Caminó 12 días para llegar a Mar del Plata con sus dos perras, durmió en la calle y la "adoptó" una proteccionista

Natalia y sus dos perras llegaron a Mar del Plata en abril y vivieron en la calle hasta comienzos de septiembre, cuando Blanca, una rescatista, le dio un lugar. Ahora, entre las dos, cuidan a los 65 perros y tres caballos de un refugio de Parque Camet.

Natalia vivió en situación de calle hasta los primeros días de septiembre, cuando Blanca le ofreció un pequeño espacio donde estar.

30 de Septiembre de 2020 13:23

A fines de febrero, sin trabajo y en situación de calle, Natalia Bullon (41) decidió que era momento de empezar una vida de cero y pensó que Mar del Plata podía ser un buen destino. Así, semanas más tarde, juntó la poca ropa que tenía, unas frazadas; compró dos correas para sus perras, Teodora y Marlén, y se vino caminando desde San Telmo. Junto a su entonces pareja, empezó el viaje en abril, cuando la cuarentena por la pandemia de coronavirus era estricta. Caminó despacio por el costado de la ruta, trató de llevar ropa con colores llamativos para que la vieran de noche y durmió al costado de los retenes de la policía que, conmovidos por su historia, la dejaron continuar. Demoró doce días en llegar y, una vez en la ciudad, comenzó a buscar un lugar donde dormir. Sin embargo, se le hizo más difícil de lo que esperaba: nadie la aceptaba con sus dos “nenas”, como le dice ella a sus cachorras.

Natalia y sus perritas vivieron en la calle hasta los primeros días de septiembre. Hasta que una vecina la vio por el barrio, le sacó unas fotos y las subió al Facebook para pedir ayuda. La publicación, que se compartió decenas de veces, llegó a Fernando Linale Vanrel, un proteccionista al que se le ocurrió de qué manera darle una mano. Así fue cómo Natalia llegó hasta el Refugio de Blanca, un espacio de dos hectáreas ubicado en Parque Camet, en el que le dieron un lugar donde parar.

A Blanca Melo (60), propietaria del refugio en el que viven 65 perros y tres caballos, no le sobra nada. Al contrario: el 23 de abril el cortocircuito de un bombeador de agua provocó un incendio voraz en la vivienda. El saldo fue trágico: murieron siete perros y un gato. En su desesperación por rescatar al resto de los animales, Blanca aspiró el humo y se quemó las cuerdas vocales. Mientras se reacomodaba, no tuvo otra opción que repartir los perros entre otras personas que se ofrecieron a darles tránsito. De los 50 canes que se llevaron, perdió el contacto con 30 y hoy, a poco más de cinco meses del siniestro, dice que fue “el dolor más grande” que sufrió en la vida.

Tras el siniestro, la municipalidad le prestó a Blanca una casilla rodante en la que pudiera dormir hasta que terminara de reconstruir el refugio. En el mismo predio hay además una pequeña casilla de machimbre, lugar en el que ahora vive Natalia. “Ella la decoró a su gusto y, aunque no hay comodidades suficientes, nos vamos arreglando como podemos”, dice la mujer, quien asegura estar contenta por haber encontrado una compañera con la cual cuidar a sus perros ya que desde hace más de diez años vive sola. "La adopté", se ríe.

“La compañía que tengo con Blanca no la tuve en ningún lado. Después de tanto tiempo en la calle cuesta entrar en ritmo, pero trato de ayudarle a ella, que se desvive por sus hijos”, dice Natalia. Para ella, su única familia son Teodora y Marlén. “Son el amor de vida y por eso, cuando no me dejaron alquilar con ellas, me fui a vivir a la calle. Ahora vine a buscar un futuro nuevo, un trabajo y elegí a Mar del Plata porque me parece que es la única ciudad en la que la gente es muy perrera, muy bichera”, afirma. 

Luego del voraz incendio que arrasó con el refugio, gracias a la colaboración de otros proteccionistas y de la Comuna, comenzó a levantarse la edificación. Sin embargo, todavía falta el techo, una puerta y una ventana para concluir la obra. Los interesados en hacer un aporte a la causa podrán realizarlo a través de la cuenta bancaria CBU 0140478803610751883189 CUIL: 27-14598526-4 Cuenta: 518831/8 . Sucursal: 6107. Mar del Plata. Además, quienes estén en condiciones de ayudar a Natalia (necesita ropa, un mueble donde guardar sus pertenencias, elementos de higiene), podrán contactarla a través de la fan page del refugio.