Las paredes andan diciendo

Cada vez es más frecuente encontrar obras de arte en los muros de Mar del Plata. Referentes del muralismo marplatense analizan un fenómeno en aumento y cuentan su experiencia.

Imagen ilustrativa. Foto: Archivo 0223

19 de Diciembre de 2021 10:11

Hace tiempo que el arte dejó de estar únicamente en los museos. Desde hace años, en las calles de Mar del Plata -si bien está algo despegado de la concepción original del movimiento surgido a principios del Siglo XX con la revolución mexicana- el muralismo resurge con fuerza, ya sea por iniciativa propia de los artistas o por decisión de particulares que eligen esta técnica como una opción para ornamentar sus viviendas con un mensaje que destaque de la media.

A principios del Siglo XX, el muralismo buscaba consolidar los ideales sociales creados en la Revolución, destacando el nacionalismo y cambiar las ideas raciales preexistentes contra los indígenas. El movimiento llegó a la Argentina a fines de la década del 90 y hoy son otros los ideales que mueven a los artistas a expresarse en las paredes de la ciudad.

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En el 2001, en medio de una de las peores crisis que se vivieron en el país, Julián Roura sintió la necesidad de expresar lo que sentía plasmándolo en las paredes de Mar del Plata. Desde entonces “comenzó un proceso” que lo llevó a perfeccionar au obra inspirada en el arte de los pueblos originarios y resignificarlo.

“Empecé en medio de la crisis”, recuerda el artista en diálogo con 0223. Entonces sintió que tenía que expresar algo en el espacio público, “llevar el arte para que todos lo puedan observar, que llegue a todos por igual y no quede limitado a un espacio de una galería o para un cierto sector", cuenta.

En 2001 Roura sintió la necesidad de plasmar sus sentimientos en las paredes de Mar del Plata. Foto: Julián Roura

Roura tiene en sus trabajos una fuerte impronta latinoamericana que fue perfeccionando con los años y variando para “no repetirse”. “La idea es retomar lo que se hacía en esta parte del continente, resignificarlo y hacerlo contemporáneo", cuenta el hombre que actualmente trabaja junto a su compañera Maca.

Según explica, el 80% de las obras que realiza en las calles de la ciudad son por encargo, “a veces pasa que el dueño de la casa quiere tapar la obra de otro artista, entonces contacto a quien hizo la obra y le explico la situación”, cuenta.

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Sin la impronta indígena y con un estilo marcado por la ilustración Sismo aborda temáticas sociales desde el concepto de Real Maravilloso latinoamericano donde lo inaudito y lo inesperado conviven de forma yuxtapuesta con lo cotidiano . Grupo Sismo actualmente está compuesto por Fer Lerena y Massi Ledesma, aunque comenzó con cinco artistas: a los ya mencionados se sumaban Mariel Rosales, Peter Forte y Sofia Alvarez.

 “Comenzamos en 2012. En aquel entonces éramos cinco estudiantes de la escuela de Artes Martin Malharro de no más de veintipico de años” recuerdan Ledesma y Lerena que en el último tiempo cobraron notoriedad por obras como “De otra galaxia y de mi barrio” que desde la organización del Balón de oro seleccionaron para presentar a Lionel Messi en la última entrega del galardón  y “Okupas” que referencia, con cuatro carpinchos,  a Ley de Humedales y los llevó a estar en la escena mediática nacional.

"Okupas" acaparó la atención de marplatenses y turistas que eligieron La Perla para disfrutar de un día de playa. Foto: Grupo Sismo

“Estábamos estudiando la carrera de profesorado en pintura y veníamos de una experiencia muy divertida que nos había unido en un Centro de Estudiantes. Para nosotros ese proyecto había significado vincular el arte, la política y sacarnos un poco el traje de estudiantes para empezar a ser artistas” aseguran. Entonces combinaba el arte urbano con muestras colectivas de cuadros, poesía, collages hasta que a finales de 2012 ganaron un concurso de muralismo que los llevó a pintar su primer mural. “A partir de ese momento nos conocimos con el arte en la pared”, cuentan.

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Carola Bagnato es una de las exponentes femeninas del muralismo local. Se acercó al movimiento en 2011 cuando, estudiando en La Plata se encontró con el arte urbano en auge. "Caminaba hacia la facultad por el barrio el Mondongo, y veía paredes pintadas de esquina a esquina, llenas de dibujos,
colores y texturas, para mi sorpresa.
Se habían empezado a realizar eventos autogestionados e independientes de arte urbano, lo cual, cambiaría la impronta y carácter de la ciudad", recuerda en diálogo con este medio.

Lo que se vivía por esos días en la ciudad de las diagonales la impactó al punto de llevarla a encontrar lo que sería y es actualmente su soporte preferido y medio de vida. "El verano de ese mismo año, cuando volví a Mar del Plata realicé mi primer mural en el patio de la casa de un gran amigo.", cuenta la artista que generalmente trabaja de manera individual, desde la autopromoción, gestión, bocetos y realización. " Siempre suelo dar lugar a una mirada
ajena a la mía, que inevitablemente va a potenciar y nutrir el trabajo
", luego de explicar que si bien la ejecución de sus obras le es propia, siempre está acompañada de colegas, amigos y familiares, con quienes consulta, comparte y debate los proyectos.

Bagnato elige los vínculos como temática central de su obra. Foto: Carola Bagnato

"En el oficio del mural, la costumbre más enriquecedora que he encontrado es la de compartir con colegas. Hay una cierta costumbre de ir a pintar con artistas locales de donde te encuentres, de recibir a quienes llegan, de realizar juntada de pintura los domingos, muchas veces por ocio, pero es ese momento donde conectas con tus colegas para realizar futuros proyectos juntos", dice la muralista que compartió proyectos con Rodrigo Acra bajo el nombre de “Lluvia murales”, en festivales como Provincia Emergente, Fate Lab (Italia), y localidades como Chascomús, Ayacucho, Mar del Plata, San Juan,

Para Bagnato, los vínculos son el hilo conductor que atraviesa su obra. "Suelo contemplar y reflexionar mucho sobre ellos. El vínculo, el contacto, el
conocimiento que tenemos sobre nosotros mismos, sobre la naturaleza, sobre los animales, sobre nuestras relaciones. Suelen aparecer personajes inspirados en mis amigos, familia, mascotas", cuenta la mujer que durante sus primeros años de trabajo no utilizaba bocetos sino que esperaba que de la observación se descubra la imagen a plasmar. "era un método muy intuitivo y espontáneo. Cuando empecé a profesionalizarme, este proceso cambió, y el
trabajo previo que realizo es el que más tiempo me lleva, analizar para quién es el trabajo, conocer el espacio donde va a estar, tener en cuenta para qué población es, que contexto lo envuelve y que temática será la más adecuada", explica 

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Al igual que Roura, Lerena y Ledesma sostienen que son las paredes las que los eligen a ellos para realizar sus obras. “Hay dos formas, la primera y la más común es por medio de personas, comunidades, empresas o proyectos que entienden que su espacio necesita una obra de Grupo Sismo.  Y la otra forma, tal vez más lúdica y audaz es la de salir a buscar en la calle una pared sobre la que podamos decir algo. De esa experiencia, por ejemplo, salió el mural de los Carpinchos que pintamos en la playa de la Perla; “Okupas”, algo muy espontáneo que cobró vida por sí solo de forma muy fuerte y se viralizó en todo el país”, cuentan.

Fer Lerena y Massi Ledesma adoptan el concepto Real Maravilloso Latinoamericano. Foto: Grupo Sismo

Consultados sobre si hay espacios en los que se sientan más “tranquilos” para trabajar, los tres coinciden en que “la tranquilidad la da la gente”, “Hay zonas en las que lo común es ver una pared blanca y otros como la zona de las vías por ejemplo en las que uno puede pintar libremente y no te van a decir nada”, dice Roura.

“Algunas veces empezamos a pintar y ciertos recursos de la técnica necesarios para dar los primeros pasos sobre una pared, como manchar, marcar con símbolos y medidas y hacer ciertos garabatos, pueden generar algo de desconfianza en el público, sobre todo cuando vamos a lugares donde el arte urbano no es una expresión muy común”, agregan Lerena y Ledesma.

Julián Roura y Maca intervienen con una fuerte impronta latinoamericanista las paredes de Mar del Plata. Foto: Julián Roura 

“Son momentos que tienen que ver con dar las primeras estocadas sobre una pared, y cuando la obra ya empieza a tomar forma, la gente también lo hace. Y eso es algo muy interesante porque en la medida que transformamos la pared blanca en una obra nuestra la gente también lo hace en simultaneo”, sostienen.

Bagnato. por su parte considera que la tranquilidad o incomodidad depende de la actitud y fluidez del artista "He trabajado en obras en construcción, colegios y jardines, en calles muy transitadas, que puede verse como un contexto caótico, pero ahí somos nosotros quienes tenemos que amoldarnos de la mejor manera al espacio donde nos toca trabajar. Muchas veces los trabajos son solitarios, donde estamos solos con la pared, que supondría un ideal de tranquilidad, pero algo hermoso de esta profesión es poder dialogar con la gente que pasa y ve el proceso, generando una relación entre la pared, uno mismo y el otro", relata.

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"Hay una movida muy interesante en Mar del Plata con el arte urbano que está muy buena”, asegura Roura. “Es un resurgimiento no solo del muralismo sino de la expresión público-urbana. Pensamos que, en algún punto, la gente vinculada al hacer creativo no esta encontrando en los canales tradicionales y establecidos un lugar para expresarse", agregan los integrantes de Sismo.

Según los artistas el muralismo y el arte urbano son las propuestas estéticas que mayor visibilidad tienen actualmente, aunque también hay un incremento de pegatinas, esténciles, frases, y actividades efímeras como danza y teatro que se realizan interviniendo el espacio público.

Carola Bagnato sostiene que es necesario generar políticas que acompañen el auge del muralismo en la ciudad. Foto: Carola Bagnato

Bagnato, por su parte coincide en el incremento del trabajo de muralismo en la ciudad, para que el movimiento esté "más en auge" son necesarias políticas públicas que acompañen este crecimiento y brinden buenas condiciones laborales para los trabajadores de la cultura urbana. "Es muy destacable el trabajo de artistas locales que aportan con sus herramientas a la cultura popular. La transformación es colectiva, y se nota cada vez más la respuesta positiva de los vecinos", dice.

"Creo que esto amerita reflexionar sobre los espacios tradicionales como las galerías, museos o teatros y de la fuerte necesidad de la gente de expresar y hacer visible todo lo que nos está atravesando", cierra Lerena.