Pidió que aparten a una magistrada de un juicio por abuso sexual por su condición de mujer

El abogado Rubén Fernández planteó que había tenido “malas experiencias” en otros casos con juezas mujeres. El Tribunal lo cuestionó y planteó que se capacite a los matriculados con la “Ley Micaela”.

16 de Marzo de 2021 19:29

Por Redacción 0223

PARA 0223

La condena que el Tribunal Oral en lo Criminal 3 le impuso a Tomás Mario David Sosa por abusar sexualmente de la hija adolescente de su pareja durante dos años dejó –además de una sensación de Justicia para la víctima y su familia- un fuerte cuestionamiento a los reparos que tuvo la defensa sobre la participación de una jueza mujer en este tipo de debates.

El Juez Fabián Riquert remarcó que en el comienzo del debate el defensor Rubén Fernández efectuó manifestaciones respecto a la Jueza Mariana Irianni relativas a su género  como juzgadora en este juicio aunque no fueron canalizadas por la recusación, que es la vía procesal adecuada.

El abogado dijo que no se trataba de una cuestión personal, sino que en una ocasión otra jueza dictó una resolución que luego fuera revocada sobre este tipo de delitos contra la integridad sexual. “Esta manifestación de carácter general respecto al género del juzgador/a posee un sesgo discriminatorio, ya que se ataca por el sólo hecho de tratarse de una mujer (jueza)”, dijo.

“La expresión, como lo dijera en la audiencia, no se extendió a los otros dos miembros del tribunal varones, que hemos tenido sentencias confirmadas, pero también revocadas. En un universo más general como lo planteara el abogado, a miles de jueces varones les han revocado sentencias, y ello no inhibe a que otros jueces varones entiendan en otras causas”, señaló.

“No voy a hacer la defensa de mi colega que me consta se defiende muy bien sola y no necesita de ninguno de los jueces –varones- que integramos este Tribunal.Sí me preocupa que en el ejercicio de la abogacía local se realicen este tipo de manifestaciones en una sala de audiencias”, agregó.

A partir de la obligatoriedad para todos los Poderes Públicos de la ley “Micaela” como complementaria de los compromisos internacionales y el carácter público del Colegio de Abogados “resulta de vital importancia que sus matriculados se capaciten en materia de género a los fines de erradicar este tipo de expresiones vinculadas con estereotipos superados, para una correcta litigación”.

Al momento de fundamentar su voto la Jueza Mariana Irianni le remarcó al Defensor que la decisión unánime demuestra que “el género no implica disidencias sustanciales a la hora de resolver” y que le resultó sorpresivo que haya pedido al Tribunal que no esté integrado por mujeres por haber tenido una mala experiencia con otra ‘jueza mujer’”.

“El planteo del defensor permitiría concluir que mi imparcialidad se pondría en duda solo por mi condición de ser ‘mujer’. Esta lógica hace que me pregunte si es el sexo-masculino el único que garantiza la imparcialidad, si el género femenino  es arbitrario o si es género el único parámetro para medir la idoneidad en cualquier función pública o privada. Para todas las preguntas la respuesta es: ¡¡¡NO!!!” afirmó.

“Claramente la única y huérfana razón que sustenta esta improcedente solicitud obedece solamente a una profunda ignorancia. Ignorancia de la realidad, en especial sobre la necesaria perspectiva de género que es saludable esperar de las integraciones, muy en especial de los cuerpos colegiados”, agregó.

Para la Jueza desacreditar el rendimiento o la función de cualquier ser humano por el género en términos biológicos (o cualquier otro motivo externo a sus capacidades intrínsecas) debería ya estar diluido en cualquier ámbito, pero más aún en el marco de profesionales expertos en leyes.

“Ignorar esta realidad es propio de un paradigma machista-controlador que ha dominado los discursos y las instituciones en general y que gracias al esfuerzo de muchas mujeres y hombres empieza a torcer lentamente ese diseño”, indicó.

“Lamentablemente, a lo largo de los 34 años que llevo en la Justicia y habiendo pasado por varios Departamentos Judiciales y numerosas funciones, no es la primera vez y seguramente no será la última que alguien diga: "¡vos NO porque sos mujer!", concluyó.

En ese sentido consideraron necesario comunicar esta incidencia al Colegio de Abogados para que se capacite en perspectiva de género a los colegiados en general y en especial al abogado Fernández, y a todos los que litigan en procedimientos orales.