Pliego de transporte: contrapuntos y tensiones de un proyecto clave para los marplatenses

El Concejo debate el proyecto para licitar el servicio de transporte público. Cuáles son los puntos que separan al oficialismo del principal bloque opositor. 

El Concejo debate el nuevo pliego de transporte público de pasajeros.

27 de Enero de 2021 22:00

El gobierno de Guillermo Montenegro hizo público su proyecto para licitar el servicio de transporte público de pasajeros en octubre del año pasado. Para ese entonces, se había trabajado en el proyecto a lo largo de todo el año y se había discutido con distintos actores de la ciudad. Desde ese anuncio hasta su ingreso formal al Concejo Deliberante pasaron más de dos meses y otros dos hasta el inicio de la discusión en el ámbito legislativo. El reloj apremia: el 30 de junio se vence la prórroga del actual servicio y parece difícil que el proceso de licitación actual se resuelva para ese entonces.

Pero más allá de los tiempos (hay distintas herramientas para ganar algunos meses más), el debate formal del pliego vuelve a enfrentar a los dos principales actores de la política en Mar del Plata: Juntos por el Cambio y el Frente de Todos.

Los contrapuntos entre los dos espacios mayoritarios son marcados. Para el oficialismo, el pliego presentado supone un salto de calidad enorme en relación al actual servicio y lo presentan como una transformación del sistema actual. Para el principal bloque opositor es una continuidad del actual sistema, que incorpora algunas mejoras, pero no modifican cuestiones centrales como líneas, recorridos y frecuencias. Todas esas discusiones se dan en medio del peor año de la historia para el servicio, con una caída inédita en la cantidad de boletos vendidos y una fuerte incertidumbre sobre cómo continuará el sector.

En ese marco, el debate en la Comisión de Transporte del Concejo Deliberante ya sumó debates que se presentan como insalvables. Habrá modificaciones al proyecto original, pero no serán las que planteó y propondrá el Frente de Todos.

La principal objeción de los concejales que responden a la directora de Anses, Fernanda Raverta, es la duración del contrato (20 años, con 5 de prórroga y otros 2 de emergencia). En el oficialismo aseguran que no es viable hacerlo más corto. “Este sistema necesita 20 años para amortizar los costos de inversión”, plantearon una fuente del Ejecutivo que trabajó en la elaboración del pliego, y agregó: “Si se hace un contrato en menos años, el boleto va a ser más caro”.

Desde el Frente de Todos aseguran que ese argumento no es válido. Primero y principal, porque en el pliego no está contemplada la inversión. “En ningún lado dice cuál es la inversión. Por lo tanto no podemos saber si se puede recuperar o no”, plantearon. Por caso, marcaron respecto a esto es que las tres estaciones de transferencia que propone el pliego (Puerto, Regional y Libertad) no tienen terrenos específicos. “Anunciaron que la idea es que se hagan en tierras fiscales, pero no tienen nada. ¿Y si no consiguen ningún terreno y hay que comprarlos? Claramente la ecuación económica cambia”, graficaron.

 

Fuentes legislativas del oficialismo señalaron que algunas de esas situaciones se recogieron y se harán ajustes para dar precisiones sobre la inversión, pero fueron tajantes respecto a la cantidad de años. “Simulamos este mismo sistema a 10 años y da un boleto muchísimo más caro”, confiaron desde el Ejecutivo, mientras que un concejal oficialista fue más gráfico: “No hay chance”.

El Frente de Todos insistirá con el planteo con un argumento central: el pliego que propone el Ejecutivo, en rigor, son dos en uno. ¿Cómo? “Tiene dos partes bien definidas. Por un lado, la prestación del servicio en sí, que es un modelo de negocio. Pero por otro lado, hay otro modelo de negocio en el desarrollo inmobiliario y la prestación del servicio de ‘terminal’ en las estaciones de transferencia. Ahí se van a poder poner comercios, publicidad, pero no hay nada de eso en los cálculos del municipio”, señalaron desde la principal fuerza opositora.

El otro punto insalvable es la creación de una línea testigo. El municipio asegura que la tecnología actual permite controlar y tener toda la información necesaria sin que el municipio tenga que hacerse cargo de prestar una parte del servicio. Además, marcan que todos los distritos que avanzaron en estas experiencias fracasaron. “Bahía Blanca es un desastre. El municipio se la quiere sacar de encima. Y en Rosario, otro lugar donde hay línea testigo, el municipio tuvo que poner el año pasado 1.200 millones de pesos para sostenerla. Mar de Plata no está en condiciones de poner esa plata”, señalaron desde el Ejecutivo.

Durante el debate en la comisión, la que recogió el guante fue la concejal del Frente de Todos, María José Sánchez, que forma parte del Socialismo Marplatense. Planteó que las malas experiencias en distintos municipios no significan que es inviable. “No podemos admitir esta idea porque es aceptar que todo lo que hace el Estado fracasa. Y nosotros creemos que no es así”, planteó.

En el Frente de Todos aún están trabajando en la propuesta formal, pero la idea que más terreno gana no es que el municipio explote una línea, sino que pueda prestar el servicio con algunas unidades municipales en distintas líneas. “Sería algo mixto. Estas unidades de control nos permitirían saber concretamente si los costos aumentan, si se puede aumentar la frecuencia y otra información valiosa”, explicaron.

Por más afinada que llegue la propuesta, el oficialismo tampoco cederá en esta cuestión. “Tampoco hay chance”, repitió el concejal de Juntos por el Cambio.

 

El tercer planteo del Frente de Todos está vinculado a la cláusula antimonopólica. El proyecto del Ejecutivo se basó en la ley nacional de compras y contrataciones y planteó que no se puede adjudicar “más de un grupo de líneas a una empresa”. La oposición cree que ese planteo no genera ninguna garantía. “Qué presenten una propuesta legal y constitucional y la analizamos”, retrucaron desde el oficialismo. Esta es una de las cuestiones que podría modificarse.

La concejal de la Unión Cívica Radical, Cristina Coria, planteó que el “tiempo de ventana” para intercambiar de colectivo es corto. El proyecto original establece que desde el que usuario se tomó el colectivo, tiene una hora para abordar otro colectivo sin pagar un nuevo boleto. Seguramente, ese tiempo se lleve a 90 minutos.

Algunas cuestiones de recorrido también podrían revisarse. El Frente de Todos asegura que hay cinco zonas de Mar del Plata a las que el servicio de colectivo no llegará, de aprobarse el pliego tal cual está. “Significa que habrá 60 mil marplatenses que quedarán por fuera del servicio”, detallaron.

La semana próxima se realizará la audiencia pública y continuarán las exposiciones de distintos actores involucrados en el transporte urbano de pasajeros. A partir de allí podría avanzarse en las modificaciones al proyecto. En el oficialismo creen que para finales de febrero el pliego podría tratarse en la sesión plenaria e iniciar rápidamente el proceso licitatorio. Siempre y cuando consigan los votos para avanzar.