Con distanciamiento, los marplatenses se volcaron a los comercios

La primera experiencia de la "prueba piloto" que implementó el Guillermo Montenegro para tratar de definir a posteriori la reapertura definitiva de los comercios en Mar del Plata se vivió con una presencia de público moderada y sin advertir importantes aglomeraciones en las principales zonas que aglutinan locales en la ciudad.

Hasta el mediodía de este sábado, los temores naturales que tenían las autoridades ante la posibilidad de constatar un desborde de personas quedaron neutralizados prontamente: tanto en el centro como en Güemes y San Juan se constató un fuerte acatamiento al distanciamiento social y otras medidas de seguridad sanitarias que sugieren las máximas autoridades gubernamentales.

Los comerciantes se mostraron estrictos en los ingresos y, tal como se había estipulado, no permitieron el ingreso de más de un cliente a la vez así como garantizaron elementos de higiene, mientras que en el público en general accedió al uso de los barbijos para recorrer los comercios, según lo que pudo constatar en su recorrida 0223.

En sintonía con lo que se había anunciado, se observó también una importante presencia de agentes de la Subsecretaría de Transporte y Tránsito para hacer respetar la peatonalización de San Juan y Güemes y regular el flujo de vehículos. También hubo presencia policial y de otros inspectores para supervisar el movimiento en las calles.

El intendente Montenegro se sumó a los controles: durante la mañana, además de estar con el ministro de Obras Públicas Gabriel Katopodis y la directora de Anses Fernanda Raverta en el Hospital Modular, se hizo presente en Güemes y en el centro, mientras que al mediodía hizo lo propio en San Juan,

Las fuentes del Ejecutivo local que consultó este medio se mostraron "satisfechas" con el balance parcial que se desprende del sábado y celebraron el "compromiso" de la comunidad marplatense para mitigar los efectos de la pandemia del coronavirus durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. "Esta prueba es muy necesaria y los marplatenses una vez más demuestran que están a la altura de las circunstancias", ratificaron.

María Liberati, responsable de una casa de tejidos que históricamente se ubica sobre la calle Güemes, coincidió con la mirada de las autoridades municipales y destacó que "la gente respondió de una manera muy responsable". "Esto que está pasando hoy es una luz al final del túnel, al margen de que se venda o no se venda; es empezar a ver que toda esta situación tiene un final", expresó.

"Lo mismo que le pasa a nosotros le pasa a todo el mundo. La gente está muy esperanzada. Y por eso mismo creo que hay responsabilidad para que esto pueda continuar porque esta demás de decir que con dos días únicamente no arreglamos nada", afirmó la comerciante, quien reconoció que la situación económica es "tremenda" a raíz del parate en la actividad que se sostiene desde hace casi dos meses.

Durante la "prueba piloto" que se extenderá únicamente por el fin de semana, los comercios pequeños y peluquerías de la ciudad podrán permanecer abiertos de 9 a 17. Luego del domingo, se hará una evaluación de los resultados de la prueba piloto y se decidirán los pasos a seguir. El gobierno nacional debe aprobar las excepciones, por lo tanto para la apertura definitiva habrá que esperar ese visto bueno.

Al anunciar la puesta en marcha de este proceso, tanto el intendente como sus funcionarios remarcaron que no se trata de una iniciativa con "fines recreativos": lo que se intenta es motorizar lentamente la actividad comercial que se ha visto fuertemente golpeada ante el parate repentino que rige en forma obligatoria desde el 20 de marzo por el comienzo de la cuarentena.