Rómulo Severini, el goleador de la final que pasó de la felicidad a la tragedia personal

"Era el partido de nuestras vidas", sostuvo desde Bahía Blanca a 0223 el autor de dos de los tres goles de Aldosivi para lograr el ascenso a la B Nacional.

Desde Bahía Blanca, Severini posó para 0223 con la camiseta que usó hace 15 años. Una reliquia que todo hincha de Aldosivi desearía tener.

9 de Julio de 2020 11:49

"¡Ya pasaron quince años! El tiempo vuela".

Rómulo César Severini quedó en la historia grande del Club Atlético Aldosivi. Hace quince años, sus dos goles en la ciudad de Córdoba -sumado al de Pablo Corti al inicio- decretaron la victoria por 3 a 2 ante Racing de aquella ciudad, y por consiguiente, el ansiado ascenso del "Tiburón" a la Primera B Nacional de fútbol luego de cinco años en el duro Torneo Argentino "A". Hace 15 años, el delantero bahiense, vivió una película guionada de felicidad, éxtasis, que culminó con una inesperada tragedia personal. 

Tras los festejos dentro del campo de juego del estadio "Miguel Sancho", el plantel volvió al vestuario en medio de un clima caótico y violento por parte de la parcialidad local, y el goleador recibió una noticia que opacó toda esa felicidad: su padre Humberto, había fallecido en la localidad de Monte Hermoso. "Tristemente ese día chocaron los planetas de alegrías y tristeza. Mi viejo sufrió una aneurisma muy grande tras haber visto el partido por TV. Se fue muy joven a los 59 años, pero seguramente con una inmensa alegría de haber visto ese triunfo tan importante", recordó Rómulo Severini ante 0223 desde su Bahía Blanca natal. "Fue un contraste emocional muy fuerte en lo personal. Si de algo me arrepiento hoy es de no haberme dado cuenta en el momento de callar esa mala noticia para no opacar los festejos del grupo. Porque fue un mazazo para ellos, y se mermó el festejo del momento. Yo me enteré 45 minutos después de terminado el partido. Si hoy pasara por la misma situación, me lo hubiera guardado", había recordado ya el exjugador a 0223.

Difícil no atar ambas situaciones en el inicio de esta entrevista. El juego de la vida, que le devolvería la felicidad al delantero ese mismo año. Tras marcar el segundo gol a los 64´, su festejo ante las cámaras fue la simulación con sus manos de una panza: "Era para mi hija Emma, que estaba en camino y nacería a fines de noviembre en Mar del Plata".

El festejo de Severini en uno de sus dos goles en Córdoba.

El tiempo pasó, y desde su Bahía Blanca, con 43 años, Severini rememoró aquella tarde cordobesa: "Haber marcado dos goles justo ese día y en ese partido fue un premio personal. Un desafío conmigo mismo, ya que no había tenido a los largo de todo el año el desempeño que esperaba. Así que por suerte en el final pude devolverle al club el motivo de haber apostado a mí", recordó.

Severini, antes de llegar a Mar del Plata, ya acumulaba un derrotero importante en el fútbol del ascenso, más tres años en el exterior: Bella Vista de Bahía Blanca -donde debutó en 1995 y jugó hasta Argentino "B", Villa Mitre también de su ciudad en B Nacional y Argentino "A", Cipolletti de Río Negro y la CAI de Comodoro Rivadavia en segunda división. Y afuera, Sporting Braga de Portugal y Orihuela de España (todo entre 2001 y 2003).

Su debut en Aldosivi fue con gol: el 12 de septiembre de 2004 en la primera fecha del Apertura, marcó el 1-1 final a los 82´ ante Brown de Madryn como visitante. Pero tras unos partidos, perdió la titularidad en manos de Diego Martínez, y recién volvió a jugar en diciembre, en el partido de vuelta de la reválida ante General Paz Junior de Córdoba, donde el equipo fue eliminado. La llegada de Andrés Rebottaro en lugar de Fabián Villarreal le devolvió la confianza, y comenzó como titular. El 11 de febrero, otra vez ante Gral. Paz Junior como visitante, se perdió un gol increíble abajo del arco.. No estaba de racha. Pero el 3 de abril volvió a anotar, en el 5-2 ante Juventud Unida Universitario para clasificar a la semifinal del Clausura. Para anticiparse al momento glorioso, Severini también fue clave al anotar en la final de vuelta del torneo, el 2 a 2 ante Unión de Sunchales como visitante, para el título de campeón del conjunto portuense y el pasaje a la final anual por el primer ascenso ante Ben Hur. "Tuvimos una temporada de menor a mayor. Rebottaro le dio al club una óptica desde afuera acercándolo al profesionalismo y marcando un camino", sostuvo el exatacante. 

"Integré un grupo muy unido. Y dispuesto a dar la mayor batalla. Sabíamos que era el partido de nuestras vidas. Realmente lo era. Teníamos un compromiso como equipo tremendo. Dejamos la vida. Pudimos hacer un partido perfecto. Y sinceramente era a lo que habíamos ido a buscar. Fue una alegría tremenda", añadió remarcando algo que los otros entrevistados también mencionaron: la unión y fortaleza grupal.

La trayectoria de Severini continuó un año más en Aldosivi, con 3 goles en 20 partidos en la B Nacional en una temporada, para luego retirarse tempranamente con regresos a Villa Mitre y Bella Vista. En perspectiva, sin dudarlo, esa tarde en Córdoba fue la más especial de su carrera: "Personalmente fueron los goles en trascendencia más importantes por absolutamente todo lo que significó ese partido ese día. Todo. Y creo que fue el primer pasito a la cúspide para que Aldosivi hoy esté donde está", sentenció quien actualmente es representante de jugadores, y sigue recibiendo el afecto de los hinchas cuando pisa la ciudad.

"Me siento agradecido y un privilegiado de haber pertenecido a ese maravilloso plantel de grandes jugadores y del cariño que siempre nos tienen en el puerto y toda ciudad de Mar del Plata", finalizó Rómulo Severini, el hombre del ascenso que marcó el camino para el "Tiburón".