Día del ciclista: un marplatense unirá Ushuaia y Alaska en bicicleta

Matías Fraternalli es Licenciado en Psicología y el 20 de Diciembre comenzará un viaje "liviano" a bordo de su Touring.

5 de Diciembre de 2020 15:32

Por Redacción 0223

PARA 0223

De chico nutrió su espíritu rodante con los relatos viajeros de su abuela que cruzaba los kilómetros de la Patagonia Argentina a bordo de su casa rodante. De grande, ya recibido como Licenciado en Psicología y establecido en la ciudad, conoció un amigo que lo incentivó a realizar deportes que lo pongan en contacto con la naturaleza. Eligió la bicicleta y descubrió una nueva pasión en su vida.

“Siento que si bien quiero mi profesión, no define la totalidad de mi ser. Decir que soy psicólogo es incompleto. Mis pasiones hoy están divididas entre mi carrera y rodar” dice Matías Fraternalli en declaraciones a Dixit por 0223 Radio, quien por estos días prepara su hazaña dorada: unir Ushuaia con Alaska en su Touring, una bicicleta que permite al ciclista adaptarse al camino.

La fecha de salida es el 20 de Diciembre y el primer tramo de recorrido lo llevará a Fortaleza. “En realidad iba a viajar el 23 de Abril, ya tenía mi ropa embalada, había conseguido quien me cuide el departamento y los perros y me estaba por ir, pero tuve que hacer un parate”, cuenta entusiasmado.

“La idea es llegar en Marzo a Río y de ahí Alaska. Obviamente tuve que modificar la ruta porque las condiciones climáticas van a ser otras'', cuenta Matias mientras detalla que el objetivo base es hacer 100 kilómetros diarios, partiendo a las 5 de la mañana y “pedaleando” hasta mediodía para retomar el camino al atardecer.

Según cuenta Matías, el viaje está calculado para llevar lo mínimo e indispensable. “El peso de lo que llevo no supera los 55 kilos, es el peso ideal para la bicicleta”, cuenta. Su kit viajero tiene: un equipo de indumentaria que le permite adaptarse al clima, ropa, una carpa, bolsa de dormir, elementos básicos de cocina, un kit de emergencia para ciclistas, comida no perecedera y golosinas.

“Trato de no excederme en lo que llevo, de viajar liviano para no tirar cosas en el camino como me pasó durante el último viaje. Mi equipo me permite estar 3 días solo sin necesitar asistencia externa”, dice.

“El temor más grande de este viaje es la soledad, porque pasa que estas dos días solo que capaz te llueve, tenés un día difícil, hay viento viste… por ahí cuesta y te tenés que valer de otras cosas, pero si no tenés nada rico para comer, justo no enganchas señal ni nada y es un diálogo con uno mismo que puede ser duro. Te diría que ese es mi mayor miedo”, confiesa

Es por eso que realizó una preparación espiritual antes de emprender esta aventura. "Viajando me encontré con un ciclista español y yo le comentaba que había equipado mi bicicleta. Él me dijo más que cubiertas lo que tenés que preparar es el espíritu", recuerda y agrega que el físico se puede adquirir en el camino "pero si no te preparas psicológicamente, puede ser duro", dice.

El bolso está listo, la bicicleta equipada, su vida en la ciudad resuelta. La cuenta regresiva para su partida comenzó.