. Lo aberrante del hecho es que el cuerpo del joven fue encontrado varias horas después del siniestro y prácticamente de casualidad por un repartidor de diarios que pasaba junto al Peugeot 206 estacionado en Remedios de Escalada, casi Belgrano. En el interior de la vivienda, Maurette dormía y dijo tener conocimiento de lo ocurrido recién tras ser detenido. Desde entonces permanece alojado en el complejo penitenciario de Batán.

Minutos antes del comienzo del juicio, Maximiliano Orsini, abogado de la familia de Yonathan Barragán, anticipó que buscarán probar que se trató de un homicidio simple con dolo eventual, producto de “la conducción absolutamente temeraria de este señor, que arrastró el cuerpo hasta su domicilio, estacionó en la puerta y se acostó a dormir”.

El letrado aseguró que ya comprobado que la víctima “falleció debajo del vehículo por la fricción y el arrastre del cuerpo sobre el asfalto” e, incluso, reparó en que de la autopsia “surge que incluso tenía rastros de piedras en el cuerpo, una lesión craneal muy grave y murió en ese trayecto de 11 cuadras donde este señor aparentemente no advirtió que tenía un cuerpo de 100 kilos debajo de su vehículo; algo inverosímil”. 

En cuanto a la velocidad a la que viajaba Maurette, Orsini explicó que según las imágenes de las cámaras de seguridad que lo registraron previo al impacto, el exmilitar circulaba a 65 ó 70 km/h, pese a que la máxima permitida en una avenida es de 60 km/h y con el agregado de que “al llegar a la intersección de 190 y Cólon, la velocidad precautoria es de 30 km/h”. “Las condiciones de visibilidad no eran óptimas -había una lluvia copiosa esa noche- y la iluminación en el lugar tampoco era buena. A pesar de esto, Mourette nunca redujo la velocidad y luego del impacto aceleró y huyó del lugar”, sostuvo el abogado, al tiempo que remarcó que ahora buscarán “dilucidar si este señor tenía conocimiento de estas condiciones previas a la conducción y si podía proyectar el resultado de su acción”.

Con esos argumentos, Orsini consideró que el imputado  debe ser condenado por el delito de homicidio simple con dolo eventual en concurso con abandono de persona y lesiones leves, con una pena en expectativa de entre 8 y 25 años. “Alternativamente está la figura de homicidio culposo agravado, que prevé una pena de 4 a 6 años”, agregó.